Sumar tierras bajo riego: Se viene la era de las corporaciones

(ADN).- La semana pasada, se realizó una jornada nacional sobre las nuevas áreas para riego donde participaron ministros provinciales de la producción a la que también asistieron expertos del Banco Mundial. «Tenemos un esquema claro, simple y sencillo para sumar a las partes», dijo el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartúa sobre la iniciativa para conformar corporaciones público-privada para riego. En opinión del funcionario, algunas provincias podrían mejorar su producción si tienen éxitos estos modelos de producción. «Es clave promover la inversión privada para que la Argentina llegue a un nivel de inversión que refleja actividad económica, empleo y crecimiento», expresó el funcionario nacional.

«Para la Argentina el esquema que diseñamos es simple. Proponemos crear corporaciones de riego en base a esas áreas. Las corporaciones van a tener un formato legal, posiblemente SA, con capacidades, derechos y deberes en un área extensa, en algunos casos de más de 100.000 hectáreas», contó al diario La Nación Pablo Bereciartua, subsecretario de Recursos Hídricos del gobierno nacional.

Las corporaciones van a tener un órgano de gobierno donde van a estar el gobierno nacional, que promueve este plan y eventualmente realizará parte de la inversión en infraestructura o proveerá garantías, los gobiernos provinciales, dueños del agua, proporcionando cupos para su uso y co-inversores en el desarrollo de las corporaciones con la reinversión de los incrementos de las impuestos, como al valor de la tierra. Además, en las corporaciones también van a tener un asiento en su directorio los futuros usuarios del agua, los productores de cada región.

Habrá fideicomisos que van a recibir las inversiones nacionales y, sobre todo, de los inversores privados para promover el desarrollo de infraestructura, básicamente pequeñas represas, acueductos, estaciones de bombeo y también otras obras conexas, ya sea de índole eléctrica o logística. Los fideicomisos van a poder emitir bonos, que van a ser el vehículo por el cual se repague la inversión en base a la venta parcial de la propiedad privada de los productores en la corporación.

En rigor, la idea es que exista para cada región una masa crítica de productores interesados en participar en las corporaciones y en firmar una opción de venta futura de su campo cuando tienen el agua y la energía en el establecimiento. Las obras van a ser de cuatro a seis años contra la cesión futura de la tierra para permitir el repago precisamente de la inversión.

En este sentido, una vez que se sustancia la obra un porcentaje de la tierra pasa a dominio efectivo del fideicomiso y eso va a permitir la reventa de un porcentaje de la tierra. Se crea así un valor de cambio inmobiliario que financia la infraestructura.

Si bien se espera que con este esquema de corporaciones haya una fuerte participación de inversores privados o el mercado, se estima que el Estado podría viabilizar una inversión del 20 al 25% para esas áreas.

Por lo pronto, ya se está avanzando en las primeras carpetas de inversiones y proyectos con Río Negro, Neuquén y Chubut, provincias donde está el 40% del potencial inicial de las más de 835.000 hectáreas definidas.

En esta línea, los proyectos que se podrían concretar en esas provincias patagónicas ya involucran unas 200.000 hectáreas y requerirían en inversión 1000 millones de dólares.

El ejemplo de Perú
El Gobierno nacional está entusiasmado con potenciar el riego en sus diversas formas y para ello estuvo revisando casos exitosos en el mundo con modelos de asociaciones público-privada. El ejemplo más cercano es Perú, que en diez años desarrolló más de 140.000 hectáreas bajo riego con tierras fiscales. Logró duplicar la superficie con inversión privada. Además, hay otros casos en España y cuencas de Francia que fueron evaluadas por las autoridades. Hay un equipo de expertos con participación de las provincias, el Instituto Nacional del Agua y la Subsecretaría de Recursos Hídricos trabajando en un plan nacional para la actividad. Por su parte, vía un convenio, el Banco Mundial puso a disposición, a su propio costo, expertos internacionales. Esos expertos estuvieron en mayo pasado participando de un taller.