Emprendimientos Bariloche ● La verdad del Puerto San Carlos
La actual gestión interina al frente del gobierno municipal inició una acción judicial para terminar la concesión, hacer un desalojo y volver a hacer una licitación para entregársela a otro privado, sin siquiera sentarse a dialogar con la actual concesionaria. Esto puede llevar a un litigio que quedará sobre las espaldas de futuras gestiones y de la sociedad en su conjunto, debido a los numerosos y documentados incumplimientos del contrato de concesión en que incurrió el municipio.Emprendimientos Bariloche SA advierte sobre el riesgo de la decisión unilateral de la intendenta interina, María Eugenia Martini, de llevar adelante una acción judicial para finalizar la concesión pública y desalojar el Puerto San Carlos, sin siquiera haberse sentado a dialogar con la empresa concesionaria y desconociendo claramente los antecedentes de este proyecto y los incumplimientos en los que incurrió el municipio durante todos estos años. La acción judicial, más que solucionar un problema, creará otro, que no se saldará durante la actual gestión, sino que quedará como una pesada carga para el futuro.
Cabe recordar que el Puerto nace como una iniciativa de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche para contar con un puerto de cabecera para todas las excursiones lacustres. Para financiar la obra, se decidió hacer una licitación pública, de la que resultó ganador Emprendimientos Bariloche SA (EBSA). El municipio se comprometió a dictar todas las normas para que el Puerto San Carlos sea el puerto de cabecera de la ciudad y con el ingreso que este tráfico comercial generaría se pagaría el canon y se recuperaría la inversión. Sin embargo, el municipio nunca cumplió con su compromiso.
La falta de diálogo constituye, como mínimo, una situación dudosa, ya que EBSA nunca se negó a sentarse con las autoridades municipales para encontrar una solución al problema, especialmente por cuanto cualquier cambio en el destino o finalidad del proyecto requiere de autorización municipal. Por eso, cabe preguntarse qué intereses –electoralistas o de otro tipo- llevan a tomar decisiones tan apresuradas sobre un proyecto que tiene muchos años de historia y una complejidad que requiere el esfuerzo de todas las partes para llegar un acuerdo positivo.
No hace falta bucear mucho en la historia para vislumbrar la gran cantidad de incumplimientos en los que incurrió el municipio. Principalmente, el que dio fundamento a la licitación pública que originó el proyecto: jamás el municipio obtuvo lo que se comprometió en el contrato, lograr que el Puerto San Carlos sea el puerto de cabecera. Ese fue el motivo de la licitación, de la obra y de la inversión, y nunca se concretó. Más allá de eso, EBSA siempre fue reticente a iniciar acciones judiciales, apuntando siempre a lograr una solución alternativa.
Como ejemplo, cabe citar que EBSA cedió parte de las tierras al municipio para que haga allí el Centro de Convenciones. Se hizo un concurso público, hubo un ganador, pero el proyecto nunca se hizo por la incapacidad municipal de llevarlo adelante. No hubo de EBSA jamás una traba para buscar este tipo de soluciones, por eso sorprende aún más esta decisión unilateral. Frente a ello, la empresa no renunciará a los derechos que el contrato le concede y, ante el ataque judicial, ejercerá la debida defensa, convencida de que es la peor solución a la que puede llegarse frente a este conflicto.