Ramos Padilla renunció a juzgado federal de Bahía Blanca contrariado con la Corte

El juez federal subrogante de Bahía Blanca, Alejo Ramos Padilla, anunció que el próximo 31 de diciembre dejará el cargo y explicó que su decisión se debió a la declaración de inconstitucionalidad de la Ley de Subrogancias por parte de la Corte Suprema de Justicia que le quita “legitimidad” como magistrado.

Ramos Padilla cuestionó la decisión del máximo tribunal y explicó, en diálogo con Télam, que su designación “tuvo un estándar mucho más alto del que anteriormente había” y puso en valor los requisitos actuales que el Consejo de la Magistratura lleva adelante para designar jueces subrogantes.

En el breve lapso que lleva ocupando el juzgado de Bahía Blanca, Ramos Padilla avanzó en una de las causas por delitos de lesa humanidad más importantes de los últimos tiempos: la relación entre la Triple A antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y el reciclaje de sus integrantes en el aparato represivo de la dictadura.

Asimismo, visibilizó la situación del presidente de la Cámara Federal de Bahía Blanca Néstor Montezanti, hoy suspendido y en camino a un juicio político.

El juez Montezanti, es investigado por su participación en 22 homicidios cometidos por la organización paramilitar conocida como Triple A entre 1974 y 1975, causa que llevan los fiscales Miguel Palazzani y José Nebbia. También se lo acusa de haberse desempeñado como agente de inteligencia durante la última dictadura cívico-militar.

Al respecto, Ramos Padilla sostuvo que llegó a Bahía Blanca sin saber que Montezanti estaba involucrado en esas causas y que pido el llamado a indagatoria el magistrado y el de seis personas más “que hoy están detenidas y procesadas”, detalló.

“Montezanti aparece mencionado en el expediente desde la foja 3” por lo que se preguntó: “Cómo no lo iba a llamar a declarar, si todos deben responder a la justicia del mismo modo, los jueces no nos podemos hacer los distraídos”.

Consultado sobre si la suspensión de Montezanti en la Cámara guarda alguna relación con la causa Suris, por facturas truchas, en la que supuestamente está vinculado el empresario Lázaro Báez como argumentan allegados al magistrado, Ramos Padillla indicó que “en el juzgado no hay ninguna imputación fiscal contra el empresario”, por lo que desmintió los supuestos.

A propósito de su renuncia, el además juez de Dolores presentó una nota ante el actual presidente de la Cámara bahiense, Pablo Candisano Mera, en la que cuestionó al Poder Judicial de manera integral.

«He visto durante años cómo se degradaba el Poder Judicial de la Nación, cómo jueces complacientes del poder de turno o de las grandes corporaciones acomodaban sus decisiones en pos de un interés mezquino. He visto cómo Jueces de las más altas jerarquías afectaban la legitimidad prorrogando sus mandatos por encima de la Constitución y supeditando su renuncia a fechas determinadas con clara intencionalidad política», señaló en su texto.

A su vez, sostuvo que «la convalidación de las leyes de impunidad en los años 80, la Corte adicta de los años 90, el tratamiento que el Poder Judicial le dio la ley de medios y a la llamada democratización de la justicia (…) los más claros ejemplos de esta degradación».

El juez también exhibió su gestión en Bahía Blanca al indicar que se hizo cargo del Juzgado, el 24 de junio de 2015 donde constató «una grave afectación al servicio de justicia, numerosos atrasos e irregularidades jurisdiccionales y administrativas que fueron oportunamente informados a la Corte Suprema, al Consejo de la Magistratura, la Comisión Interpoderes y a la Cámara».

Ramos Padilla dejó en claro además que renunció tras el fallo que la Corte dio a conocer horas antes del balotaje del domingo pasado, donde declaró inconstitucional la ley de subrogancias que funcionó por casi 10 años.

«Al declararnos y calificarnos como ‘inválidos’, ‘irregulares’, ‘vulnerables’, ‘designados por una mayoría circunstancial’, y ponernos fecha de vencimiento -3 meses-, se puso en duda nuestra legitimidad y la de nuestras decisiones, que son para mí la base ética de la actividad de un juez», manifestó.

Y agregó: «No comparto las consideraciones, ni la oportunidad de ese fallo, pero como Juez debo ser respetuoso de las decisiones del más alto tribunal”.

Ramos Padilla, a partir de enero, volverá a ocuparse exclusivamente del juzgado federal de Dolores.