¡Carito el guiso de Campetti! ● Dante Boela
La administración Costa pagó un almuerzo por el Día del Periodista, pero que organizó la Secretaría de Comunicaciones del gobierno Provincial. Gastaron más de 39 mil pesos. Fueron 80 invitados. O sea que cada almuerzo costó más de 490 pesos. No hubo caviar, ni sushi, ni champagne francés. Empanadas, asado, vinito y postre. Lo que sobró quedó para el sobrecito de los recuerdos. El Tribunal de Cuentas investigó. Afirma que hubo irregularidades. Los funcionarios se contradicen. Las sanciones estarían “encajonadas”.
Han pasado ya cuatro meses de los festejos por el Día del Periodista y aún el Tribunal de Cuentas no decidió que tipo de sanciones corresponderán a los responsables ejecutivos de la Hacienda Municipal por las investigaciones iniciadas apenas se conocieron las inversiones de la administración Costa en esta magna celebración. Gastaron 39.649,95 pesos en un almuerzo para 80 personas (según crónica periodística de AM La Carretera). O sea que cada invitado costó 495, 62 pesos al erario municipal. Cuestión que no se entiende ya que Juancito Pueblo Allen pagó un “extravagante festejo” organizado por el gobierno provincial.
Conocidas las cifras, un periodista de Buenos Aires aseguró que Boudou “en su restaurante preferido de Puerto Madero almuerza por mucho menos”. Ni contar que en el mejor lugar de Cipolletti se puede quedar bien con 300 pesos y en Allen, un gastronómico aseguró que “con 200 les tapo la boca con asado, tomate y buen vino”.
El 21 de agosto el Tribunal de Cuentas decidió iniciar un “sumario administrativo de investigación” para analizar “las irregularidades en el manejo y destino de fondos públicos abonados por la Municipalidad de Allen (Expte480/13) con motivo del agasajo realizado en el marco de los festejos del Día del Periodista”, según consta textualmente en una copia de la resolución 59/13, a la que www.talondeoro.com.ar tuvo acceso. Cabe destacar que el poder de contralor “observó” las órdenes de compras (1521/13 y 1514/13) del Poder Ejecutivo, realizadas justo el mismo día de la fiesta, por $ 23.649,95 a Trial SRL y por $ 16.000 a A.D. Bravo por no ajustarse a las normas administrativas legales vigentes, que suman $ 39.649,95.
La investigación del Tribunal de Cuentas contempló la citación de varios actores, entre funcionarios y prestadores de servicios, quienes aseguraron que con la primera de las órdenes de compra adquirieron once costillares, chorizos y pollos. En tanto con la segunda de las órdenes de compra se pagó el alquiler del lugar para el evento ($1.500), un parrillero ($1.500), el servicio de 10 u 11 mozos ($3.500), lo que sumaría $ 6.500, quedando un sobrante de $ 10.000, del que nada se aclara y según una fuente confiable “fueron a parar al bolsón de los recuerdos”. El Tribunal no pudo dilucidar cuánto costó y a quién alquilaron el sonido para el almuerzo, que sirvió para los “emocionantes” discursos de Weretilneck y Campetti. Siguiendo el hilo de la investigación y de la resolución firmada por Jara Godoy, Doorisch, Martos y Carrasco, se nota la predisposición del “escribiente” designado para tratar de poner claridad a las declaraciones de los funcionarios y prestadores ya que no puede saberse quiénes fueron los contratados para el catering del agasajo, y tampoco queda claro qué sector del municipio fue el encargado de la organización porque los testimonios de los funcionarios se contradicen, gambeteando responsabilidades y echándose culpas unos a otros.
La situación es tan escandandalosa que la decisión del Tribunal de Cuentas analizando primero “toda la documentación” y “ante las contradicciones que quedaron asentadas en las actas labradas” sobre “las irregularidades en el manejo y destino de los fondos públicos abonados por la Municipalidad de Allen” por el agasajo a periodistas de Allen y del Alto Valle de Río Negro, resolvió “por unanimidad”, “iniciar un sumario administrativo de investigación”. Todo indicaría que vendrían sanciones para los máximos responsables de la Hacienda Municipal, pero la tardanza en la decisión final levanta sospechas de que estaría “encajonada” teniendo en cuenta los últimos acercamientos políticos internos del Frente para la Victoria y la cercanía a las elecciones legislativas de octubre “en donde nada tiene que pasar”.
El agasajo del Día del Periodista se hizo en instalaciones del Club Arco Iris y asistieron el gobernador Weretilneck, algunos funcionarios y obviamente el organizador-anfitrión Guillermo Campetti, que de acuerdo a una crónica de la agencia ADN “se encargó de seleccionar especialmente a quienes hacer llegar la invitación y con algunos fue mucho más específico llamando a teléfonos personales de contados periodistas. En una clara maniobra de discriminación, a diferentes radios del Alto Valle no llegó la invitación. Y obviamente tampoco a los periodistas despedidos políticos de Canal 10 en febrero de 2012”. La crónica de ADN es todo un consuelo ya que quien esto escribe, tampoco fue invitado a tal evento. Seguramente, 36 años de ejercicio de periodista no son siquiera mérito suficiente para ser tenido en cuenta por “los militantes del periodismo para todos” de la administración Weretilneck. Mejor. Bien vale la reflexión de que con 492, 62 pesos, este viejo cronista, como dicen los chicos del barrio: “¡Alto guiso me hubiera hecho chabón!”.-