Milesi cuestionó la metodología del fiscal Cid
Viedma.- La legisladora de la Concertación, Marta Milesi criticó el accionar del fiscal Oscar Cid y aseguró “esta sobreactuando porque la detenida lleva el apellido Soria”. Así se refirió Milesi a lo ocurrido ayer con varios empleados del hospital de Cipolletti que fueron notificados de una imputación bajo la investigación penal luego del intento de suicidio de la viuda de Carlos Soria.
60 agentes sanitarios quedaron involucrados en la causa desde los médicos psiquiatras, pasando por la directora del hospital, hasta el personal de limpieza, Milesi aseguró “un inmenso malestar se instaló en el nosocomio”.
La legisladora de la Concertación aseguró “los empleados del hospital no son carceleros” y agregó “las falencias del propio sistema penitenciario” se ven evidenciados en esta realidad que hoy se vive en el nosocomio de Cipolletti, y señaló “cualquier otra detenida no hubiera podido acceder a esos beneficios y tratos preferenciales”.
La decisión del fiscal demuestra que “el hilo se corta por lo mas fino y resulta injusta la medida adoptada por el fiscal para los 60 empleados que quedaron imputados en la investigación judicial por el intento de suicidio de la mujer ocurrido el pasado 11 de abril”.
La legisladora aseguró “el fiscal con su accionar errático, demuestra que no sabe por donde empezar a investigar y tira un manto de sospecha sobre gran parte del personal del hospital, lo cual resulta inaceptable. La decisión resulta mas de tipo político que judicial”. Milesi manifestó “no he notado que el fiscal haya adoptado decisiones similares, ni siquiera en casos donde por denuncias de mala praxis se haya provocado la muerte de una persona”.
“Como siempre voy a defender la salud pública y sus operadores directos a quienes no podemos indiscriminadamente poner bajo sospecha solo porque una causa tiene repercusión política” indicó la parlamentaria.
Finalmente Milesi indicó “los médicos se excusan de atender a la paciente porque están siendo investigados por un presunto caso de mala praxis, lo que representa no sólo una presión a los profesionales de la salud sino que además genera un clima hostil y poco habitual para un hospital público que debe dar respuesta y atender a toda la ciudadanía por igual sin diferencia por portación de apellido”.
BAC