Asamblea de vecinos de Bariloche emitió la “Declaración contra la megamentira”
Bariloche (ADN).- La Asamblea de Vecinos de Bariloche concretó la marcha 43 contra el “saqueo y la contaminación” y difundió la denominada “Declaración contra la megamentira”.
“Nada nos va a parar, vamos a gastar las calles a marchas hasta que nos devuelvan la ley anticianuro”, dijo una de las participantes de la movilización.
Un comunicado difundido después puntualizó que “es importante comprender que la megaminería la imponen no solo las corporaciones con mucho dinero, sino también un poder político cómplice y algunos medios que buscan confundir la información”.
“Para esta marcha sobre la mentira nos basamos en fragmentos del libro 15 mitos y realidades de la minería transnacional en Argentina”, de Svampa y Viale”, consignó el mismo texto
La declaración de la Asamblea detalló lo siguiente:
“No somos fundamentalistas contra todo tipo de minería, sino contra la megaminería a gran escala.
La minería metalífera hidrotóxica a gran escala, a la cual nos oponemos, es muy diferente de la minería tradicional, implica voladuras de montañas y alto consumo de agua con químicos altamente peligrosos para el consumo humano. Hay diferentes tipos de minería: la sal de mesa, el azufre, la cal, el cemento, la arena y el ripio, las piedritas para el gato, entre otros.
También es diferente la minería del hierro, la cual no requiere tóxicos ni voladuras de montañas, de la del oro, material suntuario para cuya extracción hay que pulverizar la roca y usar cianuro.
Esta metodología de acusar a quienes nos oponemos a estos emprendimientos, es solo la punta del iceberg, ya que también hay amedrentamientos, amenazas, represiones, abuso del poder judicial para criminalizar a la gente y difamación de funcionarios armando campañas mediáticas.
Que la minería no es un motor de desarrollo que impulsa la economía nacional
Las megamineras, originarias de países con estrictas leyes ambientales, vienen a la Argentina solo para llevarse la materia prima, aquí no queda nada, o mejor dicho queda la destrucción y la contaminación de nuestros suelos y nuestros recursos naturales.
Además, es necesario tener en cuenta los consumos de estos megaproyectos:
Bajo la Alumbrera, Pascua Lama, y Agua Rica gastarían 395MW y la central nuclear Atucha 1 produce 357MW. No solo eso, sino que, además de estar conectadas a la red nacional de suministro, estas empresas están subsidiadas y libres de impuesto. (datos CEMoP , Centro de Estudios Económicos y Monitoreos de las Políticas Públicas).
Bajo la Alumbrera en Catamarca consume el equivalente al 80,2% del total consumido por toda la provincia de Tucumán. Para producir esa electricidad la Central de El Bracho, en Tucumán, quema unos 8,74 millones de metros cúbicos de gas natural por mes.
La Alumbrera consume y contamina 100 millones de litros diarios de agua.
La electricidad para producir 50 gramos de oro es el consumo anual de un hogar.
Es falso que la minería genera empleo y crecimiento económico local.
Mienten sobre la cantidad de puestos de trabajo a crear, la mano de obra local sirve solamente para la instalación de la mina, y luego los puestos mejor pagados son cubiertos por personal calificado que viene de otros lugares.
Por ejemplo según el Censo Nacional del 2001 la cantidad de empleadxs en el sector minería durante este periodo fue de apenas 0,8% del total de ocupados de la Provincia de Catamarca.
Es una brutal mentira que la minería se instala en zonas postergadas, que crea un círculo virtuoso, que genera desarrollo y que eleva el nivel de vida de la población.
Ninguno de los países especializados en la provisión de materias primas, ha superado la pobreza y el subdesarrollo gracias a la gran minería transnacional.
Ejemplo: en la Argentina el caso de Catamarca ilustra esta situación. Tras 15 años de explotación de Bajo la Alumbrera, el primer emprendimiento megaminero radicado en el país, el paisaje socioeconómico de la provincia no ha cambiado favorablemente, sino todo lo contrario: se evidencia la intensificación de preocupantes indicadores sociales con niveles de pobreza e indigencia, de desempleo y subempleo, de los más altos del país.
No es verdad, ni se acerca, que la megaminería puede ser limpia, que no contamina el ambiente y se puede hacer sin riesgos ambientales. Mienten al decir que hay una solución técnica para cada problema ambiental.
La Megaminería produce una grave e irreversible destrucción de los ecosistemas; contaminación de las fuentes de agua; la magnitud y peligrosidad de los insumos y efluentes; una profunda afectación a la flora, la fauna, el habitat y el paisaje local; y la consecuente pérdida de biodiversidad. Este tipo de actividad minera contribuye con el 20% al cambio climático global. Por otro lado, la megaminería se ha convertido en una importante fuente de conflictos por el agua, ya que el uso minero ha desplazado no sólo a las actividades agrícolas, sino también llega a poner en riesgo la disponibilidad de agua para el propio consumo humano básico.
Es mentira que las empresas transnacionales se comportan con responsabilidad social empresarial, robusteciendo el tejido socioeconómico de la zona.
Las empresas abusan del término responsabilidad social empresaria para generar un círculo de dependencia: hacen donaciones a las comunidades afectadas, para escuelas y hospitales, por ejemplo, generan vínculos universidades públicas y privadas ofreciéndoles convenios y subsidios. Esta modalidad empresarial es un recurso que refuerza la dependencia de las poblaciones y aumenta su control sobre la misma. En definitiva, la Responsabilidad Social Empresaria es un modelo inventado por y para grandes empresas con el objetivo de defender sus intereses frente a la opinión pública. La Educación y la Salud son obligaciones del Estado y nunca de las empresas contaminantes.
Por lo tanto:
Estas son sólo algunas de las mentiras que llevan adelante empresas, funcionarios cómplices, medios y sectores “interesados” de la megaminería. Por eso cabe destacar la cantidad de luchas llevadas a cabo por organizaciones campesino- indígenas, asambleas y diferentes movimientos socioambientales en toda América Latina, que nos recuerdan que: EL EXTRACTIVISMO NO ES UN DESTINO, ES UNA OPCIÓN POLÍTICA Y CIVILIZATORIA QUE ASUMEN LOS DIFERENTES GOBIERNOS.
Por esta razón la Asamblea de Bariloche, como sujeto político, se pone firme en la demarcación de los límites: de este lado estamos quienes sostenemos una posición de defensa del agua y el territorio, del otro lado las corporaciones del saqueo y la contaminación.
Afirmamos una vez más, que NO es NO. Todxs somos Territorio.
PRENSA DE ASAMBLEA DE BARILOCHE CONTRA LA MEGAMINERÍA –
Bariloche, 22 de enero de 2014