Piedra libre para Tamara Pérez Balda

(ADN).- ¿Quién no puede ahorrar 50.000 dólares por mes?, declaró Támara Pérez Balda en el Programa Bandas Ancha, que se emitía en el 2010 en Radio Noticias y desató la polémica.

En realidad la Secretaria de Hidrocarburos de Río Negro durante el gobierno de Miguel Saiz, siempre fue polémica y con dotes de habilidad que le permitieron llegar a ese cargo y continuar incólume a nivel nacional a pesar de los cambios de gobierno.

Ayer fue vista durante la exposición que el ministro de Energía de la Nación, José Aranguren, realizó en el Congreso y las cámaras de la televisión tomaron el rostro de la funcionaria, quizás desconocida para la mayoría de los televidentes, pero no para los rionegrinos que recuerdan su paso por la administración y las denuncias por “malversación de fondos” que le hiciera el peronismo rionegrino.

En una denuncia del actual intendente de Roca, Martín Soria, ante la Defensorí¬a del Pueblo, en esos años, se refería al destino que la Dirección de Hidrocarburos de la Provincia (a cargo de Pérez Balda) habrí¬a dado a más de 3 millones de dólares aportados por empresas petroleras.

Soria dijo que la funcionaria «ha reconocido que ha alterado el destino especifico que legalmente tení¬an asignados más de 3 millones de dólares».

En el marco de esta investigación fue que Tamara Pérez Balda declaró al conductor del programa radial que “si como joven profesional no podí¬a ahorrar 50 mil dólares al año, colgaba el título».

La Secretaria de Hidrocarburos de Miguel Saiz asumió el cargo en diciembre del 2005 y estuvo en el cargo hasta el fin del mandato del gobernador radical. A poco de transitar por la administración pública logró comprar un terreno en el Balneario el Cóndor, un departamento en Mar del Plata, una chacra en el Idevi, vehí¬culos, y dos depósitos en diferentes bancos por 100 mil dólares cada uno».

Su buena estrella la sigue acompañando ahora en la gestión de José Aranguren al frente de Energía de la Nación, donde demostró una vez más su buena relación con las empresas de petroleras, un capital muy preciado y no tan fácil de exhibir.