Lo esencial es invisible Javier García Guerrero

La extrapolación de la participación en el PBI de la economía informal y de la ilegal que ha estimado la Comunidad Económica Europea para España a la Argentina alcanza a unos u$s 150.000 millones de economía sumergida, u$s 16.500 millones de productos y servicios (como el tráfico de armas, contrabando) no registrados de los cuales u$s 4.250 millones corresponderían a la prostitución y las drogas.

Siguiendo similares criterios en Rio Negro, la economía sumergida sería de u$s 27.000 millones, alcanzarían los u$s 3.000 los productos y servicios no registrados y se generarían u$s 770 millones de la prostitución y las drogas. Este último monto traducido en pesos supera toda la masa salarial presupuestada por el estado provincial durante el presente ejercicio 2014.

La extrapolación es verosímil si se considera que La Argentina comparte con España el primer puesto en el consumo por habitante y es la tercera exportadora mundial de cocaína mientras que los porcentajes de economía informal estimadas por la OIT son semejantes. La economía sumergida es la suma de la economía informal y la economía ilegal. La economía informal, es actividad económica legal aunque oculta a efectos registrales, principalmente por razones de elusión o evasión fiscal. La economía ilegal lo es en cambio por su propia naturaleza criminal. La reciente modificación de sus estadísticas incluyendo la incidencia de la prostitución y el tráfico de drogas dio como resultado una ‘elevación’ de un 0,85% el Producto Interior Bruto de España. Si se le adiciona el tráfico de armas, la trata de inmigrantes ilegales, actividades financieras de lavado de dinero y del modo de contabilizar las inversiones el aumento alcanza el 3,3% el PIB de la zona euro y de España. A estos nuevos guarismos cuya incorporación ya ha sido aprobada por la Comunidad Económica Europea debe sumarse una evasión fiscal superior al billón de euros que circula por la economía posibilitado la coexistencia de altos porcentajes de desempleo formal con la ausencia de estallidos sociales. Afrontando similares niveles de prostitución, consumo y tráfico de drogas Argentina y España, la primera ha subestimado por contrariar el relato, el impacto de las actividades ilegales que por su volumen afectan las previsiones, impiden el desarrollo armónico y alteran los efectos de las intervenciones macroeconómicas-

Cuando CFK respondía en la Universidad de Harvard que si el país tuviera 25% de inflación anual “estallaría por los aires” no era disparatado. Es más difícil imaginar que con el 50% de la población con problemas laborales, 40% de pobreza (Banco Mundial) un 90% de la población asalariada con un ingreso registrado inferior a los $10.000 mensuales, 1,7 millones de jóvenes que no estudia ni trabaja, un 60% de adolescentes que no termina la secundaria, con la segunda magnitud de inflación mundial que casi se ha duplicado durante el pasado año, con desempleo en suba y actividad económica profundamente recesiva, no se haya producido una conmoción social semejante a las que ya hemos vivido en circunstancias más favorables. La Asignación NO Universal por Hijo, al igual que los planes PRO etc. con montos del orden de los $600 mensuales, al igual que las jubilaciones que no cubren ni el 50% del costo de la canasta alimentaria tampoco lo explican. De hecho los altos niveles de ahorro registrado sin su correlato en los ingresos y en la inversión podrían reflejar a un tiempo en los distintos sectores, la intensidad de la fuga de capitales o los gastos en productos o servicios no registrados o directamente prohibidos.

