Mega sueldos. Mega Negocios. Mega parálisis. Mega Allanamientos ● Claudia Beltramino
Tal vez sea la trayectoria de Julián Goihnex la síntesis más ajustada de lo que ocurrió en dos años de gobierno del FpV en Río Negro.
Como una parábola de sencilla interpretación, Goihnex aceptó pasar a la popularidad en Río Negro como el halcón del nuevo gobierno y aunque no le correspondía el (de) mérito, aceptó hacerse cargo de las listas negras que el entonces Ministro de Gobierno Hugo Lastra le solicito confeccionara a la solícita Gabriela Mercapide para renovar o no contratos en ese Ministerio según se tratara o no de afiliados al radicalismo derrotado en las urnas apenas unos meses antes, para dar luego con sus reales en un oscuro destino en Canal 10, último bastión sorista, hasta extinguirse por completo en una acción política de Martín Soria, la renuncia en pleno de la totalidad de la dirección del canal, algo desdibujada por el peso histórico del propio Goihnex que le quitó lustre a la estocada.
Lo cierto es que la lectura más inmediata no puede no referirse, como un símbolo, al ascenso fulgurante de una estrella del equipo sorista que dos años después, ya sin la menor energía, se desvanece con acto administrativo que puede dar cuenta del hecho que de otro modo pasaría desapercibido.
Mientras Martín Soria parece diseñar una estrategia para el 2015 apoyada en encuestas que lo favorecerían en todas las localidades excepto en Viedma y con la salvedad de que en Bariloche el éxito estaría condicionado por el acompañamiento de María Eugenia Martini, el gobernador Weretilneck quien supone que el senador Miguel Pichetto no tendrá el valor de confrontar para imponer su propia candidatura a gobernador, elige acortar los tiempos y utilizar artillería pesada contra el hijo de Carlos Soria.
Luego de una semana por demás inquieta en la que el intendente de Roca cuestionara la marcha del gobierno, un cuestionamiento que por cierto ni es novedoso ni es patrimonio exclusivo de Martín Soria y que como respuesta recibió una acusación de corrupto por parte de Weretilneck, provocando por un lado la constitucional vindicación del intendente en un Juzgado de Roca y por el otro, la intervención de oficio de una fiscal en Viedma, lo que derivó en una presentación escrita del propio Gobernador que llevó al Juez Igoldi hasta las oficinas de la Aseguradora Horizonte.
Igoldi, se apersonó en la mañana del jueves 13 de marzo en la sección “Vida” de la aseguradora Horizonte en donde se entrevistó con su titular, la señora Mercedes Tortoletti, quien si bien es una histórica empleada del Iaps, cuando desembarcó la legión sorista, no trepidó en ponerse al servicio de la señora Susana Frieiro, confirmada como gerente por Juan Huentelaf un paladar negro del sector del gobernador asesinado.
El juez secuestró dos expedientes, uno de Horizonte y otro del Iaps que se encontraban protegidos por siete llaves luego de que se hiciera público que la familia del extinto Gobernador cobrara un millonario seguro pero por “Accidente” y en el que aparecerían irregularidades como la antigüedad en el cargo que de hecho solo fue de 20 días y además habrían irregularidades en relación a quienes resultaron los beneficiarios.
Sin restarle importancia a lo que resultaría a las claras un caso de estafa agravada por el abuso de poder, bastante lejos de las proposiciones de negociados con petróleo o juego.
Sin embargo, si la sumatoria de datos permite inferir que el Gobernador respondió al Juez con el tema del seguro sobre Carlos Soria con el que su familia se habría beneficiado indebidamente, no puede escapársenos que en la Aseguradora, después de Juan Huentelaf, se instalaron funcionarios del riñón del Gobernador que desde entonces, o sea desde hace casi dos años Horizonte es resorte del titular del Ejecutivo provincial y en tal sentido Alberto Weretilneck no pudo haber ignorado los hechos, lo que lo pondría en el peligroso lugar de cómplice.
