Supermercadistas de Bariloche habían pedido seguridad ante posibles saqueos
Bariloche (ADN).- Cinco responsables de cadenas de supermercados habían sido advertidos por autoridades municipales y un concejal de la posibilidad de saqueos, por eso semanas atrás tuvieron una reunión con el secretario de Seguridad, Miguel Bermejo, para pedirle medidas de seguridad pero éste habría minimizado los rumores.
El derrotero de reuniones de los supermercadistas remonta a un mes atrás. Responsables de Changomás, La Anónima, Supermercados Todo, Supermercado Uno y Carrefour tuvieron más de una reunión con distintos actores en las últimas semanas inclusive el 10 de diciembre mantuvieron un encuentro en la Unidad Regional III con el secretario de Seguridad, Miguel Bermejo y los jefes policiales locales.
En esa reunión los empresarios advirtieron que se hablaba de saqueos y se remitía al 2001, cuando se suscitaron saqueos en todo el país inclusive en Bariloche. Bermejo allí les dijo que “estaban informados pero que creían que no era tan así aunque sabían que había necesidades. Que estaban trabajando en la cuestión social y tenían gente monitoreando la cuestión”, relató a ADN, Roberto Gilio, presidente del Directorio de Supermercados Todo e integrante de la comisión directiva de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios.
Gilio ofreció un relato pormenorizado de las reuniones mantenidas y la actual situación de la empresa afectada con 3 supermercados totalmente saqueados y destrozados, uno de ellos incendiado en gran dimensión. No escapa mencionar que el empresario es esposo de la diputada nacional Silvina García Larraburu.
Las reuniones de los supermercadistas se iniciaron un mes atrás. El primero en convocarlos fue el concejal Carlos Valeri (Frente Grande) en su despacho del Concejo Municipal, quien les comentó que en su recorrida por los barrios había escuchado el “malestar” de la gente y que “iban a salir a manifestarse a los supermercados”.
“La reunión fue sólo a título informativo y se habló de la voluntad de colaborar de nosotros pero con un plan de seguridad”, afirmó Gilio y agregó que en ese encuentro el concejal indicó que ya había tomado conocimiento el gobernador Alberto Weretilneck.
Una semana más tarde, hacia fines de noviembre, el intendente Omar Goye convocó a los mismos empresarios y allí –según Gilio- fue la primera vez que se habló de la posibilidad de “saqueos y se remitió al 2001”. El intendente pidió la “colaboración” para frenar la situación social crítica que se vislumbraba y reclamó unas 4000 bolsas de comida estableciendo cierta cantidad para cada empresa en función de su facturación.
Hubo luego una segunda reunión con Goye, donde los supermercadistas plantearon la necesidad de hacer una denuncia y de evaluar la cuestión de la seguridad más allá de lo social, por lo que el intendente los derivó a la Provincia, por ser responsable de la seguridad.
A los pocos días, el concejal Valeri se comprometió con los empresarios a gestionar una reunión con el gobernador Alberto Weretilneck que finalmente se concretó con el secretario de Seguridad en la sede de la Unidad Regional III, el lunes 10, donde las autoridades de Seguridad reconocieron tener conocimiento de los rumores pero fueron minimizados.
La última reunión de los supermercadistas fue nuevamente con Goye a quien prometieron las bolsas alimenticias pero en un porcentaje menor al solicitado -reconoció Gilio- quien cuestionó que “nunca supimos el plan de reparto ni de seguridad”.
Gilio remarcó que las reuniones por los posibles saqueos se iniciaron en noviembre y señaló: “se hubiese hecho lo que se está haciendo de manera previa en otros lugares como Viedma o Cipolletti”.
Respecto a los sucedido en Bariloche el jueves, el empresario apuntó que “no tuvimos apoyo policial” y afirmó que esa noche debieron esperar hasta las 2 de la mañana en uno de los supermercados hasta que llegaron agentes. En tanto, la empresa en una de las sucursales quiso evitar el saqueo y destrozo e inició entregas de alimentos sin custodia policial, a pesar de haberla solicitado.
La empresa local quedó ahora con 9 sucursales en Bariloche, las tres destruídas no serán reacondicionadas por el momento, indicó Gilio quien valuó las pérdidas en mercadería solamente en 2 millones de pesos, a lo que se debe sumar el equipamiento, las cajas registradoras y hasta grupos electrógenos destrozados o robados. (ADN)