¿Crisis en Desarrollo Social provincial?

(Jorge Luis Vallazza*).- La preocupante situación que sufre el área de Desarrollo Social provincial se refleja concretamente en funcionarios que renuncian o son fuertemente cuestionados por su idoneidad, programas que no se ejecutan, trabajadores que reclaman y se movilizan ante la falta de respuestas y recursos, situaciones de maltrato y persecución, y condiciones laborales aberrantes como la existencia de cientos de Trabajadores en Negro dentro de un área muy sensible del propio Estado rionegrino.

La mayoría de estos conflictos no son nuevos, sino que vienen desde hace años.

El accionar de este Ministerio se fue reduciendo a ser una ventanilla de reparto discrecional de distintos recursos asistenciales- que se incrementa fuertemente en años electorales- con una ausencia total de diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación de políticas sociales de promoción de Derechos, que apunten a las causas, y no sólo a las consecuencias de la pobreza.

La respuesta del gobierno provincial parecería tender a negar absolutamente el problema, poner funcionarios “obedientes” que no cuestionen, echarle la culpa de los reclamos a un grupo de trabajadores sindicalizados, disciplinar los espacios donde pueda haber una voz disidente, y hacer una buen manejo mediático para que toda esta situación no salga en los diarios ni en la televisión.

Sin embargo- el sol no se puede tapar con las manos- y el mismo gobernador tuvo que llenar de policías y custodios el hospital de Bariloche para tratar de no atender a una treintena de trabajadores de Desarrollo Social- la mayoría mujeres- que querían entregarle una nota expresando sus reclamos.

Valientes mujeres que traspasaron las masculinas y fornidas vallas simplemente para que se entere su gobernador de lo que están padeciendo cotidianamente, y solicitarle que ello se revierta.

Seguramente se sorprenderá Weretilneck cuando lea que varias de las denuncias que hacen las trabajadoras son extraídas de información pública de la propia Contaduría General de la Provincia. Faltando un cuatrimestre para terminar el año, los números provinciales muestran que hay más de una docena de programas de Desarrollo Social, que suman decenas de millones de pesos, en los cuales hasta la fecha no se ha gastado un solo peso, y que hay otra docena de programas de la misma área, que suman alrededor de 150 millones de pesos, cuyo pago de obligaciones ronda para esta época del año sólo el diez por ciento de lo presupuestado.

Difícil creer la explicación que el responsable de esta situación sea ATE, y realmente no se entiende por qué se desatiende y ningunea esta importante área del gobierno, más en un contexto nacional donde la realidad socio-económica se presenta compleja, a partir del crecimiento de la pobreza que ha desencadenado la instalación del neo liberalismo económico en el Poder.

Las principales víctimas de estas políticas erráticas del gobierno son niñas, niños y adolescentes que tienen sus derechos vulnerados, y a los que el Estado debería atender prioritariamente– tal cual lo marcan las convenciones internacionales y toda la legislación vigente.

Dicho en términos más sencillos y crudos; son niñas, niños y adolescentes de carne y hueso- también mujeres, adultos mayores y personas con discapacidad , con nombre y apellido, que sufren una realidad de abandono, carencias, violencia, o violación de derechos, a la que se le suma la violencia institucional de un Estado en crisis que- en vez de tratar de revertir esta situación dramática- vuelve a abandonarlos, a estar ausente y a violar sus derechos.

Sabemos muy bien cuáles son las consecuencias de todo esto : hechos y situaciones dolorosas y trágicas, las cuales resulta ya muy tarde atender cuando se convierten en “noticia” y salen en los medios de comunicación.

Tal vez se pueda evitar llegar a esos puntos sin retorno, si se reconocen las “crisis” a tiempo.

*Legislador Provincial FPV