Volver al futuro ● ADN

futuroPasó la interna justicialista. El oficialismo partidario ganó en toda la provincia, salvo en tres localidades, y el albertismo no alcanzó a dañar al pichettismo como para poner en cuestionamiento a la actual conducción del PJ.
El gobernador y sus aliados justicialistas no lograron su propósito y en política “votos son amores” y el paso del tiempo se encargará de diluir el presente, incluso resulta difícil pronosticar hacia donde se canalizará ese porcentaje de votantes en el futuro.

Quedan dudas, sobre todo en Viedma, donde paradójicamente cabe preguntarse si existió todo el apoyo oficial requerido en el principal escenario electoral provincial. A los candidatos del gobierno les quedó sabor a poco. Tampoco pasó inadvertida la convulsión generada en La Cámpora luego de la participación de Matías Rulli en el proceso electoral.

Ahora es tiempo de gobernar y para eso Alberto Weretilneck definió un gabinete “propio” y no tendrá excusas de boicot, parcelamientos o doble comando en los ministerios y organismos públicos. Falta poco más de un año para las próximas elecciones y el gobierno tendrá que demostrar gestión y logros que le fueron remisos, por voluntad propia, desde enero del 2012. Se acabaron los justificativos de la interna y llegó el momento de demostrar qué tiene de genuina la administración Weretilneck y qué ofrece a los rionegrinos.

La cuestión financiera se arregló con la presidente Cristina Fernández y como moneda de cambio el gobernador comprometió que los diputados nacionales Hernán Avoscan y Luis Bardeggia, seguirán funcionando dentro del bloque del FpV.También moderará su rebeldía en los reclamos de los gobernadores de la OFEPHI sobre la nueva ley nacional de hidrocarburos. En definitiva se acordó un pacto de gobernabilidad con la aclaración por parte del rionegrino de que su candidato para el 2015 es Sergio Massa, una decisión que molestó en la Casa Rosada.

El gobierno garantiza pagar los sueldos de los estatales sin inconvenientes, como principal objetivo de sus políticas públicas, ante la carencia de propuestas de mayor envergadura y proyectos de desarrollo, mientras tanto las obras seguirán llegando del gobierno nacional. Queda un año y pagar los sueldos no es poca cosa para permanecer.

Otras preocupaciones también inquietan al oficialismo. Se trabaja en Belgrano y Laprida en construir consensos ante un posible juicio político y penal contra el Tribunal de Cuentas, que presentaría un ex legislador que algunos ubican en la zona andina.

Cabe recordar que Weretilneck denunció en su momento que el Tribunal de Cuentas se había impuesto remuneraciones superiores a las fijadas en las normativas vigentes. Ante la denuncia del gobernador la respuesta general fue el silencio, “mutis por foro” y ningún fiscal actuó de oficio frente a esta denunciada trasgresión. El legislador radical Alejandro Betelú prometió en Cámara una acción que nunca se llevó a cabo.

Esta situación terminó con la decisión del mandatario de equiparación de las remuneraciones de los responsables de los organismos de control interno al de los ministros y el de los controles externos al ingreso de los legisladores.

Si bien el gobernador nunca tuvo una fluida relación con Juan Huentelaf y Erika Acosta, ambos sorista, la reducción de sueldos congeló definitivamente la concordancia. El Tribunal contraatacó y desaprobó la rendición de las cuentas legislativas en el tema de los gastos reservados, responsabilizando de estas erogaciones al propio gobernador y presidentes de los bloques parlamentarios como UCR, PJ, ARI, PPR, Redes y Unidos por Río Negro, entre otros.

Hoy el Tribunal de Cuentas no tiene protección política y la suma de los dos tercios de los votos para el juicio político en la Legislatura estaría garantizada. Huentelaf lo sabe y busca la manera de evitar la situación. Algunas fuentes confirman que el pedido de juicio político sería inminente, al igual que la denuncia penal, salvo que se encuentre un camino de solución.

Tampoco es buena la relación del Fiscal de Estado, Pablo Bergonzi, con el Ejecutivo y el pedido de desafuero del funcionario para ser citado por la Justicia en la causa del pago del seguro de vida de Carlos Soria en Horizonte, sólo está frenado porque de concederse el desafuero al Fiscal también correspondería el mismo procedimiento con el ministro de Economía. Hoy Alejandro Palmieri es el salvavidas de Bergonzi.

El Fiscal de Estado es un privilegiado en cuanto a los ingresos que obtiene por sus funciones en el Estado. En el gobierno se conoció que Bergonzi -desde mayo a la fecha- sumó a su cuenta personal más de medio millón de pesos en concepto de honorarios por juicios del Estado, mayoritariamente litigios de Rentas.

