Reforma educativa rionegrina, apuntes para evitar un nuevo fracaso ● Pablo Gustavo Díaz
Hace varios años, conversando con una prestigiosa pedagoga argentina, Ana Schmid, le pregunté por qué fracasaron las reformas implementadas en los gobierno de Alfonsín y Menem. Ella respondió algo más o menos así: “se pueden hacer las mejores leyes y reformas curriculares, pero si el docente que está al frente del aula es el mismo y hace lo mismo que siempre hizo, esas reformas no sirven para nada”.
El gobierno de Alberto Weretilneck, a través de su brazo ejecutor en el Ministerio de Educación, Marcelo Mango, recientemente presentó en la legislatura rionegrina su Plan de reformas al sistema educativo rionegrino, denominado Ley Orgánica de Educación, “enseñar todo a todos”.
Un trabajo elaborado a lo largo de todo este año 2012, discutido en muchos foros abiertos a toda la comunidad en varias ciudades y en todas las escuelas. Y que no está exento de críticas por parte de la oposición y un sector del gremio docente.
Someramente, las críticas a las que hacen mención los opositores y sindicalistas, pueden resumirse en estos puntos:
Mayor poder del Ministerio en las definiciones de las políticas en desmedro del Consejo Provincial de Educación.
Dudas respecto a la estabilidad del trabajador de la educación.
Escasa representatividad docente en cuerpos colegiados como las Juntas de Clasificación y Juntas de Disciplina.
Mayor injerencia del gremio Unter en los órganos colegiados.
No están claras las fuentes de financiamiento.
Sin dudas son cuestiones importantes a debatir y resolver, pero ¿tienen relación directa con el mejoramiento de la calidad educativa de nuestros hijos?¿solucionarán el problema del fracaso escolar?.
De la Igualdad a la Excelencia
La educación está en problemas no sólo en nuestro país y provincia, sino también en gran parte del mundo. A excepción de los países nórdicos europeos, el sudeste asiático y Canadá, en el resto del mundo, la educación está en Debate.
Leyendo diferentes portales e informes educativos de diversas partes del mundo que analizan los datos del último informe PISA de la OCDE, he descubierto un denominador común al que todos ellos hacen referencia al comparar sus sistemas educativos y sus reformas con la de los países más destacados en materia educativa como Finlandia, Noruega, Corea y Canadá.
Y ese denominador común hace hincapié en 2 aspectos: ¿Quién enseña? Y ¿Cómo se enseña?. Básicamente los mismos dos aspectos que la licenciada Schmid me refería hace varios años en su respuesta a mi inquietud. Dos aspectos que la oposición política rionegrina y el gremio Unter, no plantean ni cuestionan de la Ley propuesta por el gobierno de Weretilneck.
En muchos de los países europeos que se vieron inferiores en sus índices de calidad respecto de los mencionados países líderes, los planteos que se hacen tienen que ver con la primer idea de replanteo, ¿Quién enseña? Y en este sentido dedican sus mayores esfuerzos en ver cómo seleccionar, formar, y renovar al docente del siglo XXI, con la consecuencia de una cultura evaluativa continua en el sistema educativo. El caso de Finlandia los ha despabilado.
“Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus niños y los ponen en manos de los mejores profesionales del país”. Allí “Los mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza, donde se aprenden los fundamentos de todos los posteriores aprendizajes”. “Para ser maestro en Finlandia se necesita una calificación de más de un 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de reválida y se requiere además una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado…)”. Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas. “Son las pruebas más duras de todo el país”.
La segunda idea sobre la que están trabajando apunta a solucionar el problema del cómo: la eficiencia de las metodologías que determina la excelencia de la tarea pedagógica. Y para ello esbozan una solución basada en el equilibrio metodológico: una integración de metodologías tradicionales de transmisión directa, metodologías constructivistas hacia la investigación y el razonamiento crítico, o la oportunidad emancipatoria que ofrece el mundo digital dentro del aula, para mejorar las competencias en la nueva aula tecnificada del siglo XXI.
