“Vamos a tratar de reconstruir mayoría”
El presidente del bloque de legisladores del Frente para la Victoria aseguró que esa bancada se volverá a cohesionar. Dijo que la prioridad es aprobar el proyecto de ampliación del Superior Tribunal de Justicia. Apuesta por la solidez del nuevo acuerdo Weretilneck-Pichetto. Valoró el rol legislativo. Alentó el papel de la oposición. Destacó la gestión del Gobierno y apuntaló la democratización judicial.
¿Cuáles son claves para 2013 del bloque oficialista?
Sin dudas, la ampliación del Superior Tribunal de Justicia. Es un proyecto que lo hemos trabajo en los últimos meses incorporando una argumentación muy sólida, y lo vamos a presentar en los tiempos en que el Gobernador entienda que es el adecuado. Por lo pronto iremos construyendo los consensos necesarios: este año no podemos fallar.
¿Y de gestión?
Vamos a tratar de reconstruir mayoría. Nosotros comenzamos con un bloque de 30 legisladores, quedamos reducidos a 18; hoy somos 20 pero tenemos que lograr reconstituirlo, es una obligación como bloque del oficialismo. En esto no estamos solos, estamos acompañados por el Gobernador, por la tarea que él lleva adelante. Y las cuestiones que hacen a nivel estratégico nos preanuncian que vamos a poder lograr ese objetivo porque el acuerdo que ha construido el Gobernador con el senador Pichetto, nos permitirá avanzar en la reconstrucción.
¿Cómo se revierten las visiones críticas de algunos legisladores hacia el gobierno y al propio Gobernador?
El Gobernador es una persona que tiene las espaldas muy anchas y una gran capacidad de comprender las situaciones que tienen que ver con los avatares de la política. Han sucedido algunas cosas que preferimos ponerlas en el portapapeles. Hay un dicho del mundo del rugby: “el que pelea no juega”. Nosotros necesitamos gobernar, no pelear. Y por más que nos inciten, tenemos que evitar las peleas que no tienen sentido y concentrarse en gestionar y gobernar que es lo que la gente nos está pidiendo.
¿Se cae la teoría de la apertura de bloques?
Eso es, quizás, una cuestión secundaria. Independientemente de esas formalidades nosotros tenemos la obligación de lograr que el oficialismo en la Legislatura cuente con la tranquilidad de tener los votos que hacen falta para las distintas leyes que está requiriendo la administración. Hoy, en los parlamentos modernos, la tarea de los legisladores se divide en dos grandes grupos: el de la oposición, que su primera función es controlar al poder administrador y, la del oficialismo, que es la de defender las políticas que lleva adelante el Ejecutivo. Por lo tanto, nuestro bloque tiene que representar cabalmente las políticas del Gobierno.
Algunos creen que el acuerdo Weretilneck-Pichetto tiene fecha de vencimiento en octubre…
Sí, puede ser una lectura. Ojalá que no. Nosotros aspiramos que podamos superar eso. Y aspiro a que podamos formar acuerdos que trasciendan octubre porque, en definitiva, pertenecemos a un mismo partido político, a un mismo frente político y a un mismo proyecto nacional que es el que lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Por lo tanto, mal le haríamos a ese proyecto nacional que inició Néstor Kirchner allá en 2003 que, en Río Negro, estemos divididos, diferenciados o distanciados, debilitándonos justamente de cara a la principal misión que tenemos de aquí en adelante. Por lo que a mí respecta, voy a trabajar para que evitar que este acuerdo tenga fecha de vencimiento.
Se dice que en los años electorales los parlamentos trabajan menos. ¿Se revertirá eso este año?
