Plus médico: extorsionador, abusivo e ilegal ● ADN

Persiste en los médicos el cobro del plus a sus pacientes, una práctica ilegal que se ha convertido en habitual y abusiva.

¿Cuál es la defensa del paciente? Ninguna, está indefenso frente al profesional y sus secretarias que “a cara de perro” cobran un emolumento por sobre el bono de la obra social. En algunos casos se le brinda al afiliado una factura que no es más que un consuelo, porque en la mayoría de los casos no tributa impuesto alguno y fomenta la evasión.

Ante la negativa de pagar este plus el ciudadano se quedará sin turno ni atención y difícilmente haga denuncia alguna, generalmente por prejuicio ante el profesional o por miedo.

Esta habitualidad tiene la complicidad del IPROSS como así de otras obras sociales, pero si analizamos el rol de la obra social provincial nada se ha hecho para erradicar el cobro del plus. Además hay muchas prácticas que se cubren por reintegros que se cobran mal, tarde o nunca.

El plus debe ser erradicado.

Los gobiernos anteriores nunca pudieron corregir esta irregularidad y la actual administración a pesar de prometer cambios y conductas distintas, nada pudo hacer frente a la corporación médica.

El titular del IPROSS Fabián Zgaib, llamativamente ha declarado que los médicos reconocen en privado el cobro del plus, pero que “nada podemos hacer”, aceptando con resignación el incumplimiento de sus funciones y el deber de evitar que el afiliado, que paga por su obra social, tenga que desembolsar dinero en efectivo para recibir atención médica.

Hay una cadena de complicidades que perdura desde hace años y que conjugan responsabilidades compartidas.

En el Estado se pagan suculentos sueldos a los funcionarios que cobran el 30 por ciento de sus haberes “en negro”,  con lo cual no aportan  lo que corresponde al IPROSS.

Por otra parte a muchos  empleados se les  mantienen bajos los sueldos y se paga adicionales no remunerativos que no sufren descuentos para la obra social. A esto se suma el incremento de la aparatología médica para el diagnóstico y tratamientos, el aumento del promedio de vida, las deudas de los gobiernos a la obra social,  a los colegios médicos y con asociaciones de profesionales de la salud y muchas otras variantes que hacen que el costo lo pague el ciudadano.

El IPROSS anuncia a los cuatro vientos que están al día los pagos a los  colegios médicos, pero esto no significa un beneficio para el afiliado que sigue esperando por reintegros y pagando una sobre consulta que bien podría destinar a los gastos de medicamentos.

Por su parte los médicos dicen que si bien se ordenaron las cuentan hay muchas deudas atrasadas, motivo por el cual se cobra el plus, una manera elegante y poco ética de extorsionar.

De todos modos ningún profesional está obligado a trabajar con el IPROSS y bien podría dejar de vincularse con la obra social dejando lugar a otros médicos, claro que esta actitud sería ilusoria porque la mayor facturación pertenece al IPROSS y nadie está dispuesto a perder esa fuente de ingreso.

El plus médico es abusivo e ilegal y atenta contra el derecho a la salud y la dignidad del paciente que es sometido a la resignación, ya sea por mantener a su médico de confianza, demandar a un especialista o no contar con otra alternativa en la oferta médica y fundamentalmente por no tener protección del Estado.

 

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