El caso de la tasa de desempleo en la Comarca VyP ● Matias Chironi
La primer advertencia que recibimos cuando estudiamos estadísticas es que un mismo dato puede dar lugar a conclusiones totalmente diferentes e, incluso, igualmente erróneas.
Hay muchos acontecimientos que hacen que esto ocurra. En primer lugar, los métodos de recolección y procesamiento de información no son exactos, ya que se basan en pequeñas porciones de una realidad, la social, que no es mensurable en su totalidad. Este inconveniente es magnificado al agregar las falencias técnicas de base que se producen en el diseño y posterior relevamiento de la muestra estadística.
A renglón seguido, tenemos que el análisis de los datos y las conclusiones que se extraigan están profundamente influidas por las perspectivas, formación y subjetividad del analista.
Más allá de tener una visión humanista, comprensiva y preocupada por el sufrimiento de quienes están en situación de desempleo (que aún siguen siendo muchos), lo que queremos sacar a superficie aquí es que, cuando el análisis está sesgado por razones ajenas a la disciplina, se empobrece el debate y se terminan extrayendo conclusiones erróneas. Estas, a su vez, pueden dar lugar a medidas de política ineficaces e ineficientes.
La situación del empleo no puede ni debe ser descripta a partir de la tasa de desempleo unicamente. A la par, también, debemos analizar la evolución de la población económicamente activa (PEA) y las tasas de actividad (TA) y de empleo (TE) para intentar descubrir si la caída o incremento del desempleo, de un período a otro, se debe a la evolución de la cantidad de personas buscando activamente empleo y/o a los vaivenes del nivel de empleo.
En síntesis, un aumento de la desocupación puede deberse a una efectiva caída en la cantidad de empleos, pero también a una suba de la población económicamente activa, que termina no encontrando empleo en el periodo considerado. O ambas cosas a la vez.
Si observamos el caso de nuestra Comarca, se produce una oscilación de la tasa de desempleo bastante atípica y, en ocasiones, desentendida de la situación macroeconómica nacional.
Partimos de un desempleo récord de 12,5 % en el III trimestre de 2006, pasando a un nivel de pleno empleo en el mismo trimestre de 2011 (Elecciones Generales en Septiembre 2011), y finalizando en el 7,8 % que arroja el ultimo relevamiento del INDEC.
La tendencia decreciente del desempleo (entre 2006 y 2011) se potenció en plena crisis de la economía internacional, la cual tuvo fuerte impacto en la local. Luego del pleno empleo en el III trimestre de 2011, la tendencia se revierte y ya nos acercamos a la tasa de desempleo nacional de 7,9%.
Tasa de desempleo en Viedma-Patagones
Ahora bien, a los efectos de que el análisis no sea influido por cuestiones estacionales, que producen que el desempleo se mueva con cierta regularidad de acuerdo al periodo del año en que se lo mide, debemos comparar los datos del primer Trimestre de cada año.
Tasa de desempleo en el I trimestre de cada año en Viedma-Patagones
Como se observa en el gráfico anterior, la tasa de desempleo está en una tendencia creciente, pero partiendo de un nivel del 3,4% (I Trimestre de 2011) que es bastante ilusorio, sobre todo considerando que en el mismo período del año anterior (es decir el I trimestre de 2010) había sido del 9%.
Tasa de empleo, tasa de actividad y desempleo en el I trimestre de cada año en Viedma-Patagones
La causalidad es la siguiente: el desempleo desciende cuando las tasas de actividad y empleo se acercan, y aumenta cuando estas se alejan entre sí. Esto significa que las variaciones en la tasa de desempleo están influenciadas por: la cantidad de personas que buscan activamente trabajo (PEA), por la evolución de la población total, la creación-destrucción de puestos de trabajo (Tasa de empleo), y las diferencias proporcionales entre dichas variaciones.
Al observar el gráfico y la tabla vemos que si bien el empleo aumento, también lo hicieron (en mayor proporción) la Población Económicamente Activa -PEA- y, por ende, la Tasa de Actividad -TA-.
Entre el I trimestre de 2012 y de 2013, la PEA aumentó en 3912 nuevos demandantes de empleo, mientras los empleos crecieron en 2507. Esa diferencia de proporciones produjo un aumento del 23,1% en el desempleo (602 “nuevos” desempleados) en dicho periodo.
Algunas conclusiones:
– La reducción o la eliminación de los planes de empleo precario (Programa de Trabajo y Capacitación, Becas, etc.) a partir de diciembre de 2011 influenció fuertemente en los índices de desempleo.
– De hecho, en el período en que se realizaron las internas del radicalismo (marzo de 2011) se produjo el nivel más bajo de desempleo en el primer trimestre, mientras que en el trimestre en que se realizaron las elecciones generales (septiembre de 2011) se registró el indice mas bajo de la serie. Esto demuestra que las bajas tasas de desempleo se condicen con la mayor cantidad de planes de empleo precario.
– Por otra parte, al comparar 2012 con este año, entra en consideración la caída en la inversión pública, que impacta directamente en el empleo en la construcción e, indirectamente, en el comercio.
– Si bien no hay una homogeneidad en el ciclo, por cuestiones estacionales y en general, el desempleo es mayor en el primer y en el último trimestre del año.
– El aumento en la población que busca empleo y de la que, teniéndolo, busca trabajar más horas (subocupación), contribuyen superlativamente al crecimiento del desempleo, cuando la creación de nuevos puestos no cubre ese aumento de la PEA.
Entonces, si bien no hay que relativizar la influencia que ha tenido la caída en la inversión pública pareciera que el incremento en la tasa de desempleo se debe en mayor parte a la incorporación de nuevos demandantes de empleo, motivados en la caída de los ingresos reales de las familias por los efectos de la inflación.
Título completo:
Análisis sesgados llevan a conclusiones erróneas
El caso de la tasa de desempleo en la Comarca Viedma-Patagones
● Matias Chironi
matiaschironi@hotmail.com