En un acto en el Museo del Bicentenario reinterpretando las palabras de Stiglitz (Premio Nobel de Economía) que había aludido no a una falsificación sino a un modo de presentación de los datos en la crisis norteamericana de 2008, CFK afirmó: «Había que truchar y trucharon y, si yo hubiera sido presidenta de Estados Unidos, habría tomado la misma decisión» finalizando animadamente “si vamos a truchar, truchemos todos”. Verticales los integrantes del Frente Encuestológico de la Victoria engalanado por el Director del INDEC que ha destruido el sistema nacional proclamando que “nuestra militancia son los datos”, no queda más remedio que la extrapolación para establecer al menos magnitudes mas verosímiles que la anunciada disminución de la pobreza y el desempleo en el Chaco que proclama sin sonrojarse el Jefe de Gabinete. Como es inevitable en estos casos el INDEC no logra la consistencia de sus fabulaciones y muestra incongruencias contrastantes como la duplicación durante el último año de la venta legal de psicotrópicos. Registros oficiales que revelan que el 50% de los estudiantes de 13 a 17 años aseguran haber consumido alguna bebida alcohólica en el último mes y un 25% haberse alcoholizado. Donde ¼ de los accidentes viales guarda relación con el alcoholismo, donde el 33% de los pacientes que ingresan en las salas de emergencia por accidentes en los que el alcohol estuvo presente tienen entre 16 y 25 años. Consistentes con los registros de la guardia del área de Toxicología del Hospital Fernández que atendió 350 casos de jóvenes menores de 20 años con intoxicación aguda por alcohol y un 20% de ellos tenía menos de 15 años y con presencia en muchos casos de otras sustancias.

Un país que pasó en menos de treinta años democráticos de un consumo anual de cerveza de 7 litros/persona en descenso a más de 50 litros/persona en ascenso, con un aumento simultáneo del consumo de Fernet del 460%. Es obvio que mientras un litro de cerveza cueste lo mismo que uno de leche, esta “revolución imaginaria” a la que asistimos no evitará el alcoholismo ni la extensión masiva del consumo de sustancia prohibidas de los “pibes para la liberación”.

La economía sumergida se manifiesta en el auge del modelo PyMES promocionado de las ferias “Saladitas” que venden y hasta exportan a Angola los beneficios de la trata. El contrabando de soja y de hidrocarburos es significativo y contribuyen a distorsionar y subestimar la actividad económica. Sin embargo lo que mayor tasa de crecimiento muestran y empiezan a resultar relevantes por la fuerte influencia que han logrado generar como nuevos actores principales de la política económica nacional y provincial son los datos de la economía del crimen organizado, que después de haber conquistado un indudable dominio territorial en los barrios periféricos y una concreta infiltración en los organismos de inteligencia y seguridad donde libra una sangrienta batalla, financia las campañas electorales con el contrabando de efedrina en el nuevo “santuario de síntesis de drogas sintéticas” y condiciona la acción estatal como ya ha ocurrido en otros países como Colombia, Méjico, Bolivia, etc.

Entre las múltiples variaciones que podrían considerarse para Río Negro, habría que incluir la contribución a subregistro del comercio exterior, los sobreprecios de la Obra Pública con sus retornos a través de “facturas truchas”, la faena clandestina, record patagónico que incluye a la totalidad de la producción porcina. Las actividades de una de nuestras principales industrias: los casinos y la capitalización de las ludopatías con los incontrolados del ingresos “juego on line”. Los denunciados desvíos del 22% de la producción petrolera, mediante falseamiento de las declaraciones. Nuestra condición de “paraíso de la pedofilia y del abuso infantil” evidenciado por el record nacional de denuncias de abuso y indiscutible auge del turismo sexual, la prostitución infantil y sus “actividades asociadas” como la venta de pornografía on line y el chantaje. Estas organizaciones son polivalentes y aprovechan las debilidades estructurales y la corrupción endémica de las administraciones, especialmente las municipales que en comunidades pequeñas conocen y observan el crecimiento de las actividades ilícitas sin obstaculizarlas por temor a su enorme poder, por su participación en los beneficios o por ambas razones.

