“Videla murió juzgado y condenado”
Muchas respuestas quedaron pendientes, no dijo dónde están los 30.000, ni quienes tienen nuestros nietos apropiados, pero el pueblo argentino puede estar tranquilo que no dejamos indemne al genocida más cruento de nuestra historia. Videla murió juzgado y condenado en una cárcel común, pero lo más importante aún, repudiado como el asesino que fue por la sociedad argentina.
El terrorismo de Estado que comandó, se propuso quebrantar los lazos de solidaridad sociales, impuso el miedo como concepción de vida para separar a los hombres, romper la unidad y la organización de un pueblo que luchaba por lo que creía justo. El plan económico de la miseria y el hambre, sirvió para disciplinar a toda una Argentina, querían que nos quedáramos tranquilos, sin protestar ni hacer mucho ruido, para someternos y arrodillarnos frente a la lógica del gran poder concentrado extranjero e interno. Se llevaron a 30.000 militantes populares para conseguirlo, pero no pudieron callar a un pueblo que no perdona y exige justicia.
Hoy no es un día para alegrarse ni festejar; porque aunque la dictadura cívico-militar despreció la vida, nosotros nos aferramos a la justicia, y en todo caso podemos dormir en paz sabiendo que este genocida recibió doble condena, la judicial y la condena social de todo un pueblo que no permitirá jamás que se repita la misma historia.
Silvina García Larraburu,
Diputada Nacional.