Si fuera un partido de fútbol, podríamos decir que la reacción del equipo de Weretilneck después del gol que le hiciera Martín Soria, artillero de su propio equipo, el “Martín Soria”, fue tardía, torpe y le costó una tarjeta roja que termina complicándolo para llegar a una final sin mayores costos.
El senador que abona laboriosamente su perfil de hombre medido y reflexivo, sin estridencias, apeló a la estrategia K pero por la negativa y en lugar del silencio lexicológico con que la administración Nacional trató de esconderse la problemática de “inseguridad” o la de la “inflación”, el experimentado político, gran lector de estrategas comunicacionales, no paró de asegurar que estaba garantizada la gobernabilidad con lo que logró instalar el temor a que Weretilneck no fuera precisamente, un gobernador garante de gobernabilidad.
Además Pichetto, en el marco de una crisis de gobernabilidad, mantuvo diálogos (telefónicos) no solo con propios, sino también con ajenos. Muy ajenos. Muy criticados. En todos los casos, las conversaciones estribaron siempre en….la gobernabilidad.
Mientras se asegura ministros de su sector y la vicepresidencia primera de la Legislatura para un fiel escudero, Pichetto, voluntaria o involuntariamente, ejerce un novedoso co gobierno en Río Negro, lo que es además refrendado por el propio Weretilneck quien utiliza cada oportunidad para exponerlo como su socio político.
Río Negro, tan extensa y poco poblada, ha dado muestra de sobrevivir incluso, con piloto automático. Claro que nada es para siempre.
Quizás el talento que mejor distinga a un dirigente político sea la capacidad de poder adelantar un mosaico de eventuales, próximos y no tan próximos escenarios, atendiendo a la mayor cantidad de variables posibles y guardando resto para poder pagar en efectivo el costo de las variables imposibles de prever.
La fortaleza en el crecimiento de ATE, probablemente apoyado en la credibilidad que genera el propio Rodolfo Aguiar no solo en los trabajadores estatales si no en el seno de la propia sociedad rionegrina, hace que la entidad gremial funcione finalmente como un espacio de confrontación política con el propio gobierno y es un lapidario resultado para Juan Scalesi, dirigente del otro gremio estatal, condenado por acuerdista, tras lo que subyace la sospecha de que en los acuerdos, es el principal beneficiario.
Floriani, de Unter, además de representar a los docentes, deliberada o casualmente, termina ocupando el mismo espacio que Aguiar en un sociedad que siente que su cotidianeidad de inflación; hospitales con déficit de profesionales, insumos, equipamiento técnico; escuelas en obra como la escuela 1 de Viedma; que da vueltas con el beneficio de un sorteo (pre electoral) en el Procrear que no contempló el acceso a la tierra (post electoral); sin política de generación de empleo y con ofensivos fuegos artificiales como el decreto del 31 de enero con el que el gobernador admitía una excesiva planta de funcionarios con megasueldos a los que luego recontrató, es reivindicado como alternativa dentro de esta camada de nuevos dirigentes gremiales en lugar de los históricos dirigentes de la política.
Es el mismo caso de un gremio pequeño pero muy rico como es el gremio de los empleados legislativos en donde después de 30 años a su eterno titular le aparece el desafío de una lista con la que confrontará el 28 de marzo y este hecho de neto corte gremial termina excediendo ese acotado escenario y se transforma en un hecho político social.
Probablemente el clima electoral se haya superpuesto al clima de desazón ciudadana y todo haya sumado para que llegara a la justicia una denuncia sobre corrupción con el Fondo de la Vivienda que administraba Apel, tema que estaba en los medios desde hace un año. Al menos en Frecuencia VyP el tema empezó a difundirse en la primera quincena de marzo de 2013.
Entre la denuncia y el allanamiento solo medió unas pocas horas lo que da cuenta no solo de la gravedad del presunto delito sino también de la solvencia de las pruebas que se adjuntaron y que resultaron en principio en el secuestro de papeles y computadoras en sede gremial para, llegado el atardecer, el requerimiento de toda la documentación en sede de la propia Legislatura provincial.