La falta de control de las actividades económicas ilegales, con el argumento fuertemente disuasorio del efectivo explica la modalidad de “salideras bancarias” que no existen en otros países que prohíben el pago en efectivo por la facilidad que agrega a la elusión fiscal, desde la radicación extraprovincial de vehículos, la comercialización de la cebolla y de la fruticultura, a los enjuagues de las “empresas recuperadas y cooperativas de trabajo” para eludir el pago de las obligaciones previsionales en sintonía con las “sumas no remunerativas” y los “fondos reservados”, “fondos estímulo”, etc. que se instrumentan desde el mismo estado para evadir el pago de tributos y tasas. Mientras los responsables del control y la fiscalización se enriquecen como en el caso del titular de la AFIP Etchegaray, que antes fue abogado de Gotti Hermanos otra empresa de Lázaro Baez que acumuló facturas truchyas por mas de $ 400 millones. Será tal vez por eso que en lugar de formalizar y controlar, proponen despenalizar y generar autoamnistías de impunidad para los organizadores de la fiesta como el nuevo Código Procesal Penal que reduce las penas sobre el abuso y agrega facilidades al la trata y explotación sexual. Similares motivaciones podrían estar detrás de las propuestas de evolución desde la despenalización del consumo vigente hacia la despenalización de la tenencia y la producción de drogas. En este escenario de descontrol y anomia, una cultura cívica muy degradada ha fomentado el ejercicio del poder sin responsabilidad ni compromiso, en el que el objeto regulado no se regula, controla o penaliza. En estas condiciones, flexibilizar lo ilegal resulta casi una inmolación colectiva. Por eso asistimos a nuevas formas de amedrentamiento, control social, secuestro, usura y cobro en cuotas y derechos de protección de un crimen que se organiza como actividad industrial que ya cuenta con posgraduados directivos expertos contables y de marketing para promover sus actividades y legalizar sus ingresos, transformándolos en inversiones estratégicas que incluyen la cooptación y la financiación de actividades políticas y gubernamentales.

Narcotráfico y complicidad política van de la mano, igual que hampa y policía. El mercado de las drogas es un mercado robusto, de consumo y rentas altas, capaz de corromper a quien lo persigue y de producir infinitos competidores. Es también un mercado ilegal que cuenta con la complicidad de parte creciente de la sociedad tanto al producir y traficar como al consumir y un grupo cada vez más numeroso de gente que no tiene ninguna curiosidad en saber de dónde viene el dinero que gasta, pero prefiere que no se hagan olas. Evolucionar hacia la narcoeconomía significa asumir la posibilidad de los 60.000 asesinatos de sicarios por año que ostenta México, disfrutar de la música de los narcocorridos que se escucha en los arrabales que fueron “Villas de Emergencia” temporales, que son “Villas Miserias” permanentes y en expansión, y que se están convirtiendo en zonas liberadas por el Narcoestado. Espacios legitimados de los nuevos actores políticos y nuevos liderazgos barriales y de sus fuerzas de choque “barrabrava” fundados en el sector más pujante de la economía, el crimen organizado, que zampa a sus anchas favorecido por un blanqueo irrestricto que amplifica la efectividad de la estructura de lavado de activos disponible en la Argentina.

El proceso de desertificación conceptual ha desarticulado el sistema político tradicional, al ritmo tumbero del “vamos por todo”. En 2011 se produjo en Río Negro el postergado colapso en cuotas del radicalismo iniciado en 2001. La posterior división del Frente para la Victoria bonaerense significó el quiebre de la viga maestra del gobierno nacional. El retraso cambiario y la crisis energética le ha enajenado a los gobernadores aliados que pierden en sus provincias, restándole consenso a la política económica. A las crecientes reticencias de quienes la ya impugnábamos se sumó una significativa parte de quienes la sostenían que no se sienten contenidos en un esquema que los devuelve al llano y es necesario redefinir. Se mantiene visible la necesidad del radicalismo de mantener su identidad inmutable frente a las dificultades observables en la clásica mutación del peronismo por sucesivas identidades. Bajo estas circunstancias y ante la baja participación de sus afiliados el radicalismo rionegrino corre el riesgo de transformarse en una línea interna del peronismo como ya ocurrió en la Provincia de Buenos Aires, este proceso es grave porque significaría la desaparición de un actor que sirvió como instrumento de intervención de los sectores medios en la vida pública por más de 100 años, garantizando el equilibrio político. Quién podría ocupar ese lugar, no está todavía claro.

La apropiación del poder nacional por parte del peronismo bonaerense alentaría la profundización de un modelo extractivo de los sectores más dinámicos de la economía para volcarlos como subsidio energéticos, de transporte, etc. en el conourbano, tal vez por esta generalizada percepción ningún gobernador bonaerense pudo coronase presidente en la Argentina.

