Los que se suben a la tribuna de la oposición ● Arabela Carreras
La soberbia, dicen, es mala consejera en los tiempos buenos y en los malos. En los buenos momentos, la soberbia nos hace creer que son eternos, en las crisis, nos impide reconocer lo que necesitamos cambiar.
Nuestro gobierno provincial, además de haber encontrado un Estado devastado, fue signado por la tragedia apenas comenzó a andar. Por eso, las sucesivas inestabilidades políticas encuentran explicación en el variado grado de frustración que cada dirigente tiene, en virtud de sus sueños, ideales o ambiciones.
Hoy, enfrentamos escenarios complejos, producto de múltiples factores entre los cuales, seguramente, habrá también propios errores. La discusión salarial es necesaria porque a partir de ella se dirime la distribución de los recursos del Estado. Sin embargo, en un contexto de paritarias nacionales conflictivas sumadas a la escases de recursos provinciales, las dificultades en los acuerdos se expresan en las calles.
Nadie dijo que gobernar fuera sencillo, nunca dirimir en los conflictos de intereses y en la puja distributiva fue un proceso relajado.
Pero podemos preguntarnos, qué aportan a la solución de esos conflictos los que siendo parte del Gobierno (con un equipo nutrido de funcionarios que les responden) deciden subirse a la tribuna de la oposición. La comodidad de la vereda de enfrente no ha mostrado nunca el temple de los gobernantes.
Arabela Carreras
Legisladora Provincial