Peronismo: único capaz de dar la batalla por la transformación ●Silvina García Larraburu
En el Día de hoy, el movimiento peronista vuelve a recordar el fallecimiento de su líder, del hombre que hizo posible la transformación más profunda y estructural de la Argentina del siglo XX. Le pese a quien le pese, y por más molestias que le pueda ocasionar a los divulgadores de la historia oficial, gracias a la irrupción del peronismo la Argentina dejó de ser un país agrícola-ganadero, para convertirse en una Nación con un elevado desarrollo industrial, promoviendo el mercado interno e incluyendo a las grandes mayorías en el reparto de la riqueza nacional.
Los trabajadores y trabajadoras, base indiscutida del peronismo, fueron los que posibilitaron la producción ampliada de la riqueza del país. De ellos se erguía un nuevo modelo de desarrollo con inclusión social, mediante una inusitada intervención del Estado en la economía y la sociedad; vinculando los intereses de los trabajadores con los destinos de la patria. Este proyecto de crecimiento para todos perjudicaba al modelo elitista de enriquecimiento personal a costa del pueblo argentino.
El odio de clase se manifestó con furia durante la revolución fusiladora y los años de proscripción. Pero sin lograr por ello borrar de la memoria del pueblo las conquistas sociales de esa extraordinaria década dorada. De allí la resistencia y la lucha incansable por su regreso; la cual se cristalizó en el contundente triunfo electoral que logró el General Perón obteniendo el 62 % de los votos en 1973.
Un día como hoy, los que lucharon por su retorno vieron partir de este mundo al líder indiscutido del movimiento justicialista. Sin pensar –quizás- que años más tarde, de las entrañas de aquella militancia apasionada, surgirían dos nuevos líderes que como Perón y Evita, levantarían las banderas de la independencia política, soberanía económica, y la justicia social a lo largo y ancho de la Argentina.
Con la llegada de Néstor y Cristina al Gobierno, el peronismo encontró el liderazgo indiscutido para poder llevar adelante un verdadero proyecto nacional y popular, que vuelve a poner el eje en el trabajo y la producción como únicas fuentes generadoras de riqueza genuina, para de esta manera integrar a todos y a todas en un modelo inclusivo de desarrollo económico y social.
Los embates de hoy hacia la Presidenta coraje, son los mismos que tiempos pasados recibieron Perón y Evita. Nunca critican los errores o falencias, sino, nuestros aciertos. No pueden concebir que nuevamente el pueblo este unido y representado de manera indiscutida por una mujer peronista. De esta unión nace la fuerza para seguir profundizando las conquistas sociales obtenidas, en una nueva década por ganar.
Silvina García Larraburu,
Diputada Nacional.
Título original: Peronismo de ayer y hoy, único capaz de dar la batalla popular por la transformación de la Argentina