Explotación off shore:pesca, fauna y turismo en peligro Magdalena Odarda

Millones de barriles de petróleo fueron vertidos al mar en el Golfo de México en 2010, como consecuencia de un equipo defectuoso en la plataforma petrolera de British Petroleum, afectando una superficie circundante de 24 km2, aproximadamente.

Cientos de especies marinas desaparecieron, millones de aves afectadas y miles de fuentes de trabajo dejaron de existir. Accidente o negligencia, fue la catástrofe más grande conocida. Eventos como estos, en distintas escalas e intensidades, se producen en las explotaciones off shore “costa afuera” de hidrocarburos en todo el mundo.

En la reciente ley de hidrocarburos propuesta por gobierno nacional, se otorgan ventajas a favor de las explotaciones off shore en nuestro mar territorial con el fin de captar el interés de los inversores y multiplicar la cantidad de pozos. Todo este paquete de medidas significa la entrega escandalosa de los bienes naturales que guarda el mar. Se determinó que las concesiones off shore serán por 30 años y la posibilidad de reducción de las regalías de hasta un 50% por parte de la autoridad de aplicación nacional o provincial. Además de eso, las empresas podrán beneficiarse girando un 60% de las utilidades que obtengan, fuera del país.

La política basada en el extractivismo y la expoliación de las riquezas del suelo, una vez mas es ciega ante los innumerables riesgos que representa la actividad hidrocarburifera en el mar, los que conllevan un alto costo para la ecología y la economía de nuestro país, en especial para las regiones costeras.

Las explotaciones en el mar son conocidas por el importante impacto ambiental que provocan en el aire, las costas, el mar y toda la vida marina. Los impactos se producen desde las primeras prácticas, en los estudios sísmicos en los que se usan explosivos o diferentes aparatos y las perforaciones de prueba para verificar datos. La perforación se realiza desde barcos o plataformas. Las instalaciones también incluyen bases en tierra firme y todo el complejo industrial produce impactos constantes por ruidos, por contaminación del agua y aire.

La extracción de muestras y la excavación, los lodos de la perforación y los aditivos que se descargan contaminan las aguas con hidrocarburos y metales pesados. La explosión de pozos libera gases contaminantes y tóxicos, la rotura de tanques de almacenamiento puede ser menos frecuente pero con consecuencias impredecibles.

La posibilidad de devastación de las costas marinas más limpias que tiene Sudamérica, no estaría tan lejos. Desde las costas de la Patagonia, mar adentro, se encuentran las cuencas más importantes, la del Golfo de San Jorge y la Cuenca Austral, en Chubut y Santa Cruz.

La política de incentivo para las explotaciones off shore es contradictoria con los avances en la protección de la región costera y marina de nuestro país, alcanzada en los últimos años.
La Fundación Patagonia Natural puso recientemente en conocimiento del Estado nacional y las provincias un nuevo Mapa “Proyecto Sistema Inter-jurisdiccional de Áreas Protegidas Costero-Marinas (SIAPCM ARG/10/G47 – Gef-Pnud), que abarca las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

El material fue editado en conjunto con WCS (Widlife Conservation Society), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FNAM/GEF) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El trabajo consiste en un relevamiento del ecosistema costero-marino argentino y las áreas protegidas que se encuentran allí, la fauna silvestre, colonias de pingüinos, de aves, tortugas, ballenas australes y otros mamíferos marinos.

En 5 mil kilómetros de territorio costero marino se encuentra uno de los espacios marinos más productivos del mundo. La biodiversidad que se sostiene en esta región es una de las más importantes del mundo.

El informe revela que en el 2010 habían 43 áreas protegidas costero-marinas, y cuatro años más tarde tenemos 53 áreas, la mayoría de las cuales se encuentran en la región patagónica, abarcando en total más de 5 millones de has en su totalidad.
En el marco de este relevamiento, muchas instituciones científicas y organizaciones sociales han detectado varias amenazas a la biodiversidad de la región costera, y una de ellas es la contaminación por petróleo a partir de las explotaciones en el mar.

Se estima que el turismo en la costa atlántica recibe la visita de más de siete millones de personas cada año. Este año Argentina fue el sexto país en el mundo con mayor crecimiento del turismo, según un informe de la Organización Mundial de Turismo. Esta actividad junto con la pesquera es sin lugar a dudas la que ha distribuido mayores beneficios en la población. Ciertamente ambas deben ser reguladas como corresponde para evitar procesos de deterioro, pero sin dudas la más grande riqueza a cuidar esta a la vista de todos, no en el fondo del mar. Esta en playas, costas atlánticas y su biodiversidad única.

Prensa senadora Magdalena Odarda
Interbloque FAP-UNEN-CC ARI

Título original: LA PESCA, LA FAUNA COSTERA Y EL TURISMO EN PELIGRO POR LAS EXPLOTACIONES OFF SHORE EN RIO NEGRO.

NO HAY CONTROLES AMBIENTALES PREVISTOS HASTA EL MOMENTO.