Fabricaciones Militares en riesgo

Trabajadores de la empresa estatal protestaron por los 142 despidos y la eliminación de áreas enteras de la empresa. La producción de vagones y el contrato con INVAP para la provisión de radares son una incógnita.

(Matías Alonso-TSS) El pasado viernes 5 de febrero se realizó una protesta frente a la sede central de Fabricaciones Militares, en respuesta a los 142 despidos ordenados por la nueva gestión, sobre un total de 350 empleados. La medida fue acompañada por la eliminación de áreas clave de la empresa estatal que, además de abastecer de insumos a las Fuerzas Armadas y de seguridad, tiene clientes en el ámbito civil y se especializa en la industria química y siderúrgica, entre otras.

Algunas de las áreas desarticuladas por la nueva gestión son las de Salud, Seguridad y Ambiente, y la de Planeamiento, que centralizaba la información y administraba las políticas de ventas de la empresa. En concordancia con estas acciones, se hizo público un audio en el que el flamante coordinador técnico de Fabricaciones Militares, Cristian Fernández –un abogado que fue ejecutivo de Sideco Americana, del Grupo Macri, y director del Instituto de Vivienda porteño–, asegura que el plan para Fabricaciones Militares también puede ser un “no plan” y que el acuerdo con la empresa INVAP para producir radares en la Argentina no tiene sentido.

En el interior del país, Fabricaciones Militares cuenta con cinco fábricas dedicadas a la producción, que junto con la sede central sumaban 2500 trabajadores. Mariano Murad, delegado de la junta interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en la sede central de Fabricaciones Militares, le dijo a TSS que “en los años noventa comenzaron por la sede central y después fueron por las fábricas. Había 14 fábricas y quedaron cuatro en pie, que se salvaron gracias a la lucha de los trabajadores. Hoy son cinco, porque se sumó la que fue abierta en San Juan en 2013”.

Fabricaciones Militares fue creada en 1941 con el objetivo de abastecer a las Fuerzas Armadas, pero también para actuar como un soporte para la industria pesada nacional ante la escasez de insumos importados durante la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de su historia fue pionera en la fabricación de explosivos para minería y de materias primas básicas para la petroquímica, pero en 1991 se privatizaron la gran mayoría de sus fábricas. En 2015, mediante un convenio con el Ministerio de Interior y Transporte de la Nación, estuvo encargada de diseñar una serie de vagones de carga para reactivar el servicio de la empresa Belgrano Cargas. “La producción de vagones está parada –asegura Murad–. Por la improvisación de las nuevas autoridades y su falta de conocimiento sobre lo que hace Fabricaciones Militares, esas unidades no se están produciendo actualmente”, agrega.

Como forma de protesta frente a las decisiones de las nuevas autoridades, encabezadas por el subsecretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Héctor Lostri –arquitecto y ex subsecretario de Planeamiento porteño–, los trabajadores despedidos decidieron organizar la charla “Defender la ciencia y la tecnología es defender la industria nacional”. En la jornada de protesta, algunos de los oradores fueron Jorge Aliaga, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA); Enrique Martínez, ex presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); y Martín Scalabrini Ortiz, consejero directivo de la Facultad de Ingeniería de la UBA.

“En los últimos días, más de una decena de personas nuevas han ingresado a Fabricaciones Militares”, dice Murad. Estamos a favor de que ingrese nuevo personal, pero el problema es que están reemplazando a gente idónea, que hoy se encuentra en la calle sin motivo ni justificación. Además, está conduciendo la sede central de Fabricaciones Militares el hermano del subsecretario [por Lostri], que no tiene ningún nombramiento, con un manejo que parece el de una pyme familiar”.