Las universidades K: poca oferta académica y muchos contratos, dice Clarín
Capital Federal (ADN).- Un informe realizado por la periodista María Eugenia Duffard, del diario Clarín, describe la situación de las nuevas universidades impulsadas por el kirchnerismo. Publica que las conducen dirigentes vinculados al kirchnerismo con pocos pergaminos docentes y que “manejan fondos abultados”. De Río Negro consignó la información que ya había publicado ADN el 2 de julio sobre el nombramiento de varios familiares que realizó el rector del UNRN, Juan Carlos del Bello.
La crónica completa de Clarín:
Una oferta académica reducida, presupuestos abultados y una nómina de autoridades con apellidos conocidos pero de poca trayectoria académica, son la carta de presentación de las nuevas Universidades Nacionales impulsadas por el kirchnerismo. Con el argumento válido de descentralizar la educación superior y acercarla a los sectores de menores recursos, el Gobierno impulsó, entre 2007 y 2009, la creación de nueve Universidades Nacionales, de las cuales cinco se radicaron en el Conurbano. Se trata de las Universidades de José C. Paz, Moreno, Avellaneda, Arturo Jauretche (Florencio Varela) y Del Oeste (Merlo).
En la Universidad Nacional de José C. Paz, inaugurada por Cristina Kirchner en octubre de 2010, los conductores académicos son avezados políticos. El secretario general es un hombre del kirchnerismo duro: Mauro Dante Dovena, hijo del embajador en Uruguay, Dante Dovena. Como abogado y ex asesor en la Subsecretaría de Asuntos Legales de la Secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, el hijo del ex diputado (autor del proyecto de ley para crear la universidad) se encarga de administrar la universidad que conduce otro soldado K: Alejandro Battaglia. Sin experiencia docente, Battaglia fue el hombre que propuso el intendente Mario Ishii y por quien hubo que esperar 15 meses, el tiempo que le llevó a Battaglia completar su mandato como concejal de San Martín.
“Lo de José C. Paz fue un escándalo, el edificio estaba terminado antes de que se creara la Universidad y después estuvo más de un año sin rector porque ninguno de los que se proponía era aceptado por el intendente”, contaron quienes siguieron de cerca la integración de la universidad y advirtieron: “ Battaglia está casi al margen de lo que exigen los estatutos universitarios: que al menos seas profesor”.
Por tratarse de universidades recién creadas, los rectores cobran un salario fijado por ley idéntico al de un subsecretario de Estado: no más de 20 mil pesos. Sin embargo, en Avellaneda el período de normalización ya se cumplió y el sueldo de las autoridades es fijado por la casa de estudios: no menos de $25 mil y hasta $45 mil, disminuyendo entre un 15% y 20% para los cargos de vicerrector y secretario académico. En Avellaneda, la vicerrectora es Nancy Ganz, profesora de educación física igual que su esposo, Jaime Perczyk, el secretario de Educación del ministerio que conduce Alberto Sileoni. Perczyk es un viejo militante del peronismo porteño a quien en la cartera de educación todos conocen como “el viceministro”.
Por cada alumno de la Universidad Nacional de Avellaneda, donde se ofrecen carreras como la tecnicatura para la Gestión de Empresas Fúnebres y durante los recreos se pasan por pantalla gigante discursos de la Presidenta, el Estado aporta $47.327 al año, casi cinco veces más que por un alumno de la Universidad de Buenos Aires.
El escenario se repite en Merlo. En la Universidad Nacional del Oeste, inaugurada por Cristina en septiembre de 2011, el secretario académico es Martín Alfredo Othacehé, hijo del intendente de Merlo desde hace 21 años consecutivos, Raúl Othaché. Martín es, además, actual concejal por el Frente para la Victoria y no cuenta con curriculum docente . El rector es Marcelo Raúl Ducrós, un hombre sin bagaje académico pero “preocupado por aprender y entender el mundo de la universidad”, explicó un funcionario que lo conoce bien.
En la Universidad Arturo Jauretche de Florencio Varela el rector es un hombre conocido en el kirchnerismo: Ernesto Villanueva. Sociólogo y experto en cuestiones de política universitaria, conserva aún una gran amistad con el diputado Carlos Kunkel, con quien estuvo detenido durante la dictadura. Aunque se hizo cargo de la gestión de la nueva Universidad de Florencio Varela desde antes de su inauguración en 2010, Villanueva no renunció a su puesto en la Comisión Nacional de Evolución Universitaria Argentina (CONEAU), organismo encargado de analizar el rendimiento de las Universidades Nacionales.
Tampoco el vicerrector de la Universidad de La Matanza, Víctor René Nicoletti ni la secretaria Académica de la UBA, María Catalina Nosiglia, renunciaron a sus bancas en la CONEAU.
En Moreno, el rector es Hugo Andrade, quien se desempeñó como secretario de Economía de la Municipalidad entre 1995 y 1999 durante la intendencia de Mariano West, quien durante su mandato como diputado promovió la ley de creación de la universidad.
Pero no solo en las nuevas universidades nacionales del Conurbano aparece el “amiguismo”. En la Universidad Nacional de Río Negro, creada en 2008, el rector Juan Carlos del Bello, un menemista devenido en kirchnerista, nombró en la casa de altos estudios a sus hijos Marcos y Carolina del Bello, además de otra docena de familiares y amigos.
Más gasto por alumno que en la UBA