CTA RN: “Paritarias verdaderas, inaceptable presentismo y extorsión policial”
Roca (ADN).- Frente al complejo panorama que se ha desarrollado en torno a la paritaria docente, donde aparecen como contendientes por un lado el Gobierno nacional y, por otro, las organizaciones de trabajadores de la Educación y estatales, en una situación donde se terminan exacerbando las posturas, con la ratificación del Gobierno en su intransigencia para reconocer que el piso salarial docente nacional tiene un verdadero retraso con respecto a la inflación y por parte del sindicalismo docente se ratifica la realización del paro nacional el 5 y 6 de marzo, desde la CTA Río Negro expresamos:
– Las cifras de incremento de la recaudación fiscal son la prueba más clara de los ajustes inflacionarios que la evolución de los precios ha significado depreciación de los salarios de la clase trabajadora, particularmente docente que en general, salvo excepciones como las provincias de Río Negro, La Pampa o Santa Fe que han conseguido en 2012 y 2013 buenas mejoras salariales. En este sentido, lo que se señala como éxito también es la confirmación de la necesidad de distribuir en salarios dignos esos recursos que aumentan, porque la base de su incremento es precisamente el aumento de los precios de la economía y ahora también la devaluación del peso.
– Por dos años consecutivos la pauta del piso salarial docente fijado por el Gobierno nacional en forma unilateral, implicó un retraso con respecto a la inflación real, por eso se planteó con firmeza una pauta superior a la inflación del 27%, medida por fuentes alternativas pero que no puede desmentirse fácilmente frente a un incremento de la recaudación fiscal superior al 31% a nivel nacional.
– La propuesta de un acuerdo salarial a 18 meses no tiene bases en ninguna realidad posible de análisis futuro de la economía y las finanzas de la Argentina, luego de la devaluación de diciembre y de la escalada de precios que todos nos proponemos controlar, pero no a costa del hambre de nuestras familias. Es necesario que se pueda demostrar en algún período mínimo que no perderemos más capacidad del salario que la que ya hemos perdido. Tal vez si se aprobaran los proyectos de ley del diputado Recalde o del senador Fernández para controlar de verdad la especulación, el agio y la escalada de precios a que nos quieren someter los sectores que concentran y obtienen fabulosas ganancias a costa de esquilmar nuestros salarios, se podrían discutir acuerdos a largo plazo. Pero eso hoy todavía no sucede.
– Es inaceptable hablar de presentismo con salarios que apenas cubren las mínimas necesidades alimentarias de una familia e incluso están por debajo del actual salario mínimo, vital y móvil, como el de algunas provincias argentinas y el propio piso salarial vigente hasta hoy. No es un premio a la asistencia, es un castigo a la pobreza y es jugar con la necesidad de las personas.
– No era demasiado el esfuerzo que el Estado nacional y los provinciales debían hacer para ofrecer una propuesta superadora aceptable para la docencia. Creemos que no se hizo por temor a la acción futura de los grandes operadores de la economía. Por eso en esta batalla percibimos que el gobierno está bajando la guardia frente a los que han producido, producen y van a producir nuestra miseria, porque son los promotores y beneficiarios de la desigualdad en la Argentina.
– Los sindicatos, más allá del enorme compromiso que algunos hemos demostrado en sostener un modelo de distribución que ha favorecido al pueblo argentino, sostenemos que a costa de la dignidad del salario de la clase trabajadora estatal no se puede fundar ningún futuro que preserve las bases de este modelo, como la capacidad de distribuir beneficios a través de la ampliación del consumo de las grandes mayorías y el mercado interno. Además de ofrecer una buena pauta salarial, el gobierno debería hacer como decía Mariano Moreno, quien tal vez perdió la vida un 4 de marzo de 1811 por sostener que había que enfrentar a la especuladora y traidora burguesía de su época, poniendo al Estado como gran protagonista de la economía y de la distribución de los recursos para favorecer a las grandes mayorías, aunque algunos privilegiados salieran perdiendo.
Decía Moreno: «Hay que apropiarse de cerca de 500 o 600 millones de pesos pertenecientes a los mineros del Alto Perú. Esto descontentará a cinco o seis mil individuos pero las ventajas habrán de recaer sobre ochenta o cien mil… ¿qué obstáculos deben impedir al gobierno, luego de consolidar el Estado sobre bases fijas y estables, para no adoptar unas providencias que aun cuando parecen duras para una pequeña parte de individuos… aparecen después las ventajas públicas con la fomentación de las fábricas, artes, ingenios y demás establecimientos a favor del Estado y de los individuos que las ocupan en sus trabajos.»
– Por otra parte en Río Negro, como en muchas provincias del país, la extorsión policial ha complicado el panorama presupuestario y el poder real de los gobiernos, frente a la corporación policial en sus privilegios y autogobierno. Es importante que el gobernador reconozca que pueden haberse equivocado y que ahora sostengan que tal vez un juez que decidió cumplir con su tarea, tenga razón en cuanto a ciertos componentes ilegales del reclamo. De todas formas haber celebrado en unas horas un acuerdo insostenible que puso a la cúpula policial a ganar salarios iguales a la presidenta, es más vergonzoso aún cuando se percibe la enorme dilación que el gobierno ha practicado para debatir salarios con los demás estatales. Si las propuestas que se hacen no son dignas y se alarga sin necesidad el debate, los pedidos de cordura suenan burlescos. Antes bien debería plantearse un serio debate sobre la realidad del dominio policial y macro empresarial en la provincia, para resolver el grado de autonomía y capacidad real de gobierno que tiene nuestra clase política. Si tienen decisión de enfrentar a estas corporaciones, deberían evaluar la disposición de nuestro pueblo para movilizarse en torno a ello.
– En este marco y con el compromiso de nuestro apoyo a la lucha nacional docente y a las luchas de los estatales de Río Negro, reclamamos una vez más:
– Paritarias verdaderas para todos los estatales.
– Una ley de equidad salarial donde nadie del Estado cobre, por todo concepto siete veces más que quien menos gane, incluyendo los profesionales que trabajen para la provincia, regulando sus salarios con retención de títulos y con la imposibilidad de cobrar honorarios profesionales por fuera de la función pública.
– Salarios dignos de acuerdo a los reclamos de la clase trabajadora estatal.
– Combate claro y preciso al trabajo informal y a la explotación laboral en todas sus formas.
– Políticas activas de control de precios por parte de los gobiernos provincial y municipales, para defender nuestros salarios.
– Apoyo real a la pequeña y mediana producción y a todas las actividades de la economía social, cesando en todos los subsidios a los sectores concentrados de la actividad agropecuaria y especulativa en la provincia.
– Políticas sociales de promoción para nuestra juventud que sostengan las políticas educativas y sanitarias que les permitan construir un proyecto de vida digno.
– Una política de seguridad democrática que recupere los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos, enfrentando con decisión las presiones de la corporación policial y las posturas lamentables de la derecha política que hoy se expresan a través del tonto diputado Massa y su patrón Duhalde, que pretende sostener las reformas blumberianas que han criminalizado la pobreza y favorecido la corrupción y el narcotráfico.