Comenzó juicio a policias por presunta agresión sufrida por hijo de Balladini

Cipolletti.- Con la declaración indagatoria a cuatro de los cinco policías imputados por vejaciones agravadas, la Cámara Primera del Crimen de Cipolletti inició ayer un juicio que en principio se prevé para el 30 de septiembre y 1, 2 y 6 de octubre. Es por la presunta agresión sufrida por Ariel Balladini – hijo del ex juez del STJ Italo Balladini – la madrugada del 2 de octubre de 2005 en inmediaciones del boliche KimiKa.

Los uniformados acusados de “vejaciones calificadas por el uso de violencia en concurso real con lesiones leves” son el Carlos Ojeda, Fernando Martín y Juan Sáez patrocinados por el abogado Gustavo Lucero; y Oscar Williams y Cristian Riquelme Fernández asistidos por el defensor oficial Juan Pablo Piombo. El fiscal de Cámara es Ricardo Maggi

Lucero planteó la insubsistencia de la acción penal aduciendo «violación al plazo razonable» y sostuvo que «la justicia tardía no es justicia». Por su parte el defesor oficial adhirió a su antecesor. Seguidamente el fiscal de cámara sostuvo que «el atraso de esta causa se debió a la acción de la defensa» y pidió que se rechace la presentación con costas.

Ante la ausencia de la víctima quien oportunamente se había constituido en querellante, los camaristas Álvaro Meynet –en su calidad de Presidente-, Julio Sueldo y Marcelo Gutiérrez lo tuvieron por desistido en el marco del artículo 72 “in fine” del CPP. El querellante ya había manifestado su voluntad de no seguir con la causa, de cualquier manera mañana está citado a la audiencia de debate en calidad de testigo.

Abierto el juicio el primero en ser convocado a indagatoria fue el cabo Carlos Ojeda quien se abstuvo de declarar.

Posteriormente los jueces convocaron al sargento primero Fernando Martín quien relato que esa noche se acercaron junto con Ojeda hasta el boliche a raíz de un llamado por un “desorden” con una persona que habían dejado ingresar al local porque no quería pasar por el detector de metales. Dijo que lo vio “exaltado” y que refería “yo soy Balladini, soy del Superior Tribunal de Justicia”.

El policía dijo que le indicó que haga la denuncia por discriminación e indicó que le respondió “yo ya llamé a Cid –en relación al fiscal-“y que había ido a la caminera (en frente a Kimika) por el mismo tema. Martín aseguró que debido a que el joven estaba “totalmente sacado” decidieron llevarlo a la comisaría Cuarta por “desorden en la vía pública” y lo subieron al patrullero.

Dijo que en el móvil Balladini se comunicó a través de un celular que portaba con su padre y que le decía que lo estaban golpeando. Dijo que hubo fallas porque las autoridades “no se hicieron cargo” y agregó que aunque a él no lo trasladaron si la mandaron a su esposa -también policía- a Río Colorado.

Consideró “injusta” su situación y reclamó “justicia” porque quiere jubilarse y debido al proceso judicial aún abierto no puede. Posteriormente fue el turno del cabo primero Sáez que era oficial de guardia en ese tiempo. Dijo que cuando llego Ariel Balladini a la comisaría debieron “reducirlo” entre varios empleados porque estaba “exaltado” y que le retiraron las “pertenencias” ante la presencia de un testigo. Luego lo pusieron en una celda con una persona procesada.

Puntualizó que cuando llego el padre de la víctima le exigió “ya me traes a mi hijo acá” y que quiso entrar al calabozo pero junto a otro policía se interpusieron. Sáez expreso ante los magistrados que por los modales desplegados por el progenitor de la víctima que según afirmó todo el tiempo hacía mención a que era el presidente del STJ se sintió “humillado, vejado” y replicó que “si estaba tan lesionado como sale en la foto (la víctima), porque no se preocupó por llamar a un médico (en relación al padre)”.

Luego el tribunal convocó al oficial inspector Oscar Williams que era auxiliar de servicio en esa fecha y realizó un relato similar a sus antecesores. Dijo que a la víctima no se le hizo causa por contravención y que no alcanzó a firmar la “libertad” cuando lo retiró su padre. Finalmente declaró el cabo Cristian Riquelme Fernández quien aseguró que Balladini (h) bajo hablando por celular del móvil policial pero que después se puso “violento” y lo tuvieron que llevar entre varios efectivos al calabozo.

El debate continúa hoy desde las 9 horas. Hay citados cinco testigos.