La tarea parlamentaria goza de mala fama. Soy autor de una ordenanza en Viedma que fue única en la Argentina que fue poder cobrarle a Telefónica de Argentina un canon que no pagó nunca por la utilización del espacio aéreo y subterráneo en los municipios. Y seguramente hay pocos vecinos que saben que existe este tributo y que Viedma fue la primera ciudad en el país en cobrarlo. Ahora, cuando hay que cargar con cuestiones negativas, los parlamentarios estamos para ligar. El trabajo del legislador no es sólo sentarse en una banca, la tarea es diaria: confección de proyectos, trabajos en comisión, gestión antes diversos organismos, coordinar acciones con distintas áreas del Ejecutivo. Y en un año electoral, se suma al trabajo cotidiano la tarea política. Probablemente la Legislatura sesione menos, pero eso no es indicador de la tarea. Sin un legislador es trabajador siempre tiene esa conducta, y el que es poco afecto al trabajo…haya o no elecciones, tiene la misma conducta.
¿Cómo se ve como legislador oficialista y cómo ve a los legisladores que hoy están en la oposición?
Respetamos el rol de la oposición. Aprendimos. Fuimos opositores y por lo tanto tenemos la obligación de ser muy respetuosos de la oposición que hoy hay en la provincia. Entendemos que la oposición, no necesariamente es alguien que está en contra de uno. A veces, el opositor, puede convertirse en el mejor aliado porque incorpora un ángulo de mirada que uno no tiene sobre la misma realidad. Es de sabios entender que esa mirada, que no es compartida, puede contribuir a mejorar una acción de gobierno, por lo tanto, en la democracia, nunca hay que ver al opositor como un enemigo, sino como alguien que aporta al funcionamiento político un punto vista diferente. Y habría que comprender al gobierno del Estado con los aportes de los oficialismos y de las oposiciones.
Gestión Weretilneck
¿Desde el Poder Legislativo cómo evalúan la tarea del Ejecutivo?
Creo que el gobierno ha tenido y tiene logros muy importantes. El orden de las cuentas de la Provincia: desde junio del año pasado no estamos demandando dinero a la Nación, no estamos endeudando a Río Negro ni estamos pidiendo el auxilio financiero a ningún banco; pagamos los salarios en tiempo y forma, hemos pagado aguinaldos, incrementamos salarios, restituimos el pago de la zona desfavorable.
Además, ordenamos el IPROSS, y no es un dato menor ya que involucra a un universo de 140 mil personas, afiliados, una obra social que se ha ido ordenando, que está al día con los prestadores y los reintegros, que ha incorporado nuevas prácticas y que está demandando menos dinero del Tesoro de la Provincia, lo que habla de una sana administración.
Otro logro importante es la tarea de (Luis) Bardeggia en el IPPV: un ordenamiento superlativo del Instituto para mejorar la capacidad de la provincia de generar viviendas sociales.
La tarea que se está llevando adelante en el terreno de la educación pública es muy buena, hay una nueva Ley articulada a partir de un concepto clave que concibe a la educación como un bien social, que nace con la ley anterior pero tiene un correlato en la actual norma y pone a Río Negro en línea con las políticas nacionales que se están llevando adelante en el campo de la educación pública que puso en marcha Néstor Kirchner en 2003. Pone fuerte énfasis en la educación técnica, garantiza los 190 días de clases, universaliza el derecho de escolarización de los más pequeños. Es decir, una ley clave a partir de una acertada política provincial.
Reforma judicial
¿Puede prosperar un proyecto de democratización judicial en Río Negro?
Por supuesto. Y creo que es necesario. Por lo tanto debe haber una instancia de debate importante, como el que nuestro bloque puso en marcha en la Legislatura coordinada por Silvia Horne, que es un punto de partida para discutir cuestiones que serán muy polémicas, pero que aparece como fundamental a 30 años de la recuperación de la democracia.
Quizás, hablar de democratizar la justicia a veces pueda aparecer como un intento de inmiscuirnos en la independencia del Poder Judicial, pero creo que es todo lo contrario. El Poder Judicial será cada vez más independiente en la medida en que la gente pueda tener más posibilidad de involucrarse en su funcionamiento. Cuando hablamos de democratizar la justicia es, logra que se involucre mucho más la sociedad civil en el Poder, cuya garantía de independencia estará en la gente.