De todo un poco en la asunción del nuevo ministro
Viedma ADN).- Otra vez, el amplio salón Gris de Casa de Gobierno resultó chico para recibir a funcionarios e invitados especiales que concurrieron al acto de asunción del ministro de Obras y Servicios Públicos, Julio Arrieta.
Precisamente, la ceremonia oficial comenzó a las 9.15, poco después que llegaron el gobernador Alberto Weretilneck y el senador nacional Miguel Pichetto.
En la “previa”, representantes de numerosos sectores se reunieron informalmente en la sala de acceso a la casona gubernamental y en el salón Gris, incluso en la antesala a ese histórico espacio y hasta en la escalera que conduce al primer piso.
Rápidamente llegaron y se ubicaron dos aparentes dirigentes de la UOCRA, que llevaban colocados chalecos identificatorios. También hubo quien lució esa misma indumentaria, pero con el logo del Sindicato de la Carne. En cambio, con perfil bajo permaneció el máximo representante el gremio de los taxistas.
Rompiendo el protocolo, el ministro Ricardo Arroyo y el secretario general de la Gobernación, Matías Rulli, estaban vestidos informalmente.
Mayoritariamente, llegaron invitados funcionarios de los tres poderes del Estado, aunque también se acercaron algunos anteriores titulares de carteras del Ejecutivo, entre ellos Miguel Ángel Bermejo (Seguridad). Incluso, la ex legisladora radical Silvia Laguardia (1983/1987) que ahora se mezcló entusiasta en el acto con muchos peronistas que exhibieron con orgullo los dedos en “V”, característica de la militancia peronista cuando Arrieta juró por el cargo.
Juan Domingo Duarte Neyra no disimuló para nada su expresión partidaria y se encargó de distribuir a metros del Salón Gris un volante azul dirigido “Al pueblo en general”.
“Vamos Cristina!!!, por las instituciones democráticas desde el Atlántico hasta las Cordilleras (textual), somos los pobres y humildes de Río Negro”, consignó entre otras expresiones el papel, firmado también por ocho militantes. En el volante –arriba- estamparon las figuras de Perón y Evita y abajo, del Che Guevara y Néstor Kirchner.
“Es un honor profesional llegar a este lugar, que me lo ha brindado el gobernador. Estoy apoyado por todos mis amigos, por Miguel (Pichetto). Para mí…se me mueve todo, pero no me va a parar”, expresó inicialmente el flamante ministro Arrieta.
Improvisando palabras agregó: “Saludarlos a todos y agradecer al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, a las autoridades nacionales, al senador presidente de bloque justicialista, Miguel Pichetto, a los diputados de la provincia, legisladores, al Superior Tribunal de Justicia, a los ministros, secretarios, intendentes, concejales, Cámaras, asociaciones civiles, Consejos Profesionales, a mi familia que me acompaña, amigos y compañeros que han trabajado al lado mío, alentándome y diciendo: “Vamos Julio, vos podés!”. Agradecerles el acompañamiento…”, finalizó Arrieta.
Como un periodista de ADN se ubicó lejos de la mesa cabecera del salón –y ante la nutrida concurrencia- no pudo constatar si después de aquellas improvisadas palabras, Arrieta tomó un papel y leyó el formal discurso inicial de su gestión. Pero, por lo escuchado pareció que si. Lo que quedó retumbando fue la muy pronunciada frase. “Vamos Julio, vos podés!”.