Piden recursos para terminar y mantener un gimnasio en el Alto
Bariloche (ADN).- El gimnasio del Padre Pepe, rebautizado como Centro Newenche, requiere de un millón de pesos para culminar la obra que se encuentra en el barrio 34 Hectáreas y que realiza una importante tarea social, siendo la única infraestructura de los populosos barrios del Alto. Hubo promesas pero piden precisiones. La obra fue ideada luego de la violencia y represión a jóvenes del Alto sucedida en junio de 2010, donde murieron tres jóvenes. La necesidad de un lugar que brinde apoyo y contención en esa zona de la ciudad motivó el inicio del gimnasio planeado por la Iglesia Católica con aportes de fondos estatales.
El gimnasio se inauguró el 11 de agosto pasado “ante la urgencia social en la necesidad de este espacio”, señalan sus referentes que exigen al Gobierno provincial respuestas concretas para la entrega de fondos para su culminación.
El establecimiento se inauguró aún sin terminarse la obra con la habilitación de una escuela de fútbol, de patín, de básquet y de atletismo, además de áreas de recreación, murga, danza terapia, peluquería, panadería, cine, apoyo escolar, eventos familiares, además de prestarse los espacios a pedido.
Sin embargo, la obra todavía no tiene calefacción y restar concluir con los vestuarios, iluminación exterior, cerco perimetral y un espacio albergue, por eso se requiere de un millón de pesos para concluirla, además de recursos para sostener los cargos de porteros, talleristas y docentes, y el mantenimiento estimado en 35.000 pesos mensuales.
“Muchos funcionarios de distintos Ministerios han pasado por la obra, y han celebrado el Centro Newenche, su necesidad y urgencia, pero lo cierto es que, salvo el aporte del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de $300.000 la obra sigue sin terminarse”, señalaron los referentes del Centro que piden compromiso de Provincia para obtener los fondos.
Según el nucleo organizador del gimnasio, este espacio “es una de las formas concretas de ocuparse” de los problemas que aquejan en los barrios periféricos como el consumo de drogas, la venta de armas, la violencia, la falta de oportunidades y la precariedad en la que viven las familias de los barrios.
“Ciertamente el Newenche no va a solucionar todos los problemas del Alto barilochense pero puede aportar mucho. Hoy estamos tristemente ante la disyuntiva de tener que cerrarlo si no hay respuestas concretas y rápidas”, explicaron desde el centro. (ADN)
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