¿Grieta? Mirá quien habla

«Toda la oposición junta no junta un balde de bosta. Toda la oposición, toda. La derecha, la izquierda, el centro, Macri, Massa, el Partido Obrero, el Partido comunista, el Radicalismo, no juntan 200 gramos de bosta». «La oposición no sirve absolutamente para nada, ya que no logra frenar ningún proyecto que impulsa el oficialismo.

¿Y qué está haciendo el gobierno? Lo que es natural en él: avanzar sin fijarse el costo sin fijarse nada».

«Entonces, ¿qué es lo que siento yo, Lanata, como ciudadano? Que estoy completamente desprotegido. Esto es lo que me pasa. Dejemos de mentirnos y veamos qué carajo hacemos con este país. Y si no vámonos y dejemos que los tipos asuman y cambien todo y listo». «¿Saben qué, Macri, Scioli, Massa, Altamira, Binner, Carrió, etc? No sirven para una mierda. No sirven absolutamente para una mierda. No están haciendo nada. Están de espectadores y ni siquiera tienen buenos tickets. Porque ni siquiera tienen la primera o la segunda fila. Están en la loma del orto aplaudiendo como los demás hacen algo».

Este puteador serial, maleducado, soberbio, vanidoso, porteñísimo, mercenario, es el que como mascarón de proa del Grupo Clarín, dijo estas “palabritas” desde radio Mitre, filial radial del gran diario argentino. Una cosa es putear, en el café, en la cancha, en la casa, en la intimidad. Otra muy distinta es hacerlo en un medio masivo de comunicación y fuera del horario de protección al menor. ¿No le parece? y dicho sea de paso, ninguno de los nombrados salió a cruzarlo. Se llamaron a silencio infamemente. Binner, por caso, llegó a decirle expresamente que tenía razón (¿?). Claro, no vaya a ser cosa que el titiritero mayor no les de los cinco minutos de fama que imploran, en sus programas de TN, de radio o en sus diarios.

Es el mismo que acuñó para gran parte de los argentinos -que lamentablemente se la creen- el término “grieta” acusando al gobierno de generarla a través de la supuesta “crispación” de la sociedad. Resulta muy interesante reflexionar acerca de que, quien acusa de crispar lo hace desde un programa cuyo logo, su carta de presentación, que identifica y representa el mensaje que pretende transmitir, se encuentra simbolizado en una gráfica con el gesto de la mano con el dedo medio extendido, con los otros dedos cerrados debajo del pulgar. Tal “gestito de idea” -diría el querido Carlitos Balá- es conocido planetariamente como “Fuck You”. Ese gesto ha expresado ofensa y desprecio por más de dos mil años. “Es una de las ofensas más antiguas que se conocen”, dice el antropólogo Desmond Morris.

El diccionario inglés-español traduce -y no hago más que transcribir textualmente con las debidas disculpas- el término como: “Jódete. Que te den por el culo. Que te jodan. Chinga tu madre. Que te follen. Chingar. Coger. Culear. Follar. Joder. Púdrete.

Cualquier semejanza con la crispación es pura imaginación atribuida al “relato” del gobierno.
Este “cipayo”, término que la Real Academia Española define como: “secuaz a sueldo” acusa al gobierno de crear la grieta y como manso corderito llama a la paz y la concordia. Precisamente desde esas palabritas y otras tantas como “viejo acabado” refiriéndose a un periodista de 6 7 8. Para ese llamado santo no usa un misal sino ese gesto obsceno ofensivo, y lo hace desde el grupo multimediático que más ha ofendido y ofende a los argentinos.

¿Por qué digo secuaz a sueldo? Veamos lo que decía este fundamentalista converso hace apenas unos añitos refiriéndose a su actual jefe y dueño: «Clarín implementa el terror como política laboral». “El diario que hizo grandes negocios con los militares”.

El 5 de abril de 2009, Jorge Lanata se fue de Crítica y escribió una carta de despedida:
«Párrafo aparte merece la reacción de ayer de algunos medios al informar con verdadera mala leche sobre esta noticia. Es gracioso y patético verse corrido por izquierda por Clarín. El diario que convivió e hizo grandes negocios con los militares (Papel Prensa, junto a La Nación), gerenciado por la señora que se sospecha apropiadora de hijos de desaparecidos, que implementa el terror como política laboral (no tiene, por ejemplo, comisión interna)».

«El diario que montó ilegalmente Radio Mitre, que obtuvo Canal 13 del menemismo y logró la fusión monopólica del cable con Kirchner nos acusa de falta de independencia. Clarín no soporta que no le tengan miedo. Me hubiera gustado, al menos, dar esta pelea con Roberto Noble, su creador, y no con su lobbista Héctor Magnetto y el genuflexo señor Kirschbaum, cada día más encorvado por decir que sí. Nada de lo que digan sobre nosotros cambiará la imagen que ustedes tienen al mirarse al espejo».
Si Sra. esto lo dijo Jorge Lanata.