El Fondo de la Vivienda fue un acuerdo que nació entre el titular del gremio, Alejandro Gatica y el entonces titular de la legislatura Bautista Mendioroz y fueron co – firmantes los titulares de los Órganos de Control externo de ese momento: Pablo Berraz por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas; Carlos Malaspina por el Tribunal de Cuentas y Ana Ida Picchinini por la Defensoría del Pueblo.
Una Comisión Especial debió haber auditado el accionar del administrador del Fondo, el propio Gatica, pero el legislador Pedro Pesatti prefirió mirar para otro lado mientras el propio Mendioroz y luego Carlos Peralta prohijaron el presunto delito. No fue sino hasta que tomó la titularidad de esa Comisión especial el ex legislador Ricardo Arroyo (ahora ministro de Desarrollo Social) que se procedió a la investigación de un hecho denunciado desde un año antes por al menos dos medios, Frecuencia VyP y ADN.
Arroyo fue sorprendido por el cúmulo de irregularidades que daban cuenta de presuntos y graves delitos pero su accionar fue obstaculizado por legisladores radicales en consonancia con el titular de la Legislatura y luego su destino de ministro parecía que haría naufragar una investigación sobre recursos que salen del Presupuesto Provincial.
Una actitud por lo menos diletante de la nueva titular de la Comisión, la contadora Angela Viccidomini fue corregida finalmente por la legisladora Piccinini, afectada por haber sido firmante del acuerdo original que el 6 de agosto de 2010 dio inicio al Fondo de la Vivienda para beneficio de los empleados legislativos.
Un párrafo aparte merece la cobertura periodística del allanamiento en el que familiares directos del dirigente gremial, con golpes de puño y patadas en los riñones, golpearon a un periodista al que antes hicieron trastabillar hasta dejarlo en el piso. ¿Hace alguna diferencia en el hecho descripto y en el que resulté testigo, que el periodista fuera Humberto Gattas, titular de ADN, agencia de noticias que desde el 2004 es referencia obligatoria para quien quiera estar informado y que fue uno de los dos medios que desde hace un año investiga e informa sobre el Fondo de la Vivienda y que circunstancialmente es titular de la lista que competirá con la de Gatica el 28 de marzo?
Claramente, la violencia debe ser condenada, provenga de donde provenga, aunque en este caso es claro que no provino de empleados legislativos afiliados al gremio ya que los violentos, la mujer de Gatica, Alicia Fernández, es contratada en la Legislatura provincial (impedimento para la afiliación que requiere ser planta permanente) y su hijo, Alejandro León ambos socios de G.A.L., la inmobiliaria (Gatica, Angos, León) que gerencia el millonario emprendimiento de la conducción gremial que lidera Alejandro Gatica.
Las muestras de abuso de poder en Río Negro son varias. No debería haber ni una. Por caso, el utilitario reconocimiento de entidad gremial a Siter para debilitar al sector más combativo de la Unter, para pasar a impedir el acceso de la entidad gremial a una reunión paritaria en la que se trataría el salario de los docentes ya sea que estén afiliados a Unter o a Siter o no afiliados, es una muestra de abuso de poder que se suma a una cadena de manifestaciones en igual sentido.
Tal vez sea por las prácticas de los gremialistas allegados al poder, tal vez sea porque Martín Soria repitió en un momento por demás inoportuno, que el gobierno está en estado de parálisis, tal vez sea porque la oposición dileta entre la consecución de beneficios personales y muy menores y un silencio que solo excepcionalmente se rompe, tal vez sea por que los socios peronistas del FpV quedaron fuera del gobierno, tal vez porque los que quedaron dentro del gobierno olvidaron lealtades, tal vez porque hay pérdida del poder adquisitivo, inseguridad, anuncios mentirosos, pérdida de empleos, merma en la actividad comercial, tal vez sea porque el senador Pichetto y miembros de su sector alertaron sobre las condiciones de gobernabilidad, tal vez sea porque cada gota rebalsa el mismo vaso, la enorme y populosa base de la pirámide rionegrina vive un estado de malestar del que los pocos privilegiados cercanos al poder, parecen completamente ajenos y nada indica que esto sea un buen augurio.
Claudia Beltramino