Odarda: “La medida del gobierno respecto al puerto de Uruguay, debe volver atrás”
Capital Federal.- En los últimos días trascendió que una disposición podría ocasionar gravísimas consecuencias al sector productivo frutícola exportador de los valles de Río Negro que impactará sin lugar a dudas en nuestra economía.
La prohibición del transbordo de frutas en los puertos de la República de Uruguay, por no tener acuerdos de transporte marítimos firmados con Argentina, puede provocar una cadena de inconvenientes que, -de no resolverse en forma urgente- puede afectar a toda la cadena comercial, incluyendo a los pequeños y medianos productores.
La disposición 1108/13 de la Subsecretaría de Puertos y vías Navegables dispone la prohibición en caso de puertos del Mercosur que no tengan acuerdos vigentes de transporte marítimo de cargas con la Argentina; y Uruguay no lo tiene. Esta situación hace que las exportaciones que salen del puerto de San Antonio deban transbordarse en Río Grande, Brasil.
Las dificultades de carga y logísticas originadas en Río Grande, debido a problemas climáticos causaron un serio perjuicio a los exportadores, quienes están viendo retrasados los embarques, descontinuando toda la cadena de traslado de las referidas cargas, y con ello, todo el sistema operativo se ve fracturado. Las pérdidas económicas serian inevitables en toda la cadena productiva si no se subsana esta situación inmediatamente.
Desde multas por incumplimiento de contrato a pérdidas de oportunidades de mercado, el posible cierre de negocios u operaciones en curso por la imposibilidad de llegar en tiempo y forma, con lo cual el volumen final exportado se podría ver afectado en cantidad, calidad y precio.
El retraso en el movimiento de los reefers que van a Brasil, hace que la infraestructura del sistema frutícola colapse estrepitosamente y provoca desde la falta de bins para cosechar hasta la reducción a cero de la capacidad de frío. Es decir, no habría frío donde guardar la fruta, por lo que se paralizaría la cosecha. En este marco, el mayor damnificado es el productor y con mayor envergadura los pequeños y medianos productores y empresarios empacadores- exportadores que no tiene los recursos para soslayar con mayor rapidez este colapso. Todo ello perjudicará indudablemente en el personal que es requerido en esta época del año para la cosecha.
El daño causado, de no encontrarse una inmediata solución, será muy grande. Y deberá sumarse a los inconvenientes que tiene el sector frutícola desde hace ya muchos años, los que también incluyen, para esta temporada, una merma considerable en el volumen de cosecha por diversas razones, que los productores estiman en un 30% mientras el gobierno admite porcentajes mucho menores.
La disposición ha sido desacertada, complicando la actividad exportadora de fruta fresca, por lo tanto la medida debería volver atrás, permitiendo el uso del puerto de Montevideo. La cartera responsable incluyendo a los Ministros de Agricultura tanto a nivel provincial como a nivel nacional respectivamente, debería arbitrar los medios necesarios y en forma urgente para lograr los acuerdos de transporte marítimo de cargas, así como darse intervención a la cancillería.