En busca de una oportunidad ● ADN
Las candidaturas para las elecciones a senadores son el plato fuerte de las disputas en los partidos políticos con vistas a las elecciones parlamentarias del año próximo. Los representantes rionegrinos surgirán de las urnas por el sistema de mayoría y minoría, que otorga más chancees que el sistema D’hondt por el cual se elegirán a los diputados.
La Unión Cívica Radical buscará recuperar –aunque sea una porción- del electorado perdido con las elecciones provinciales del 2011, fundamentalmente con el intento de captar voluntades contrarias al gobierno nacional.
Ya no es novedad que el oficialismo nacional preocupado por conseguir la mayor cantidad de escaños en el Congreso para marchar hacia la reelección de la presidente, hará lo posible para que el ex gobernador Miguel Saiz –posible candidato- ocupe el lugar de senador por la minoría, rememorando viejas alianzas K.
Lo dicen los mismos operadores y amigos de Saiz y también los propios peronistas, que hablan de un acuerdo y apoyo para su campaña. En la intimidad del gobierno de Weretilneck se tiene la misma presunción.
Otro de los dirigentes de este partido, Bautista Mendioroz, será candidato a senador mientras se trabaja en acuerdo en el sector Blanco-Rojo-Blanco, donde también Pablo Verani hizo conocer su propósito de postularse.
El viedmense, que según encuestas del mes octubre – realizada en las principales ciudades – es uno de los radicales mejor posicionados, recorre pacientemente el territorio rionegrino en una larga marcha.
Desde la anterior interna, donde reunió en Viedma y otras ciudades a miles de personas, no ha parado. Visita comités y toma contacto con distintos actores de la comunidad en cada circuito. Precisamente esto, la presencia constante en el territorio y un discurso opositor al kirchnerismo, son los pilares, a entender de sus colaboradores, donde funda sus pretensiones.
En tanto el acto que Horacio Massaccesi – también con intención de ser candidato- realizó en Viedma, donde el ex gobernador y sus amigos habían puesto grandes expectativas, no parece haber tenido el resultado deseado, ya que no se concretó en el salón principal y en cambio se ocupó sólo una sala menor del local policial de la calle Moreno, con una limitada presencia de dirigentes de otras regiones.
Massaccesi no se arriesgó a la recorrida provincial. Sus presentaciones se limitaron a la zona atlántica, Jacobacci, en la línea sur, algunas localidades del valle medio y Villa Regina su ciudad natal. Pudo reunir en Viedma a ex funcionarios (algunos muy cuestionados y otros procesados), amigos y fue magra la presencia de jóvenes.
Resta una instancia donde quedan de lado fantasías y especulaciones: las elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias.
Por el lado del gobierno del FpV no está dicha la última palabra. Alberto Weretilneck reitera que si la presidente nomina a un candidato del gobierno se estrecharán filas para darle su apoyo.
Esta “orden” deberá ser precisa, taxativa y directa. Ante la duda y la presencia del menor resquicio posiblemente surja un candidato del gobierno que enfrente las aspiraciones de Miguel Pichetto.
Sucede que hasta ahora todos estiman que el senador es el candidato del gobierno nacional, pero nadie lo dice. Sólo se observa en grandes carteles una foto junto a Cristina Fernández, en una profusa campaña gráfica que cubre casi todo el territorio.
El FpV reconoce que será difícil mantener el caudal electoral que llevó a la gobernación a Carlos Soria. El desgaste del oficialismo en el primer año de gobierno es notorio y los encuestadores observan síntomas de descontento y más aún en el marco de una elección nacional.
Existen otros condimentos. El justicialismo, partido mayoritario de la coalición gobernante, no tolera que el gobierno sea conducido por un no peronista. Esta pelea interna entre sectores se trasladó al seno de las estructuras partidarias con reuniones de los máximos organismos de conducción.
La gobernación Weretilneck es diariamente cuestionada por el pichetismo, con críticas que tienen sustento en el magro desempeño de los ministros y funcionarios. La administración hace agua, salvo honrosas excepciones y el esfuerzo del gobernador, que sigue manteniendo cierta adhesión ciudadana que no se refleja en la misma proporción en cuanto a la opinión del gobierno.
Hay problemas. La planta de funcionarios prometida por Soria se triplicó y casi llega a los 500, pero con sueldos abultados, que incrementó considerablemente la masa salarial. El presupuesto prevé un déficit de casi 400 millones, sin consignar aumento salarial para los trabajadores.
También se generan problemas donde no existen. Nuevamente la dependencia del legislador Luis Bartorelli con el intendente Martín Soria, pone al gobierno enfrentado con la Justicia. El denunciado médico de Roca y su par justicialista Tania Lastra pretendieron presionar a los integrantes del Consejo de la Magistratura, que definía en General Roca la designación de distintos funcionarios judiciales.
El año termina con una sesión legislativa que dará mucha tela para cortar al tratar el proyecto de ley de Presupuesto, la ley de Educación, la renegociación de los contratos petroleros y la reforma Fiscal. Será una buena ocasión para ver el proceder de nuestros representantes frente a temas tan importantes.