Adiós al comandante Hugo ● Juan Gardes

No por esperada, menos sorprendente. No por sabida, deja de entristecernos. Murió Hugo Chávez Frías, más conocido como el Comandante Hugo. Venezolano como Bolívar, tuvo en el Libertador una guía tan permanente como fiel, que lo acompañó en toda su vida política.

Fue uno de los últimos representantes, quizás el más importante, de una especie que creíamos perdida en la noche de la Historia: la de un militar patriota y popular. No por casualidad admiraba a Perón que, en otro tiempo y en otra geografía, supo encabezar una revolución que cambiaría para siempre la realidad argentina. Y como Perón, transformó para siempre las reglas de juego de la rígida sociedad venezolana, elevando a los desposeídos a la categoría de la dignidad.

Por ello fue, como dijera Abelardo Ramos de Perón, “el más amado y el más odiado de su tiempo”, ya que su paso por este mundo despertó pasiones a favor y en contra, como corresponde a los grandes hombres. Y fue justamente un libro de Ramos que lo entusiasmó en sus últimos tiempos: Historia de la Nación Latinoamérica resumía su íntima y pública convicción que solo en una América Latina unida y sonando al unísono podría darse un digno desarrollo, en un mundo cada vez mas abroquelado en grandes bloques. Intuyó, con ese olfato que Dios reserva para los grandes líderes, que no había más destino para su Venezuela que junto a los demás pueblos del Sur, y batalló como pocos en esa dirección. No por conocida su actuación en Mar del Plata  en contra del ALCA deja de ser memorable: frente  a la pretensión del presidente norteamericano George Bush de alinear al resto de América bajo los intereses norteamericanos, encabezó una manifestación que resumió con lirica popular: “ALCA, …Al carajo”. Y lo derrotó.

Católico de íntima convicción, supo combinar la lectura de Marx con la de José Martí, la del maestro de Bolívar -Simón Rodríguez- con las Encíclicas populares de Pablo VI y Juan XXIII. Tuvo intuición para entender la voz de su pueblo y sapiencia para descifrar el rumbo a seguir.

Para el “civilizado” Norte fue un prototipo de locuaz dictador caribeño. Para los hombres y mujeres de la América criolla que buscan su lugar bajo el sol, un gran patriota: la Historia, nuestra Historia, ya le ha dado su merecido lugar.

Hasta siempre, Comandante Hugo.

 

Ing. Juan Luis Gardes