No hay mensaje oculto. ideas y no hombres ● Agustín Mozzoni
Desde el 27 de Octubre unas cuantas opiniones y publicaciones se han dirigido a buscar explicaciones en relación al resultado electoral. Sin lugar a duda, son varias y variadas las respuestas y seguramente el radicalismo trabajara para encontrarlas. Sorprende ver tantos afiliados y dirigentes radicales caer en la comodidad de desprenderse rápidamente del resultado electoral. Sorprende el grado de irresponsabilidad al intentar cargar el tropiezo en una sola persona.
En el radicalismo hubo internas, aunque algunos prefieran no recordarlo.
Mucho se habla de leer el mensaje del electorado. Pero siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.
No siempre los errores nos conducen hacia el progreso y las derrotas a la superación.
Es la incomodidad la que genera acciones. Los cómodos se quedan dormidos.
No se trata de leer mensajes. Se trata de investir principios, se trata de ser coherentes, de soñar, planificar sobre la base de la ética y la moral, se trata de tener objetivos y perseguir los medios para lograrlos.
Las del 27 de Octubre fueron las segundas elecciones provinciales en las que el radicalismo ocupa el rol de opositor y aún hay movimientos que no terminan de esclarecerse y desequilibrios propios de la adaptación de un nuevo rol institucional, que probablemente durará muy poco.
Mientras tanto, deberemos ensamblarnos y amoldarnos a nuestras realidades, no a las de la provincia de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, o la Capital Federal. Nuestra historia es distinta. Es necesario entender, que somos ante todo rionegrinos.
Nuevamente, sorprende ver tantos afiliados y dirigentes radicales seguir intentando colocar lo nacional por sobre lo provincial. Preguntar si se siguen modelos de Cobos, Alfonsín o de Sanz.
Es de necios seguir hurgando por ese camino.
¿Cuándo el radicalismo provincial se alineo al nacional? ¿Acaso no nos intervinieron el partido en los momentos de mayor crecimiento de la provincia?
Se ha perdido el foco y a los rionegrinos se nos ha nacionalizado una elección provincial. Otra vez.
En 2011, el radicalismo obtuvo 34788 votos, es decir el 10% en una elección nacionalizada.
Es lógico que no comprendamos como el 49% del electorado prefirió a un gobierno que tardo dos años en poder inaugurar su primera obra pública, un gobierno sin política carcelaria, un gobierno que hostiga, que persigue, que amenaza.
Es lógico que no entendamos. Pero ahí no hay nada que leer, no hay mensaje oculto.
Simplemente no fue esa la decisión que se trasladó a las urnas. El electorado, no puso en juego eso. No se pensó en eso a la hora de votar.
La nacionalización de una decisión sumada a la ruptura interna del partido ha dado otra vez resultados desfavorables a la Unión Cívica Radical.
Ahora bien, nadie tiene la autoridad moral, ni la cintura política como para pedirle a alguien que dé un paso al costado. Algunos ni siquiera recuerdan a Alfonsín cuando decía que se debían seguir ideas y no hombres.
Eso sí es lo que hay que leer. Lo que se debe transmitir son las ideas. No nos confundamos. Lo que se debe perseguir no es la recuperación de la provincia en manos de la Unión Cívica Radical. Sino que es el ascenso en la calidad de vida de todos los rionegrinos, y ahí si hablar del radicalismo, que es a mi criterio el único partido que lo puede lograr.
Agustín Nazareno Mozzoni