Bohovlasky presentó en Viedma su libro «Cuentas pendientes»
Viedma.- En la jornada de ayer, el consultor de CEPAL Juan Pablo Bohoslavsky presentó en la Casona de los Derechos Humanos «Bachi Chironi» el libro «Cuentas Pendientes», editado junto al periodista Horacio Verbitsky.
Bohoslavksy, que estuvo acompañado por el docente Luis Pravato; el investigador en economía de la Conicet, Martín Schorr y el Secretario de DDHH de Río Negro, Néstor Busso, explicó ante los presentes las características de la investigación, que además de narrar situaciones macro y micro económicas del período, contiene apartados especiales dedicados al rol de la Iglesia Católica y los beneficios económicos; el rol de los abogados de la City, de la sociedad rural, los prestamistas, el papel prensa, entre otros.
«El rol de los actores económicos en la dictadura cívico – militar es importante, aun más que el que juegan en contextos democráticos, para que el proyecto y el régimen sean sustentables. Para la compra de lealtades son necesarios recursos económicos», indicó el escritor.
«La conclusión a la que llega el libro es que la provisión que recibió el gobierno en materia de bienes, servicio, ideas y divisas extranjeras fue crucial para la sustentabilidad política del régimen. Lo que trata de hacer el libro es que entendamos el patrón que había y la política económica que impulsaba los actos criminales; dar una narrativa más completa del terrorismo de estado y desarrollar un marco teórico para entender, en térmicos económicos, ese periodo», agregó.
Por último, indicó que la publicación es «la punta de iceberg», ya que aspira a promover el debate.
«Si los grupos económicos no reciben consecuencia negativa alguna, y más, si fue un negocio rentable participar en la dictadora, no existe garantía de que, en el futuro, en caso de ser necesario, no hagan lo mismo», aseveró.
Por su parte, el docente de la Universidad del Río Negro y del Comahue, Luis Pravato, indicó que la dictadura, ante todo, «fue un intento de disciplinamiento social; de huir del populismo, de reemplazar un modelo de país, que había sido construido por el peronismo, de redistribución de riqueza, con un estado de bienestar. Todo eso debía ser barrido en el campo jurídico».
Martín Schorr, asimismo, se refirió a la idea de «complicidad» de ciertos grupos empresarios en la dictadura. «Desde el punto de vista económico, la dictadura es un proyecto político, de desarmar un país con movilización social. La primera cuestión a plantear es la lógica política del plan económico, del proyecto refundacional».
«La complicidad de los grandes grupos empresarios tuvo tres vértices: el primero, la represión en los lugares de trabajo; el segundo, el aporte de intelectuales orgánicos, personas muy inteligentes; y el tercero, lo que hoy se llama `grupos de estudio´, espacios patrocinados por el poder económico, que colaboraron en las reformas económicas de la dictadura y que hoy siguen enseñándonos en la tele y en la radio».