Echarren y el STJ: “No importa la cantidad de jueces, sino que sean trabajadores”
Viedma (ADN).- El ex juez del Superior Tribunal de Justicia, Edgar Echarren no consideró que la modificación de tres a cinco integrantes en ese organismo cause un efecto de mayor velocidad procesal en el desempeño del Poder Judicial y destacó que “la cuestión no pasa por el número de magistrados, lo que importa es que haya jueces trabajadores y con conocimiento claro de lo que tienen que hacer”. Además, quien fue más de 10 años juez –y por períodos, presidente- del STJ y recientemente fiscal general- aseguró que “en el Poder Judicial hay muchas otras urgencias, como la organización del fuero penal de la Procuración General, donde el mecanismo y la estructura es manifiestamente insuficiente para el ejercicio de la acción penal, porque falta la Policía Judicial y otros organismos que permitan tener una justicia penal más eficiente”.
“Lo que hay que tener en cuenta es el artículo 206 inciso 4 de la Constitución provincial que establece: El Superior Tribunal de Justicia ejerce el derecho de iniciativa en materia judicial, pudiendo designar un juez para que concurra al seno de las comisiones legislativas pora fundamentar los proyectos y brindar informes”, describió inicialmente Echarren, en declaraciones a Lo Principal en LU15.
“No creo que sea saludable que el Poder Legislativo y el Ejecutivo tengan iniciativas en este aspecto sin consultar ni dar participación al Superior Tribunal de Justicia”, dijo respecto del fallido proyecto de aumentar a cinco los miembros del STJ.
Recordó que “en 1983 el STJ tenía tres miembros, aunque en determinado momento estuvo a cargo de dos jueces por la renuncia de uno. Después se intentó la experiencia de cinco miembros y, finalmente, se retornó a tres”.
“No creo que la modificación de tres a cinco integrantes cause efecto que sea más veloz procesalmente el desempeño del Poder Judicial. El STJ conduce ese poder, pero no vamos a lograr con la incorporación de otros dos miembros una mayor eficiencia en la administración de justicia”.
Estimó que “habría que revisar si el mecanismo de casación, que atiende el STJ, se ha visto superpoblado de expedientes como consecuencia de jurisprudencia que habilitó ese recursos a casos que, verdaderamente, no corresponde. O el STJ se ha cargado con una enorme cantidad de trabajo vinculada con las apelaciones de amparo o aspectos electorales y administrativos”.
“El STJ no solo administra justicia, sino que atiende la administración del Poder Judicial, como el presupuesto, ingreso y egreso de empleados, aspectos disciplinarios. La cuestión no pasa por el número de jueces, lo importa es que el STJ tenga jueces trabajadores y con conocimiento claro de lo que tienen que hacer. Tres jueces pueden abastecer el Poder Judicial en su función jurisdiccional…”.
Refirió también que “en el Poder Judicial hay muchas otras urgencias, como la organización del fuero penal de la Procuración General, donde el mecanismo y la estructura es manifiestamente insuficiente para el ejercicio de la acción penal porque falta la Policía Judicial y otros organismos que permitan tener una justicia penal más eficiente”.
“Estos temas debieron ser examinados en forma pormenorizada. No se ha hecho un estudio preliminar acerca de las profundas razones institucionales, administrativas y estructurales que aconsejarían modificar el número de miembros del STJ”, añadió.
“Cuando éramos cinco no modificó sustancialmente la eficiencia y la velocidad con la que se resolvían los casos. Llegamos a la conclusión que la dotación del STJ, en materia de relatores, que colaboran con los jueces para preparar los fallos, y los secretarios, con tres jueces eficientes se puede”.
“Es la modificación del sistema lo que está en juego, no la cantidad de jueces”, remarcó en el momento siguiente del extenso reportaje.
Aludió a la reforma constitucional de 1994, cuando que se pasó de dos a tres senadores por provincia. “¿Se ha modificado la eficiencia del Senado? O la Legislatura de Río Negro, que integré en 1973, que pasó de más de 23 a 46 tiene ahora mayor fluidez”, se preguntó.
“Destacó que “los jueces del STJ tienen que ser los mejores, vía Consejo de la Magistratura. De dónde son (de qué ciudades) no tiene importancia, a mi juicio, cuando lo que está en juego es la sabiduría, la eficiencia y la significación institucional de cada una de las personas”.
“Entender que los jueces deben responder a la representación poblacional de cada zona de la provincia o que deben todos varones o todas mujeres, técnicamente no tiene asidero”.
“En el STJ está la sabiduría jurídica, no la representación territorial, que está en la Legislatura”.
“En 1983 éramos dos jueces de Viedma y uno de Bariloche, y varios años después. No se trata de una cuestión territorial, sino de calidad jurídica y funcional” concluyó Echarren, quien también legislador provincial en la década del ‘70. (ADN)
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