El Juez de la Constitución o el Juez de la Fiesta ● Ana Piccinini
No es la primera vez que el Juez de Instrucción de Viedma, Dr. Guillermo Bustamante, incursiona en el terreno político enmascarado en su pretendida imagen de “Juez Probo”, empañando su facultad de decir el derecho. El magistrado está llevando una pretendida causa en mi contra por Abuso de Autoridad. Digo pretendida porque tal hecho jamás existió. Se me pretende reprochar el uso de la Agencia de información Nosis a través de la cual desde la Defensoría del Pueblo obtenía datos relacionados con la actividad comercial de personas y sociedades.
Esta denuncia, netamente política, fue realizada por el entonces adjunto de la Defensoría del Pueblo, Dr. Gandolfi y la funcionaria de la gestión Saiz, Gladis Cofré, en el marco de la campaña electoral de 2011 días antes de la fecha de elecciones.
No está demás aclarar que el Dr. Ignacio Gandolfi, por aquel entonces duro adversario de la lista que encabezábamos con el Dr. Carlos Soria, es hoy funcionario de la Gestión Wereltineck en la Secretaría de la Función Pública.
A partir de esa denuncia totalmente infundada y sin tipificación ni siquiera presunta de delito alguno, el Dr. Bustamante allana la Institución Defensoría del Pueblo, lo que le valió un pedido de Juicio Político de mi parte por abuso y desconocimiento del derecho. Inclusive y no es este un dato menor, los fiscales que actuaron en distintas etapas de este proceso, le reclamaron por la inexistencia de delito.
Haciendo caso omiso a las posturas del Ministerio Público, hoy el Juez Bustamante continúa llevando adelante medidas de prueba como peritajes y testimoniales. Gastos jurisdiccionales totalmente inútiles, porque jamás se negó el uso de este sistema de búsqueda de datos en Internet. Es más, gran parte de la información recabada en las consultas fueron remitidas y aceptadas en los distintos juzgados donde se investigaban causas de corrupción del Gobierno de Saiz.
Gracias al sistema Nosis descubrimos quien era Flavors, la cantidad millonaria de cheques sin fondo que había emitido, su estado concursal, como así también las sociedades donde figuraban parientes cercanos a los funcionarios públicos que estaban siendo investigados, familiares carentes de ingreso para justificar las operaciones comprometidas por las empresas constituidas. Gran cantidad de información que sería tedioso detallar en este momento pero que sirvió para cercar a los funcionarios públicos sospechados de corrupción y conseguir avanzar hasta que llegue su definitivo juzgamiento y si corresponde su condena.
Hoy el Juez Bustamante cita a varios empleados de la Defensoría del Pueblo. Uno solo de los citados, la Sra. Viviana Corradi, tuvo acceso al Sistema y manejaba el uso de la clave. De mas esta decir que extrajo datos cuando se le indicó, sin conocer siquiera para que expediente eran recabados. El Magistrado vuelve a intentar empañar la imagen de un órgano de Control que sin dudas estuvo durante el período de nuestra gestión a la altura de su dignidad Constitucional, tratando entonces de empañar mi gestión a la cabeza del mismo.
Que coincidencia, todas las causas que iniciamos contra estos funcionarios están siendo resueltas con graves medidas penales hacia todos aquellos que sí abusaron de su poder, y que hicieron de la gestión de gobierno un coto de caza en beneficio de sus intereses codiciosos y mundanos.
Es de público y notorio conocimiento la amistad del Juez Bustamante con el procesado Daniel Sartor. Digo público porque las fotos de las fiestas con el ex legislador, con un vaso de whisky en la mano y en compañía del consejero Torres, a pocas horas de su elección como Juez en el Consejo de la Magistratura fueron cuanto menos reñidas con el decoro.
Tengo el cuero duro. He soportado, soporto y soportaré todas las amenazas, todas las ruinas que me pronostiquen. Voy a llegar a la Gobernación de esta provincia y voy a hacer de esto una batalla sin descanso, voy a hacer mi aporte mas esforzado para sanear la política porque los ciudadanos rionegrinos se lo merecen.
La causa que lleva el Juez de la Fiesta no tiene destino, es falsa. Tendrá entonces el Magistrado, si acepta un humilde consejo, que dar un buen examen, ser preciso en la resolución de sus expedientes, plagados de pedidos de Pronto Despacho, imponer celeridad y mucha contracción al trabajo y demostrar ecuanimidad e imparcialidad entre otras condiciones que deberá exhibir para llegar a ser Camarista.
Ana Piccinini