Agradecimiento
Deseo agradecer por este medio la gran cantidad de cartas y mensajes recibidos por mis notas de opinión publicadas en ADN, en particular por las relativas a la situación de Partido Justicialista de Río Negro.
Mi intención es contribuir a un debate profundo y objetivo para analizar las causas de su anomia y para de alguna manera darle forma al sentimiento de despojo que sienten muchos peronistas desencantados. Compañeros que a lo largo y ancho de nuestra querida provincia teniendo muchos años con una militancia ejemplar y dotados de una conducta ética sin claudicaciones, que no se consigue fácilmente en la prebenda de los cargos públicos, ven azorados como en vez de ser aunque más no sea consultados por respeto a su trayectoria y su experiencia, son prácticamente ignorados.
Ya lo sabía el gran peronista y escritor que fue Leopoldo Marechal, el poeta depuesto, cuando supo decir que “El pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con señales de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esas memorias”.
Yo sé que el pueblo recoge estos mensajes de alguna forma apasionados y con creces me lo están demostrando, pidiéndome que siga escribiendo y que no me calle, como alguna vez se lo pidieron a Scalabrini Ortiz, salvando las grandes distancias entre el gran pensador nacional y éste patagónico que a veces escribe y a veces sueña con una patria más justa y más libre y espera que algún día “venga un criollo a mandar” en esta provincia como dijo Martín Fierro.
Siento también una enorme responsabilidad como escritor para transmitir el pensamiento de muchos compañeros que tienen una idea de limpia grandeza de la política y pensando en ellos repito aquella frase del Cid Campeador “¡Qué buenos vasallos serían si tuviesen un buen señor!”.
A los que siguen en sus proyectos personales, en la minucia de la pequeña política, en las “descalificaciones y los pleitos sin grandeza” como decía Jhon William Coke hay que dejarlos porque ya lo dijo Cervantes “la verdad camina sobre la mentira como el aceite sobre el agua”.
Y finalmente quiero agradecer el espacio que ADN brinda a mis notas, como la gran mayoría de los medios de prensa rionegrinos.
Jorge Castañeda