Aseguran que hay 40 casas usurpadas en Sierra Grande

Más de 40 viviendas que forman parte de los activos de la MCC Minera Sierra Grande fueron usurpadas por familias de la localidad durante la madrugada del viernes.

Una fuente confiable confirmó a Prensa Serrana que alrededor de las cuatro de la mañana usurparon los primeros inmuebles y posteriormente, con el transcurso de las horas, fueron apareciendo otras familias en forma masiva.

Los inmuebles se ubican en el barrio Villa Hiparsa, en el sector que habitan los trabajadores de la empresa minera. Son viviendas que estuvieron abandonadas desde que se produjo el cierre de la empresa HIPASAM e iban a venderlas a través de un convenio bancario por un valor aproximado a los 300.000 pesos.

“Confrontaron en este marco dos realidades sociales que golpean seriamente a la población de Sierra Grande. La crítica situación de la empresa minera, que obliga a sus directivos a obtener recursos para mantener en pié el denominado “proyecto Sierra Grande” y la crisis habitacional por la cual atraviesa la localidad desde hace varios años”, consignó el periodista local Christian González Ríos.

Agregó que hasta la toma de las viviendas llegaron varios matrimonios jóvenes con hijos y sin trabajo. Por la tarde, la Policía entregó una citación firmada por el comisario de la Unidad Trece a cada ocupante, por el cual los convocó a que se hagan presentes en la Comisaría.

Al ser informados y notificados de la citación -la gran mayoría de los ocupantes- se negaron a concurrir y pidieron la intervención de un juez para que brinde las garantías establecidas en la Constitución de la Nación.

Cuando prácticamente caía la noche se pudo apreciar ventanas improvisadas con chapas de zinc y varios de los ocupantes limpiando patios y veredas.

Las casas en cuestión no cuentan con ningún tipo de servicios y al parecer la red de gas estaría totalmente deteriorada al igual que la red de agua y el tendido eléctrico.

Para la MCC Minera Sierra Grande este es un nuevo escollo porque durante los últimos meses vienen buscando infructuosamente la manera de inyectar dinero a sus arcas para evitar la quiebra del proyecto y desemplear a casi 400 trabajadores.

“La escasa preocupación por el grave problema habitacional colapsó de la peor manera, inclusive la Policía montó una guardia permanente en un plan de 40 viviendas ante versiones que daban cuenta que también iba a ser ocupado”.