El juego de las contradicciones ● ADN
El gobierno expresa sus contradicciones sin ningún tipo de complejos. Peligrosa sinceridad para tiempos preelectorales. Una afirmación de hoy puede ser una desmentida de mañana y las declaraciones públicas de algún funcionario pueden ser contrapuestas por otro, incluido el Gobernador.
No es nueva la falta de criterio en el discurso político y “en la bajada de línea”. Se carece de una política comunicacional y el discurso oficial es confuso.
Resta saber si esta expresión diaria de la confusión es casual o forma parte del delicado equilibrio de los tres sectores internos en el gobierno: albertismo, pichetismo y sorismo.
El gobernador Weretilneck denuncia sabotaje en las escuelas de Viedma, afectadas por falta de calefacción. Tremenda acusación no se acompaña con la correspondiente denuncia ya sea en sede judicial o policial y entonces pierde fuerza y genera sospechosa validez, a la vez que Camuzzi Gas del Sur, desmiente la especie.
De la misma manera el mandatario afirma que no hay doble percepción salarial en el gobierno, insiste ante los detalles brindados en su oportunidad por el ministro de Economía Alejandro Palmieri y el ex secretario de la Función Pública, Omar Adolfo, y el subsecretario del área Ignacio Gandolfi. Incluso su afirmación es contradictoria con la renuncia que realizó, presentada esta semana por Edmundo Larrieu.
El anuncio oficial señalaba algo más de 600 superposiciones salariales de las cuales 23 correspondían a funcionarios, sin embargo no se informó sobre la base de qué datos Weretilneck sostiene su afirmación que niega la doble percepción.
El ministro de Obras Públicas, Fernando Vaca Narvaja, se queja de los costos de la construcción en la provincia y anuncia que planteará el tema al ministro de Planificación Federal Julio De Vido, una situación inédita en los reclamos provinciales, pero que sin dilación se encargó de desmentir otro ministro del gabinete: Marcelo Mango, un demandante permanente de obra pública.
De esta manera, citando sólo algunos ejemplos, estas expresiones contradictorias, donde nadie le hace fácil el tránsito del gobierno a Weretilneck, se trasladan también al análisis político interno del propio oficialismo.
Fue elocuente observar en el acto de presentación de candidatos de senadores y diputados del FpV, en General Roca, cuando Weretilneck elogiando a María Elena Soria, enfatiza que su postulación era un homenaje a la memoria del extinto gobernador.
Siguiendo con esta práctica contradictoria, la joven hermana del intendente roquense dejó en claro que representaba a la juventud y que tenía méritos propios para su incursión en la política. Luego, para que no quedaran dudas, señaló que era más peronista que muchos de los presentes.
¿A quién se refería, al gobernador Weretilneck o a su compañero de fórmula Luis Bardegia? Tampoco pasó inadvertida la actitud de indiferencia de Martín Soria para con el Gobernador, una costumbre de estilo cada vez que comparten un espacio público político.
Por su parte la candidata a senadora Silvina García Larraburu dejó en claro que la campaña electoral en Río Negro tendrá como eje al gobierno de Cristina Fernández, destacando las obras con que Nación beneficia a la provincia, como la pavimentación de la ruta 23, la ampliación de la ruta 22, accesos y rotondas a ciudades y poblaciones rionegrinas y otras.
Miguel Pichetto, candidato a renovar su banca en la cámara alta, también piensa igual y se propone desarrollar su proselitismo en base al eje nacional.
Pichetto maneja encuestas que lo ubican mejor que Weretilneck y su gobierno. También, aunque en retroceso, la Presidente mide bien.
Surge así otra contradicción en el discurso oficialista ya que el vicegobernador Carlos Peralta manifestó que en las próximas elecciones se plebiscitará al gobierno provincial y que el electorado rionegrino apoyará todo lo realizado por el gobierno de Alberto Weretilneck.
En la misma línea el presidente del bloque oficialista, Pedro Pesatti, dijo que la actual fórmula gobernante tendrá que repetir en el 2015. Este ariete político sólo tuvo el acompañamiento de Fernando Vaca Narvaja y por supuesto del propio vice Peralta.
¿Qué pasó con el resto? La propuesta quedó en la más absoluta soledad cuando en realidad nadie puede pensar que Peralta, Pesatti y Vaca Narvaja son sólo arriesgados kamikazes.
Miguel Pichetto y Martín Soria hicieron “mutis”, incluso sus adláteres, pero en qué posición quedan quienes comparten el gobierno de Weretilneck, como el ministro de Economía, el Fiscal de Estado, el titular de Lotería, el del Ipross, el Fiscal de Investigaciones Administrativas, el Tribunal de Cuentas y otros, quienes sopesan el momento en que tendrán que llegar las definiciones.
Esta situación no hace más que pensar en la importancia de los números finales de las próximas elecciones, quiénes ganarán y quiénes perderán, cómo se repartirán los porcentajes de votos y cuál será la adhesión ciudadana al gobierno nacional y provincial.
La sola mención a una posible candidatura de Pichetto a gobernador en el 2015 y una pretensión similar del intendente de Roca, pone a toda la estructura del gobierno en crisis.
Weretilneck piensa en otra gestión, pero de corte genuina, suya, no prestada. Pichetto no tiene mucho margen y los tiempos se acortan, quizás el 2015 sea la última oportunidad y Martín Soria, si bien con pretensiones desmedidas, es joven y puede armar su proyecto hacia el 2019, pero siempre más atento a la jugada del senador que a la del gobernador, a quien subestima como heredero de un proyecto peronista en Río Negro.
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