Los pies en el plato • ADN
El pejotismo alinea el desorden. Días atrás en Parque Norte en la capital federal, convocó a casi todos los sectores bajo la misma carpa y los acuerdos de superestructura. Sólo queda afuera Sergio Massa y Juan Manuel de la Sota aún no decide.
Cuesta sacar los pies del plato, pocos se van aunque muchos lo pregonan. Esta semana se escuchó a Hugo Moyano dudar del éxito del proyecto massista.
En Río Negro también el partido justicialista repitió el ordenamiento interno y fortaleció el esquema del Frente para la Victoria. De la reunión del viernes en Viedma surgieron señales claras: el pedido para convocar a elecciones primarias, abiertas y simultáneas en Río Negro, para que los partidos y frentes electorales elijan candidatos; el apoyo al gobernador Weretilneck y a la administración del Frente para la Victoria, incluidos los acuerdos petroleros, apoyo al gobierno nacional de Cristina Fernández y convocó a internas para normalizar las unidades básicas y nominar congresales.
De la reunión del Consejo Provincial Justicialista en Viedma no se puede soslayar la ausencia del vicepresidente Martín Soria, que no sólo no concurrió sino que reiteró sus críticas al gobierno y al mandatario Alberto Weretilneck, para que no queden dudas de su posición.
El intendente de General Roca sigue díscolo, a pesar que fue incorporado a la conducción nacional del justicialismo, también en clara intención de contenerlo y evitar el canto de sirena de Sergio Massa.
En el PJ y el gobierno cada tanto recuerdan al artículo 172 de la Constitución de Río Negro, que inhabilita ser elegido gobernador o vicegobernador a “los cónyuges y parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad del gobernador o vicegobernador, en el mismo período o en el siguiente mandato ejercido”.
Podría interpretarse que más allá de este impedimento constitucional, igual Soria podría recurrir a la Justicia para otra interpretación, ya que amigos en el Superior Tribunal de Justicia no le faltan, al igual que apoyo mediático en la provincia, pero en la reunión del viernes el intendente roquense quedó aislado.
Todo confluye en el interior del justicialismo para que en el Frente para la Victoria existan sólo dos candidatos, Miguel Pichetto y Alberto Weretilneck, con una decisión final en manos de las PASO.
Bajo estas dos postulaciones se irán alineando las preferencias de dirigentes, intendentes y legisladores que luego tendrán la responsabilidad de conseguir los votos.
Para Alberto Weretilneck no hay otra posibilidad, es candidato nuevamente a gobernador o se conforma con un premio consuelo. Miguel Pichetto tiene otras variantes, pero también sabe que sus deseos de ser gobernador tiene esta última posibilidad en el 2015. Luego será tarde.
También podría haber otros candidatos, pero en el horizonte justicialista hasta el momento sólo podría surgir la figura de Osvaldo Nemirovsci, en un espacio kirchnerista de paladar negro.
El viernes se volvió a escuchar en la intimidad justicialista que el próximo gobernador debe ser “del palo”. Para algunos se trata de una reivindicación histórica y volver a desafiar al destino, aquel que luego de 28 años frustró el gobierno de Carlos Soria, desaparecido trágicamente a los 20 días de su mandato y que dejó el mando del Ejecutivo a un no peronista aliado de la fórmula.
Se contienen las críticas hacia la administración Weretilneck para no lesionar al gobierno y favorecer a la oposición, pero en la trastienda no hay piedad con el mandatario y algunos funcionarios y legisladores.
Pero como toda regla tiene su excepción, el legislador Roberto Vargas sacudió la paz interior.El gastronómico se presentó al Fiscal de Investigaciones Administrativas para denunciar el pago de los llamados gastos reservados.
¿Por qué hace esto Vargas?, el presidente de la Legislatura Ariel Rivero no habría conocído esta presentación del legislador, pero se duda que la jugada sea desconocida por Miguel Pichetto, ya que el gastronómico funciona como el alter ego del senador.
Para adentro del parlamento y los bloques parlamentarios anteriores y actuales esto es una implosión. Compromete a propios y extraños pero involucra a también a los anteriores presidentes del parlamento. Sólo se explica desde la interna y preanuncia la virulencia que puede haber de aquí en más hasta la elección del próximo candidato a gobernador por el oficialismo.
De todos modos un posible escándalo está lejano, porque el ritmo que Marcelo Ponzone le pone a las investigaciones de la Fiscalía se mide en eras geológicas.
A pesar que la reunión del PJ apareció ordenada y prolija tendrá sus consecuencias en el gobierno, ya que se abrió el camino de las postulaciones.
Esto debilita el gobierno y a poco de andar surgirán incompatibilidades entre quienes cumplen funciones bajo las ordenes de Weretilneck y apoyen al senador Pichetto y también en aquellos funcionarios que aspiren a un cargo electivo, habrá intendentes con deseos de repetir mandatos y legisladores que jueguen la reelección, en una lista parlamentaria que no contará con la cantidad de cargos que hoy detenta el partido del gobierno.
Esta disputa en ciernes tiene además como marco una disminución en la consideración electoral que hoy tiene el gobernador Weretilneck, un tema ya anunciada en una encuesta de Tracking Group, de Gustavo Waldman, encargado por el intendente Martín Soria.
Ahora es la encuestadora de Raúl Aragón, de la Capital Federal, que hizo un trabajo de campo que culminó el 12 de este mes, donde Alberto Weretilneck, con proyección de indecisos tiene el 15,32 por ciento de intención de votos, en cuarto lugar. Primero es Miguel Pichetto, con 31,67; luego Martín Soria, con 26,46 y Magdalena Odarda, con 18.11.
Los encuestados respondieron a la pregunta: “si las elecciones para gobernador fuesen este domingo, ¿por quién votaría?
Se percibe un desgaste de la figura del gobernador y su gobierno, pero Weretilneck también tiene una encuesta de la empresa ECO, preferida del mandatario, pero que pocos conocen y no se difundieron datos.
Como se sabe una encuesta es una foto de ese momento y sólo podría arrojar elementos de análisis y de mejoramiento de la performance de los candidatos, pero siempre dicen algo.
En el caso de Alberto Weretilneck, hay una cosa curiosa que podría denotar que falta un propuesta convocante, ya que siendo gobernador pareciera que no atrae al electorado para una nueva gestión gubernamental. “No despierta pasiones”, diría un periodista deportivo.