Este privilegio es posible debido a la reforma de la ley 88 de Fiscalía de Estado, que el gobernador Weretilneck remitió a la Legislatura y que se aprobó el 9 de marzo del 2012. El texto de esta reforma es hechura exclusiva de Bergonzi que con misiones específicas fue propuesto en ese cargo por el extinto Carlos Soria.

De esta manera la Fiscalía unificó los juicios del Estado provincial, con patrocinio exclusivo, abarcando también a los juicios de las empresas públicas y de Rentas. Hoy el mandatario observa aquella reforma como un error, mal asesorado y por desconocimiento en aquellos momentos iniciales de su gestión.

Además Bergonzi había modificado hacia adentro de la Fiscalía el sistema de distribución -entre los profesionales y empleados- que percibían una parte proporcional de los ingresos por honorarios. Con esta reforma la mayor parte de los ingresos por honorarios judiciales se concentraron en el Fiscal Bergonzi, el Adjunto Juan Justo y Milton Dumrauf y el remanente se distribuía en el resto. El descontento de abogados y demás agentes del organismo hizo que se revirtiera –hace poco- esta manera de repartir los ingresos por honorarios.

Mientras tanto Alberto Weretilneck sigue atento a su armado político provincial, que hasta el momento es sólo una enunciación con el apoyo a Sergio Massa. Juntó sellos partidarios como el MPP, el Partido de la Victoria y REDES y avanzó sobre el peronismo. Como un inquilino impertinente se quedó con una parte del PJ, pero llegó al techo de lo que puede sustraer, sobre todo en funcionarios, intendentes y legisladores, e incluso habrá deserciones.

Ahora llegó la hora de armar una cabecera de playa en el radicalismo. Para esto inició la tarea de detectar a los dirigentes de la UCR en cada localidad, con buena imagen e inserción en la comunidad, que a la vez contrapesen la figura de otros radicales amigos que cotizan menos que un chelín ugandés en la consideración ciudadana rionegrina.

Para despejar dudas José Luis Foulkes viajó a Buenos Aires y se reunió primero con Miguel Pichetto y luego con el senador radical Ernesto Sanz, a quien refirió su intención de ser nuevamente candidato a intendente de Viedma, dentro del radicalismo y en el espacio Unen, una manera de aclarar sospechas de acercamiento al gobernador rionegrino y a Sergio Massa.

En este esquema Magdalena Odarda también ofrece dudas ya que si bien mantiene relaciones con el radicalismo, pretende no quedar afuera del posible armado oficialista y busca un paraguas protector en justificar una alianza anti kirchnerista. Estos movimientos de la senadora no son desconocidos en el ARI nacional y observados con mala cara y no pocos desconocen la ira que este tipo de conductas genera en Lilita Carrió.

Weretilneck apuesta a la figura de Massa y aspira a que el votante independiente apoye su candidatura a gobernador que alienta en la imagen positiva que le asignan algunas encuestas. En cuanto a los candidatos nacionales, los sondeos de opinión -hasta el momento- otorgan el primer lugar a Daniel Scioli, con más de 20 puntos, seguido por Sergio Massa y luego Mauricio Macri, que oscila entre 15 y 17 puntos.

Por ahora el armado de una fuerza provincial multipartidista y con ensamble nacional en el Frente Renovador, es sólo una expresión de voluntad y un deseo alimentado en la intimidad de un puñado de dirigentes.
Miguel Pichetto, una vez consolidado su triunfo en la interna, inició la tarea de convocar a todos los justicialistas, que podría llamarse “Operativo Retorno” del peronismo al gobierno y que preanuncia un camino con no pocas dificultades, donde no todo es color de rosas.

Hay comportamientos de referentes locales que atentan contra la unidad y basta ver la actitud irascible de Martín Soria, violenta y desmedida a punto tal que la senadora Silvina García Larraburu le aconsejó un tratamiento psicológico.

Precisamente la psicología dice que los padres son modelos a imitar y Martín Soria cumple con esta conducta de mostrar una personalidad, sin límites en la agresión. La contrariedad sostenida por la senadora Larraburu también tiene su correlato en Bariloche en su relación política con la intendente María Martini.
Por esto es que el armado justicialista provincial tendrá sus particularidades donde jugarán su partido algunos liderazgos locales como en General Roca y Bariloche, dos puntos neurálgicos en la provincia de acuerdo al caudal electoral de ambos circuitos.

ADN