Alto grado de contaminación en el arroyo Salado
Villa Regina.- La Defensoría del Pueblo de Río Negro constató y documentó por medio de fotografías (algunas de ellas aéreas) el alto grado de contaminación que presenta en la actualidad el arroyo Salado, en el sector comprendido entre las localidades de General Enrique Godoy, Villa Regina y Chichinales.
Desde su naciente ubicada en la jurisdicción de Ingeniero Huergo el curso de agua recorre vastos sectores productivos y numerosos barrios; continúa su trayectoria por el paraje Otto Krause y la zona productiva de Chichinales y desemboca finalmente en el río Negro, en el paraje conocido como Cerrito de Piedra.
En la actualidad, el arroyo se encuentra casi obstruido en varios sectores y solo se abastece de filtraciones de la napa, hecho que ha provocado la merma considerable de su caudal. A todo ello se suma la acción constante de la industria juguera, empresas de empaque, frigoríficos, firmas radicadas en el parque industrial y piletas de líquidos cloacales de Villa Regina, que vierten sin pausa contenidos crudos y líquidos directamente sobre el cauce del río.
La Defensoría del Pueblo adjuntó a su informe fotografías y videos en lugares accesibles al arroyo Salado, donde se pueden observar caños de distintas dimensiones que se introducen en la tierra y que pertenecen a propiedades privadas, que desagotan líquidos directamente al curso de agua.
Otro hecho peligroso lo constituye, sin lugar a dudas, el lavado de maquinaria agrícola que es utilizada para el trabajo de cura en las plantaciones de la zona, acción que se produce constantemente en el lugar. Si bien las tareas de limpieza se realizan sobre canales de riego, hay que tener en cuenta que sus aguas utilizadas para regadío atraviesan plantaciones de considerable extensión y desembocan irremediablemente en el arroyo Salado.
En la desembocadura y en una extensión de casi 2.000 metros, existe un tapón conformado por arena y basura que ha originado varias lagunas que avanzaron sobre los terrenos, anegando muchas propiedades del lugar. Esto incide de manera negativa en la vida cotidiana de los vecinos, que deben soportar olores nauseabundos y además, corren el riego de contraer enfermedades.
Pobladores del sector, dedicados a la cría de ganado y al desarrollo de granja, han informado a los asesores de la Defensoría del Pueblo, que en más de una ocasión animales de su propiedad han encontrado la muerte al ingerir agua del arroyo. En este caso puntual hay denuncias concretas presentadas en la delegación del organismo de control.