Elección municipal de Viedma ● Pedro Casariego
Pasados los procesos de elecciones internas, como era de esperar fueron las del radicalismo mucho más activas y participativas, sobretodo por la gran concurrencia de electorado independiente. La cantidad de votos a Foulkes le otorga mayor legitimidad y respaldo. Hubo mucho entusiasmo y hasta euforia. La competencia democrática en estas condiciones siempre es positiva.
Sin dudas que marcaron un gran contraste con las del justicialismo, que prácticamente pasaron desapercibidas. Allí juega más el ritual verticalista que el mismo General Perón impuso por su formación castrense. Lo que dice la cúpula no se discute.
Trascendencia provincial y nacional
Las autoridades partidarias del justicialismo seguramente han observado que las encuestas no les resultan nada favorables, entonces pretenden circunscribirlas al ámbito local y ningunean cualquier otra derivación. Pero si fuera a la inversa hubieran traído a la propia Presidenta de la Nación a vivir a Viedma. Pero estas son meras especulaciones. Seguramente los medios independientes las pondrán en el escenario nacional y los oficialistas tratarán de disimular cualquier expansión. Pero lo real es que le guste o no al gobierno son mucho más importantes de lo que sus integrantes desean.
Postura del PRO-PROA
Vamos a cumplir con lo que dijimos claramente previo a la interna, o sea, apoyar a quien resultara triunfador del radicalismo. Foulkes ganó indiscutiblemente por un margen importante en una compulsa limpia y democrática. Hemos aconsejado a nuestros adherentes a participar activamente como independientes y lo han hecho. Hay que tener en cuenta que aún no se formalizó en el ámbito judicial la fusión PPR-PRO, por lo que se ha decidido que el partido provincial ofrezca a José Luis Foulkes el uso de su boleta.
Estamos comprometidos en este rumbo y las razones son varias. En primer lugar sostenemos que la gestión municipal está vinculada principalmente con la gestión, realizaciones, administración, servicios y proyectos. En este sentido Foulkes representa la continuidad de una gestión exitosa que modernizó estéticamente la capital y que trabajó con absoluta austeridad, dando a los barrios la misma prioridad que a la zona residencial y al centro. Viedma creció y la municipalidad la acompañó e impulsó. Tiene políticas de contención social a pesar del abandono que el gobierno provincial ha producido en la materia. En lo político debemos recordar cuando los justicialistas locales, siguiendo ciegamente a Carlos Soria aplaudían la ley de disponibilidad y callaban ante los discursos agresivos e insultantes contra la gente de Viedma. Luego llegó el maltrato y la agresión cotidiana que hoy día sufren los empleados. En lo económico los efectos negativos no fueron menores, ya que se cortó la cadena de pagos a proveedores, se suprimieron las horas extras y se eliminaron adicionales, se pulverizaron los planes sociales lo que generó una crisis general que aún hoy se notan sus efectos. Todo ello en el marco de una avalancha de nombramientos de amigos y parientes que carecen de idoneidad y ganas de trabajar, pero percibiendo sueldos fenomenales.
¿Voto castigo?
Hablar solamente de voto castigo sería ignorar las condiciones intelectuales, morales y laborales de Foulkes, que tiene méritos propios para ganar las elecciones municipales de marzo por sí sólo. Pero a los viedmenses hay que recordarles el sufrimiento y la angustia a que nos sometió este Gobierno del Frente para la Victoria, que priorizó sus luchas internas y beneficios personales por sobre el bien común, que es el fin último del estado. Creo que la ciudadanía va a responder positivamente a estos argumentos que son casi unánimes. Los que aplaudieron o se hicieron los distraídos ante estas agresiones, que fue casi todo el justicialismo, tienen que pagar algún precio, se tienen que hacer cargo.
Elecciones legislativas del 2013
En esa oportunidad ya estará constituido formalmente el PRO, finalizada la fusión con el PPR. Nuestra postura es absolutamente contraria a la del Gobierno Nacional. Abogamos fervorosamente por la formación de una coalición que apoyada sobre un pacto programático haga frente a esta política deglutidora de instituciones democráticas y que tiene como finalidad única la acumulación desmedida de poder político y económico.
Los distintos partidos de la oposición ya hemos acordado positivamente oponernos a la reforma constitucional con el objeto no rechazar la perpetuación en el poder de Cristina Fernández. Esto fue un paso muy importante.
Ahora hay que evitar que se repita que quienes son nuestros representantes continúen con la obediencia debida a la Presidenta aún en contra de los intereses rionegrinos. El Gobierno Nacional es la mayor autocracia que recuerda el proceso democrático actual comparable al Unicato del siglo XIX, donde ridículamente lo único que se reconoce es la “infalibilidad” de la Presidenta. Esta sobreactuación obsecuente hay que combatirla con los votos.
Nosotros somos críticos de esta histérica confrontación permanente, el ataque a la libertad de prensa y a las presiones contra la justicia y rechazamos el ocultamiento del déficit fiscal, la desocupación, el estancamiento productivo, la inflación y la corrupción.
El PRO está formando equipos de trabajo con amplia participación de la ciudadanía y convocatoria a los jóvenes, está preparando su propuesta para Río Negro. Nosotros proponemos la restauración de las reglas republicanas de gobierno, la inclusión social mediante la educación y el trabajo, el desarrollismo económico y el federalismo real. Estas deberían ser las cláusulas de ese acuerdo programático.
Pedro Casariego. Abogado