Síndrome de la merluza ● ADN

merluzaEn materia de comunicación el gobierno provincial se caracterizó –desde sus inicios- por la singularidad del mensaje, podría decirse contrario a cualquier norma de estilo.
En la semana Alberto Weretilneck hizo conocer una “carta abierta a todos los rionegrinos” donde expresa su agradecimiento por el acompañamiento, la solidaridad y el afecto demostrado por la ciudadanía, pero nada dijo de su gobierno, sin anuncios ni compromisos de gestión. Un mensaje neutro, que difundió por las redes sociales evitando a los medios periodísticos.

Mencionó “dificultades” que enumeró como un castigo bíblico: las muertes del gobernador Carlos Soria y del vicegobernador Carlos Peralta, la erupción del volcán Puyehue, sequías, caídas de granizo, temporales y dos crisis institucionales. No mencionó al levantamiento policial que fue la mayor crisis institucional de la gestión donde se llegó a tomar la Casa de Gobierno, un hecho inédito en la historia de la provincia.

Memoria selectiva. No evocó Weretilneck al tercer aniversario del triunfo del FpV, del 25 de septiembre del 2011, que lo depositó en el poder. Un olvido llamativo. Tampoco lo hizo el justicialismo rionegrino.

Nada de lo expresado se relaciona con la realidad. La respuesta llegó de la mano del legislador del PJ Rubén Torres, quien dijo que el gobernador “tendría que haber pedido disculpas antes de agradecer, dado que durante tres años de gestión son más las cosas inconclusas o sin hacer que las realizadas”.

Weretilneck trajo a la memoria aquel reportaje que Susana Giménez hiciera a Fernando de la Rúa, en el 2001, cuando le preguntó por los problemas que aquejaban al gobierno y el entonces Presidente sorprendió a todos cuando respondió “vivimos situaciones increíbles, por caso que se acaba la merluza…”
El mensaje de Weretilneck, casi navideño, nada tiene que ver con esta administración en crisis con sus órganos de control interno y externo, como la Fiscalía de Estado y el Tribunal de Cuentas, hechos de corrupción como el caso Limardo y los pagos de salarios a empleados sin designación oficial en el Estado, denuncias de irregularidades en las compras de vehículos y leña en Suministro de la Provincia, entre otra falencias en los servicios de salud, educación y seguridad, tan sensibles al rionegrino. El gobierno no está para “frases de vida”.

Río Negro es Nación-dependiente. Poco hay de cosecha propia como el pago de los salarios. Los programas que se ejecutan en los ministerios se hacen con fondos nacionales: obras públicas, municipales, viales, viviendas, programas agropecuarios, aportes en planes sociales y otros. Un ejemplo es Salud Pública con el Plan Nacer, Municipios Saludables, Remediar + Redes, Funciones Esenciales de Salud Pública (FESP) e Inmunizaciones, que reportan varios millones de pesos, mientras que lo que corresponde a políticas del gobierno presentan dificultades de gestión y financiamiento que se viven a diario en los hospitales rionegrinos.

Otra vez la merluza y la estrategia de soslayar los problemas y la ineficiencia mediante un discurso oficial que pretende instalar la idea de un gobierno “en acción” que deposita las culpas en otros actores.
La actitud del gobernador viene precedida de la reunión que hizo con sus funcionarios en instalaciones de UPCN, donde tampoco se entendió el motivo del encuentro y la finalidad del discurso. No fue un relanzamiento del gobierno y si ese era el propósito no se entendió y no lo entendieron muchos de los participantes de la reunión.

¿En qué punto se asienta la euforia de continuar en el gobierno? Sólo en la buena imagen de Weretilneck que indican algunas encuestas con porcentajes que no se corresponden cuando se pregunta la opinión de la gestión de gobierno.Situación similar a la anterior gestión de Miguel Saiz.

Imagen no es intención de votos y tiene que ver precisamente con la figura de Weretilneck, de hablar pausado como un pastor, cansino, sin crispación, ni gritos e insultos. Casi un abuelito. Igual que Fernando de la Rúa.

Esta imagen contrasta con el gobierno. El responsable de Suministro Gabriel Vouillat está sospechado por la compra millonaria de vehículos con una firma de la Capital Federal en licitaciones que convoca el organismo. Esta situación involucra al ministro de Economía Alejandro Palmieri.

Suministro también adquirió leña para el Plan Calor de la Línea Sur, siempre al mismo oferente, incluso compró leña de bajo nivel calórico como Caldén, cuando en la Línea Sur se consume Piquillin, y hasta se llegó a permitir leña de frutales. Estas compras salpican a Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social y fueron autorizadas por la Fiscalía de Estado, incluso la compra directa. Cabe señalar que la Fiscalía participa en este proceso, primero en la Comisión de Pliegos (decreto 1144) y luego en el control de legalidad.
La firma siempre beneficiada, COMARCO S.A, se encontraría vinculada a Vía Bariloche, empresa que tiene a su cargo los vuelos privados del gobernador, explota el Cerro Catedral y hace servicios de encomiendas y de transporte de colectivos de larga y media distancia.

