La opinión de la Procuradora ● Liliana Piccinini
La elección de este modo de expresarme es mi derecho, mi opción y también mi obligación de responder a vuestros juicios y valoraciones, sin desmedro del derecho que también les asiste a Uds., como a todo ciudadano, de opinar. La diferencia que los distingue de los demás ciudadanos es que Uds.- en tanto comunicadores sociales- tienen la obligación de informarse, para luego, o bien, transmitir responsablemente la información, o bien opinar con fundamento y sobre todo con firma de quien opina.Con relación al motivo del artículo de opinión titulado «Cuando la Justicia mira de reojo», que ilustran con mi imagen, para interrogarse:
«¿Por qué no actuaron la Procuración y los fiscales. Ningún funcionario con competencia se preguntó si debía actuar de oficio, porque ya nadie puede justificarse en el desconocimiento.?»;
Saben Uds. mejor que nadie, que no efectuaron la labor periodística necesaria para obtener una respuesta oficial al respecto. De haberlo hecho, más que una opinión solitaria, hubieran podido informar las razones. Y si las mismas no les resultaban convincentes, entonces opinar al respecto.
Luego afirman: «Antes jueces y fiscales actuaban diligentemente ante la mera presunción de delitos denunciados por legisladores, dirigentes políticos opositores y la ex defensora del Pueblo, ahora legisladora oficialista. Existieron casos en que actuaron fiscales por una denuncia anónima, dejando un papelito en el parabrisas de un automóvil, magistrados que allanaban edificios públicos previo aviso a los periodistas y hasta se pidieron desafueros. Incluso una vez se allanó la Casa de Gobierno en busca de cuatro decretos que estaba publicados en el boletín oficial.»
Antes y ahora, corresponde actuar cuando hay presunción de delito. Debieran Uds. preocuparse e informar sobre el estado de esas investigaciones que citan (el papelito anónimo originó una investigación relacionada con dineros públicos mal utilizados en beneficio personal de un legislador, los allanamientos que se han realizado a pedido de los Fiscales, todos, dieron inicio a actuaciones por delitos de corrupción. Sin embargo no he leído en ADN opinión o información manifestando preocupación por el estado de dichos procesos. Como ciudadanos debieran preocuparse, como periodistas debieran ocuparse.
También sostienen, a modo de verdad consagrada:»Ante este escandaloso caso la Procuradora no ordenó intervención alguna, más parece preocupada por llegar al Superior Tribunal de Justicia, cuando amplíe sus miembros, que cumplir con sus funciones».La adjetivación es vuestra: «escandaloso» es aquello que provoca «escándalo» y según la Real Academia significa: Acción o palabra que es causa de que alguien obre mal o piense mal de otra persona./ Alboroto, tumulto, ruido./Desenfreno, desvergüenza, mal ejemplo./Asombro, pasmo, admiración/.Dicho o hecho reprensible que es ocasión de daño y ruina espiritual del prójimo/.que se recibe o se aparenta recibir sin causa, mirando como reprensible lo que no lo es./ Ruina espiritual o pecado en que cae el prójimo por ocasión del dicho o hecho de otro. Hasta allí pareciera que están en lo cierto: es un caso escandaloso. También lo es que ha merecido observaciones de los Órganos de control interno y que deberán expedirse los órganos de control externo; luego se sabrá – porque aún no han intervenido- cómo se pagará, quién pagará y si se está ante irregularidades merecedoras de reproche administrativo vía juicio de responsabilidad. Lo cual es de por sí grave. Llegado el caso, también corresponderá la intervención del Ministerio Público si las irregularidades son portadoras de elementos tipificantes de delito y se llevaran adelante las acciones.
En cuanto a las preocupaciones de esta Funcionaria, sepan que son muchas, variadas, constantes y todas alejadas del interés que Uds. pregonan.
«Llegar», como Uds. Expresan, al STJ., implica acceder a un cargo que, les recuerdo, por manda constitucional es de igual jerarquía que el que hoy ostento, y en todo caso, debiera ser motivo de satisfacción, de orgullo, de vocación; más nunca una preocupación.
Quedo a la espera de la publicación de la presente y a vuestra disposición para satisfacer sus inquietudes periodísticas.
Cordialmente.
Dra. Liliana Laura Piccinini. Procuradora General.