La inacción del ciudadano medio que se fascina con la telenovela “El patrón del mal”, que frente a las denuncias o las crónicas cotidianas del dominio narco mediante la corrupción piensa «esto es terrible» pero no reacciona masivamente, no debe confundir. La cantidad de gente que no está en política y debería meterse y de gente que está en la política y debería irse, no debe interpretarse como apatía o complacencia de una sociedad anestesiada, la gente está mejor informada que nunca. El ciudadano de a pie, no observa opciones verosímiles organizadas y estimulantes de cambio. En otros países sucedió igual, sin embargo cuando se llega al punto de inflexión del hartazgo, la presión acumulada se manifiesta y esos momentos decisivos ocurren cada vez más rápido. Es indigno que un argentino tenga que sobornar a alguien para conseguir un teléfono o una computadora de última generación que puede comprarse sin problemas en el extranjero. Pero es muchísimo más indigno lo que afronta una persona en una pequeña villa, que cada día tiene que pagar una coima al policía o funcionario de turno, para que lo dejen vender algo en la calle, o pagarle al barra brava el peaje para ir o llegar del trabajo a su casa.

La «primavera árabe» comenzó con el muchacho que se prendió fuego en Túnez porque era humillado cada día. Todo lo que quería era poder trabajar y todos los días la policía le decía que no lo dejaría, salvo que le pagara una coima. Su muerte generó la indignación que tuvo la expresión revolucionaria que observamos en los medios.

La gente es siempre víctima de la corrupción, los más pobres son los que más sufren los estragos de la corrupción, no solamente son los trenes sin frenos que dejan 51 trabajadores como víctimas. En nuestra provincia, son escuelas rurales que se cierran, hospitales sin insumos, sin infraestructuras o que directamente no existen, abandono de pacientes, incrementos de la mortalidad y las enfermedades vinculadas a la pobreza, pésimas redes cloacales y malas oportunidades laborales, impidiéndoles vivir una vida digna, condenándoles a la emigración, vulnerando sus derechos humanos básico. Ya conocimos el “que se vayan todos”, el miedo que generó hizo que toda la clase política quisiera tener esta fiesta. El régimen K tocó algunas cuerdas muy antiguas y sensibles de la sociedad argentina, determinadas creencias que ningún político está dispuesto a enfrentar hoy: que lo nuestro es siempre por definición mejor que lo de los extranjeros, que los pobres por definición siempre tienen la razón respecto de los ricos, y que el Estado siempre es mejor que lo privado. Esas tres verdades, en las cuales está afincado el discurso del gobierno –no la práctica–, ni Macri las cuestiona. Por otro lado, hay un problema de liderazgo, necesitamos recobrar la amenaza del reemplazo para reencontrar los equilibrios republicanos.

La imposibilidad piadosa de una oposición incapaz de generar ese proyecto que limitar esta fase declinante o póstuma del régimen K, demorará el nacimiento automático de una nueva institucionalidad, que no sobrevendrá como algunos ingenuamente suponen automáticamente. Con el centro dinamitado para polarizar entre k y anti k, con el avance de la izquierda organizada que forzará la unificación de las CGTs, la inevitable crisis de las organizaciones sociales del régimen K, las fuerzas de seguridad fuertemente infiltradas, el endeudamiento que alimenta a un déficit creciente, precios relativos desquiciados por los subsidios, la intervención del Ejército en la frontera Norte y la redefinición política del escenario latinoamericano se terminó el piloto automático. Sigue un país por mucho tiempo con mucho estado, hay que rediseñar ese Estado, no solo el mercado, la políticas sociales, la incorporación masiva al trabajo, no es evidente que se esté pensando o debatiendo eso en ningún lado.

Frente al agotamiento simultáneo del “viento de cola” de la ilusión y el compromiso que se han ido junto con la voluntad o la salud presidencial sin dejar heredero, sigue la depuración de los límites del sueño. La Argentina se enfrenta a un fuerte dilema político pendiente, que es si el “peronismo mutante” impulsado por el “peronismo harto” sigue con Massa o Scioli o si Cristina “eterna” se traga a todo el peronismo incluido Massa y sus dubitativos aliados locales, el resto como integrantes de un coro griego, aguarda expectante esta batalla esperando su oportunidad de ejercer sus menguadas fuerzas.

Lic. Javier García Guerrero

Director de la Especialización en Administración Financiera de la Facultades de Ciencias Económicas de la UBA y de la Universidad Nacional de Jujuy.