Ante los hechos denunciados por la prensa el gobierno mantiene silencio o responden con comunicados que sólo hablan del Compre Rionegrino, para justificar las adquisiciones a una empresa de La Pampa. Tampoco inquietan a la Justicia, ni a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas ni a la oposición política. No hay investigación, situación peligrosa que genera un caldo de cultivo favorable a imitar conductas.

En este estado de bipolaridad entre la fantasía y la realidad, nuevamente el fiscal Pablo Bergonzi, se encuentra en el ojo de la tormenta. Weretilneck, como ya hemos citado en otros comentarios, le dio al organismo el poder absoluto de los juicios del Estado y otros beneficios como la negociación con Edersa, con todo lo que ello implica, pero esta relación de privilegio no fue correspondida por Bergonzi.

Su mayor dependencia fue con Martín Soria y cuando el gobernador necesitó de un acompañamiento en temas claves actuó a contrapelo de la necesidad oficial. Valgan los casos del juicio de Horizonte por el cobro del seguro de vida de Carlos Soria, donde el fiscal procedió fuera de la estrategia del gobernador o el informe de Fiscalía sobre el contrato con Petrobras, casi una pieza fundamental como argumento de la oposición. También el acompañamiento de su adjunto al dictamen de la asesora legal de la Legislatura en el conflicto por la presidencia de la Legislatura. Ahora suma un veto en el proyecto del decreto de redeterminación de precios de obras públicas que hizo parar los pelos en Belgrano y Laprida.

Pablo Bergonzi desestimó que corresponda al gobernador y al ministro de Obras Públicas, que acuerden con las empresas constructoras el pago retroactivo de mayores costos de obras que ejecuta el Estado por un monto superior a los 60 millones de pesos. Dejó al gobernador sin margen de maniobra ya que había comprometido un acuerdo previo con las constructoras y el gremio de la Uocra. Ahora sólo queda votar una ley o un decreto de necesidad y urgencia a medida de la necesidad del Ejecutivo.

Hoy la Fiscalía de Estado está fuera de la consideración política del gobierno y los dos funcionarios que acompañan al fiscal Pablo Bergonzi, el adjunto, Juan Justo y el secretario Milton César Dumrauf, se encuentran a tiro de decreto del gobernador. Ya hay ofrecimientos a otros abogados para ocupar esos cargos.

El gobierno no ejerce conducción sobre el fiscal de Estado y además está cercado por el Tribunal de Cuentas que pondrá en breve a Weretilneck y a Pedro Pesatti, en un Juicio de Cuentas para que reintegren los dineros que recibieron por gastos reservados de la Legislatura. Además su vocal, Dolores Cardell, no asiste muy seguido a trabajar y cuando lo hace no opina en los fallos.
Si al clima político oficialista le faltaba aún más confusión, se suman las declaraciones del gobernador cuando señaló que nunca habló de afiliarse al Frente Renovador. Toda una sorpresa, y es de suponer que al menos Sergio Massa tiene que haber entendido lo contrario luego de los reiterados apoyos que le prometió el gobernador, con visita suspendida a Cipolletti, incluida.
Weretilneck desorientó una vez más con su actitud y declaraciones. Poco se explica que ahora limite su apoyo a Massa, salvo que tema una diáspora entre sus seguidores. ¿Qué pasó, engañó a todos? incluido a Marcelo Mango, ex ministro de Educación, que le pidió públicamente que no se desafilie del Frente Grande. De nuevo la merluza.

Sin embargo en este camino Weretilneck sigue con el entramado variopinto apoyado casi en exclusiva por los peronistas Pedro Pesatti, Daniel Arroyo; Matias Rulli y sus amigos radicales W, a los que suma también a otros dirigentes de partidos menores.

En esta estrategia no es ajena la voluntad del gobierno de instalar a Horacio Massaccesi, como presidente de la UCR y para eso trabajan los radicales W. En la semana fue intención que en la reunión del martes del Foro de Intendentes Radicales, en Los Menucos, surgiera una declaración de apoyo a Massaccesi.
No fue posible ya que incluso quienes en privado apoyaban al ex candidato a presidente de la Nación, en público tuvieron posiciones dubitativas, además a la reunión concurrieron el legislador Leonardo Ballester y el dirigente de Cinco Saltos, Jorge López, ambos también con pretensiones de conducir a la UCR y confrontaron con esta idea, incluso López fue muy duro en su postura frente a Massaccesi.

La interna radical se viene y en Viedma el intendente Foulkes tendrá que enfrentar, con su candidato, al profesor Roberto Rulli, que competirá para conducir el comité local y en la juventud radical a Cecilia Martínez, que se presentará con el apoyo incluso del sector llamado ferreirista.