Los héroes y un Estado presente ● Rodrigo Aurrecochea

Cuando un infortunio y una emergencia llegan se termina el tiempo de las palabras expira y es tiempo de arremangarse y ponerse a trabajar. Y ese ejemplo nos dieron los bomberos y brigadistas, quienes en el presente verano han tenido (y tienen) un trabajo por el que le debemos estar todos agradecidos, pues han enfrentado con suma valentía el avance desastroso del fuego.

 

Solo en la zona de Playas Doradas el incendio afectó unas 60 mil hectáreas, de acuerdo a un relevamiento hecho por el Ministerio de Agricultura de Río Negro.

 

Las pérdidas todavía se están contabilizando y el pavor causado por la situación hizo que una cantidad importante de turistas que habían ido a veranear a la bella playa rionegrina tuvieran que abandonar el lugar por precaución en un operativo que seguramente habrá que revisar y hacer una autocrítica.

 

Playas Doradas es uno de los motores de la vida económica de Sierra Grande, el municipio al que pertenece y por supuesto que el incendio en la zona rural causó pérdidas económicas a los operadores turísticos (que en líneas generales son pequeños emprendimientos familiares), pues básica y literalmente se quedaron sin turistas a quienes ofrecerles sus servicios.

 

El incansable trabajo de los bomberos, brigadistas y operarios de empresas y organismos estatales hicieron que el fuego no afectara la zona urbana de Playas Doradas, pero aun así el daño (intencional o incidental) estaba hecho y había que salir a repararlo.

 

Sin entrar demasiado en detalles, el Gobierno provincial con toda su estructura se puso al frente del operativo para extinguir el fuego y coordinar las acciones de bomberos y brigadistas y de organismos y el municipio de Sierra Grande, que también tuvo una loable participación en el operativo. El ministro de Seguridad, Gastón Pérez Estevan al frente del operativo; el secretario general, Matías Rulli, colaborando en la logística, al igual que la legisladora Roxana Fernández.

 

Los aviones, las picadas, la llovizna, pero sobre todo el recurso humano hicieron que el fuego cesara hacia el sábado a la madrugada.

 

Ese mismo día a la mañana las caras tenían más esperanzas, pero se volvieron aun más optimistas cuando el gobernador Weretilneck anunciaba en el cuartel de Bomberos de Sierra Grande una serie de beneficios extraordinarios para Playas Doradas, como la reactivación de la temporada a través de una campaña publicitaria de 500 mil pesos de inversión y la contemplación de pago de impuestos fiscales a los comerciantes y operadores turísticos. Los anuncios del gobernador y la lluvia llegaban juntos esa mañana de sábado. Ambas cosas muy esperadas y ambas vinieron en el momento justo, la lluvia por obra divina y los anuncios por parte de un Estado que está presente y asiste a sus ciudadanos.

 

Pero el infortunio vuelve a sorprender una y otra vez y así atacó con un nuevo incendio en Río Colorado, primero y en la zona andina, después. Y en cada una de estas situaciones estuvo el Estado rionegrino que marcó diferencias con otras épocas recientes, como la caída de ceniza del volcán Puyehue, donde se le dio la espalda a los ciudadanos afectados.

 

Este Gobierno de Río Negro ya se puso en marcha para mejorar las condiciones de los bomberos. En el caso de los voluntarios, el gobernador anunció que absorberá los sueldos de cuatro efectivos por cuartel, lo que generará un gran alivio para las distintas unidades de bomberos voluntarios rionegrinos. Y por otra parte, las ganancias del acuerdo petrolero también permitirán una renovación total en los cuarteles de bomberos voluntarios, pues habrá más de 18 millones de dólares que se invertirán en equipamiento y vehículos para que nuestros heroicos bomberos cuando salgan a apagar un incendio tengan lo mejor a su disposición para hacerlo.

 

 

Subsecretario de Organización y Gestión Secretaría General de la Gobernación