En este segundo planteo el paradigma lo marca el modelo Coreano de Educación Digital. Corea del Sur para el 2014 abolirá los libros de papel en las escuelas para reemplazarlos por tabletas electrónicas.
El gobierno surcoreano acaba de anunciar que invertirá 2.000 millones de dólares en los próximos dos años para darles a todos los niños de la escuela primaria tabletas gratuitas conectadas a Internet. Reemplazará los contenidos de los libros de texto por contenidos digitales multimedia. El plan se extenderá a todos los estudiantes secundarios en el 2015.
En argentina ya hay una provincia donde todos los chicos de primaria y secundaria cuentan con su propia computadora portátil para estudiar conectado a internet, y además ha puesto en marcha un modelo de Escuela Pública Digital. Es la provincia de San Luis. (video: http://youtu.be/jxELtc6gnpU).
«Esto significa que ya no gastarán más dinero en papel, impresión y distribución», dice un experto sobre el caso coreano. «Usarán tecnologías multimedia que hacen el aprendizaje más divertido y más eficaz». Y amplía ese concepto, “pese a los problemas debidos a la carencia de apoyo técnico y de entrenamiento para los docentes, las computadoras son una gran ayuda en las escuelas. Tienden a mejorar los estándares académicos, y disminuyen la brecha digital entre los chicos de hogares acomodados y los de hogares pobres”. «Los logros de Corea del Sur son el resultado de 20 años de inversión en educación y en tecnología para la educación».
Seguramente tendrás preguntas legítimas sobre si la educación digital es una solución mágica. En este sentido es válido confirmar un dato fundamental: los niños surcoreanos tienen mejores resultados en los exámenes estandarizados internacionales porque estudian más, no sólo porque usan computadoras.
Casi todos los niños surcoreanos pasan 12 horas diarias, o más, estudiando en la escuela y en el hogar, y su año escolar tiene 216 días, comparado con los 180 días que dura en la mayoría de los países.
Pero este último punto relacionado con la ampliación de las horas de estudio, si es abordado por la nueva ley educativa propuesta por gobierno que marca el camino hacia la meta del 100% de escuelas de jornada extendida en Río Negro.
Así entonces podemos enumerar los tres (3) factores que harán posible el éxito de un plan educativo en:
Mejorar la calidad de los docentes a través de la excelencia en su formación, la xx en su selección para estar frente del aula y el mantenimiento de esta calidad a través de un sistema de evaluación períodico que, al igual que en la salud con los médicos, deban revalidar sus pergaminos.
Aumentar la cantidad de horas de estudio de los estudiantes. Concepto al que podríamos agregar la ampliación, diversificación y contextualización de la oferta de contenidos en función de la demanda de conocimientos específicos para cada comunidad de alumnos (cosas que están contempladas en el proyecto rionegrino), y
La incorporación a la SOCIEDAD EN RED. Ya que la red es la gran metáfora de nuestro tiempo, una metáfora que apunta a un nuevo tipo de poder: el poder de la comunicación. La competencia lingüística es la competencia básica, por tanto su desarrollo debe ser el eje principal de un sistema educativo en el siglo XXI.
No es casualidad que Finlandia haya interiorizado esta última premisa como uno de sus pilares educativos: quien domina el lenguaje domina la comunicación. Y cuanta más comunicación digital, más comunicación, ya que la lengua de las actuales generaciones de nativos digitales es la de la computación en todas sus nuevas formas.
En mi humilde entender, como simple padre de tres hijos en los tres niveles educativos (primaria, secundaria y universidad), estás son las verdaderas reformas que impactan en el aula, en el enseñar y aprender de nuestros hijos. El resto de las cuestiones que hoy están en debate público en los medios, es mera discusión política.
Pablo Gustavo Díaz
Consultor Informático
Experto en Entornos Virtuales Educativos
Padre, postulante a Vocal del CPE rionegrino