Señalando la famosa placa con la descomunal y grotesca cantidad de radios, televisoras, diarios, cables y todo tipo de medios que posee el Multimedio Clarín, dijo el inconfesable personaje que ostenta hoy el obsceno gesto como blasón y estandarte, en el año 2009, por televisión pero no desde un medio del Grupo mencionado, dirigiéndose a su audiencia: “Estos son los tipos que manejan gran parte de tus horas libres, de tus deseos, de tus ganas de consumir, de tus simpatías políticas y lo que es peor de todo: de tu libertad”.
Palabra de Lanata.

¿Por qué cambió Lanata? Hay quien sostiene que el Grupo Clarín, pero más precisamente el diario Clarín, fue siempre una competencia muy importante para los emprendimientos comerciales de Lanata que mantuvo siempre un objetivo fijo: comerle parte de la clientela a Clarín, y hacerse así un nicho de mercado propio.

Debe haber creído Lanata que los vínculos entre Clarín y el kirchnerismo iban a ir estrechándose paulatinamente. Y colaboró con la fundación de un mito (muy eficaz) que hoy sobrevive, y creído por muchos: que el kirchnerismo y Clarín fueron socios. En realidad, nunca lo fueron.

En cambio, la relación derivó hacia un lugar totalmente distinto, por decisión de los Kirchner de no dejarse extorsionar más.

A partir de haber visto algunos movimientos (reuniones Kirchner-Magnetto, tapas del diario benévolas, concesiones desde el estado al grupo) Lanata había previsto un «Clarín oficialista». Ingenuamente. Y fundó Crítica con la convicción de que su diario podría llenar el vacío que en el ánimo de las clases medias dejaría el gran diario argentino.

El desastre fue de proporciones, en lo ideológico y en lo comercial. La realidad se lo llevó puesto.
Vendió los despojos del diario dejando cuantiosas deudas, entre ellas a sus periodistas y trabajadores y salvó lo que pudo de sus chamuscadas pilchas. Y se olvidó de su «lucha», que sin objetivo comercial, carecía ya de sentido.
Y sobrevino, entonces, la gran tortilla. Hoy, convertido en insaciable enemigo del gobierno, sus otrora enemigos son sus dueños y titiriteros.

Y para que cumpla tercamente y a pie juntillas su función, le montaron un programa show muy bien pago que tiene por exclusiva y única finalidad esmerilar, denigrar y maldecir todo lo que provenga del gobierno de la presidenta Cristina Fernandez y principalmente a su persona -ignorando ex profeso y despreciativamente que fue elegido en elecciones libres y democráticas por una inmensa cantidad de argentinos-.

No recuerdo que con otro gobierno se haya llegado tan lejos: articular específicamente un programa con tal infame propósito. Pero no es lo único puesto a su disposición.
El puteador serial cuenta también con otros generosos espacios radiales, gráficos y televisivos (radio Mitre, diario Clarín y sus múltiples repetidoras en todo el país, desde donde seguir profundizando la grieta, creada por él y por algunos otros fanáticos odiadores, también secuenciales.

Inspirado en la milenaria frase: “Si no puedes con tu enemigo únete a él”, se puso a sus órdenes y desde allí degrada la política haciéndola espectáculo, pero del berreta.
«La oposición no sirve absolutamente para nada, ya que no logra frenar ningún proyecto que impulsa el oficialismo”, se queja Lanata y por eso los putea y amenaza con irse.

Dos cosas Lanata: La primera: la oposición no frena los proyectos del gobierno no porque no quiera, sino porque no puede. No le dan los números, porque el pueblo no los proveyó -en elecciones libres y democráticas- de la cantidad de representantes suficientes para hacerlo, y sí al oficialismo. Democracia Representativa, Republicana y Federal básica. ¿Se acuerda de haberlo estudiado en Educación Democrática en la secundaria? Mayorías y minorías. Representación parlamentaria. Repáselo. Pretender torcer esa lógica y agitar, como Ud lo hace, es antidemocrático, desestabilizante, golpista, mal que le pese.

La otra Lanata: váyase si quiere. Yo no lo voy a extrañar. Pero no hace falta, nadie lo metió preso ni lo persigue y le va muy bien en este país generoso. Eso sí, sería prudente que no lo utilice como bravuconada. Mejor quédese y vote, ejercite la democracia, afíliese a algún partido si le place, tal vez le vaya mejor todavía ¡quién le dice!.
ENRIQUE MINETTI