La minera que se viene ● COB – La Brecha – ANRED
La megaminera Vale, una de las más grandes del mundo, está próxima a radicarse en la Patagonia. Aunque es muy poco lo que se sabe acerca del proyecto ya se puede calcular el impacto ambiental que significará para el país: «El consumo de agua previsto por el yacimiento equivale al de un millón de personas», además la actividad dejará menos del 1.5% de regalías en el país, «se producirán 2,4 millones de toneladas de potasio por año para exportar a los agronegocios brasileros que están desforestando la selva Amazónica».
Según el sitio web de la empresa Vale, se trata de un proyecto de extracción y procesamiento de cloruro de potasio, en un yacimiento cuya bocamina está a 200 kilómetros de Malargüe, en Mendoza. “Para la extracción del mineral se utilizará una tecnología innovadora denominada ’minería por disolución’. El proceso consiste en perforar un par de pozos hasta encontrar el potasio, que será disuelto mediante el uso de agua caliente a una profundidad promedio de 1.200 metros”.
Una vez extraído, el potasio será trasladado por vía férrea hasta el puerto de Ingeniero White, en Bahía Blanca. “El proyecto prevé la construcción de un nuevo tramo de ferrocarril de aproximadamente 360 Km. y la renovación de más de 500 Km. de vías existentes entre las ciudades de Cervantes y Bahía Blanca, lo que representa un total de 860 Km”.
Para el suministro de energía eléctrica del proceso se construirán nuevas líneas de transmisión de alta tensión, con una extensión aproximada de 120 Km. Y el gas, provendrá de la exploración de gas no convencional, lo que -dice la empresa- “no afectará el consumo industrial ni residencial”.
Se producirán 2,4 millones de toneladas de potasio por año para exportar a los agronegocios brasileros que están desforestando la selva Amazónica.
Para el Foro Permanente por el Medio Ambiente (Foperma), la empresa Vale “vendió espejitos de colores”.
La defensoría del Pueblo de la Nación emitió la Resolución 108/2010 “que recomienda hacer los estudios de impacto ambiental en forma integral, acumulativa e interjurisdiccional. Es decir todo junto, hasta el puerto de Bahía Blanca, entre Nación y las cinco provincias: Neuquén, Mendoza, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires”.
Es muy poca la información que se tiene del proyecto. “No sabemos si hay estudio de impacto ambiental, no sólo por el tren sino por todo el proyecto. Hay mucha falta de información. Además hemos denunciado que aquí lo que hace falta es que se hagan los estudios”, explican desde el Foro.
El 70 por ciento del yacimiento está en Neuquén. De modo que en algún momento habrá pozos en Neuquén.
La defensoría del Pueblo de Nación dice que la salinización del río es posible, porque habrá una pila de sal que equivale a 210 hectáreas de ancho por 50 metros de alto. Por lo que la explotación pone en riesgo 150 mil hectáreas de producción.
También afecta la provisión de agua y gas ya que necesita un millón de metros cúbicos de gas, todo el consumo de Mendoza y un tercio de la importación de Bolivia. De modo que la Defensoría dice que la falta de gas y la importación seguirán aumentando afectando a todos los argentinos.
De este modo, el impacto es tan grande que supera a la zona de Malargüe y alcanza a todo el pueblo argentino.
El consumo de agua previsto por el yacimiento equivale al de un millón de personas.
Esta actividad deja menos del 1,5 por ciento (de regalías en el país) porque esto está por ley de minería hecha en la época de Menem.
Anuncian que generará miles de empleo, pero según la propia información empresarial una vez que funcione empleará a 350 personas.
La minera Vale es una de las más grande del mundo y tiene denuncias de violaciones a los derechos humanos, ambientales y laborales por su accionar en muchos lugares del mundo.