Bendito petróleo • ADN
Es como el maná, pero no caerá del cielo sino que saldrá de las entrañas rocosas de la tierra, oleoso viscoso, amarillento o negro oscuro, con olor desagradable e inflamable. Alberto Weretilneck acuciado por la estrechez de recursos, espera de la Legislatura de Río Negro la aprobación del contrato petrolero con Petrobras.
La economía ha sido el punto más sensible del gobierno por la falta de políticas públicas capaces de revertir la cruda realidad de los números. Las cuentas no cierran, el déficit es severo y la dependencia de los aportes nacionales hace imposible pensar en la soberanía provincial, en todas las acepciones del término.
De alguna manera la inflación ha sido aliada de la economía rionegrina y colaboró con una administración morosa en el pago de las cuentas. Licuo las deudas a proveedores y contratistas con atrasos de más de dos años y medio, con promesas de pago en bonos y expedientes aún en stand by; se licuaron los sueldos, se redujo al mínimo la obra pública y se formulan anuncios sin presupuestos como el Tren Patagónico o la reforma del Servicio Penitenciario Provincial.
En “el año de la Salud Pública” se redujo el presupuesto de los hospitales de 77.929.067 pesos a 38.396.354 pesos, el ministerio está paralizado y se fue Delfino, quien no tenía diálogo con el gobernador. La subejecución presupuestaria también es ajuste. La asignación de recursos indica decisión política y define a un gobierno.
Otro ejemplo: Daniel Arroyo en Desarrollo Social no sólo era el ministro de confianza del gobernador, sino además el hombre fuerte del gabinete donde el área a su cargo tendría un rol preponderante. Este pronóstico no se cumplió por la desidia del gobierno y los planes sociales y las promesas del ministro chocan contra el muro de cemento de la Tesorería. Esperemos que los anuncios que tienen preparados se concreten pronto.
La administración de Weretilneck produjo un fuerte ajuste en el Estado que pasa inadvertido porque paga los sueldos en término, pero sino controla el descontento estatal que está latente y empieza superar a las estructuras sindicales tradicionales, la protesta estará en las calles.
En la intimidad del gobierno se reconocen estos problemas, aunque el relato oficial sea otro, incluso en el caso Limardo también se reconoce la fragilidad de los controles, una invitación a la corrupción.
Pero Weretilneck también sabe que aún no rozó el iceberg, queda una maniobra posible para salvarse del hundimiento y por eso su apuesta está en el contrato petrolero con Petrobrás. Ahora depende de la Legislatura.
“Las grandes leyes que definen las políticas del Estado para las próximas generaciones, necesariamente, tienen que ser de consenso”, dijo alguna vez el gobernador, pero a pesar de sus deseos será imposible evitar el debate.
En los bloques de la oposición se trabaja en la recopilación de datos, hay consultas con fuentes de inobjetable conocimiento en el tema y Mendioroz recurrió a los especialistas de Neuquén y el Alto Valle rionegrino, incluso mendocinos que aportó el senador Ernesto Sanz.
Miguel Pichetto declaró que las condiciones de inversiones «deben quedar preestablecidas con toda claridad» y señaló que «si fuera necesario, el convenio podría estar sujeto a revisión» porque «estamos tratando con una empresa petrolera y no con una comisión vecinal”.
Otros legisladores se interesaron personalmente en el tema, más allá de la posición oficial, como Ariel Rivero, Martín Doñate, César Miguel y Silvia Horne.
La desconfianza es directamente proporcional a la falta de información del Ejecutivo. La “letra chica” preocupa y pareciera que el apuro en la firma del contrato tiene que ver con los problemas de caja del gobierno.
El tema se manejó con reserva y el contrato que tiene 2600 páginas en su anexo. Pocos conocen los términos del acuerdo con Petrobrás por cuanto el Ejecutivo no abrió un ámbito de debate con los legisladores propios y mucho menos de la oposición. Los rionegrinos no fueron informados, están ajenos y ahora la atención se ubica en el campeonato mundial de fútbol.
El convenio –firmado en abril- prorroga por 10 años las áreas concedidas (25 de Mayo/Medanito, Jagüel de los Machos y Río Neuquén). Prevé 382 millones de dólares de inversiones, 437 millones de dólares operativos, 100 millones de aporte directo; 92 millones el bono fijo y 7,2 por regalías mal liquidadas, 25 millones de mediaciones con instalaciones, 24,79 millones de un plan de remediación ambiental, 18,6 millones de aporte al desarrollo social y fortalecimiento institucional y, entre otros, 4,48 millones de canon por compromiso de capacitación.
Todo este enjambre de números requiere de una explicación ítems por ítems: a qué se llama inversión, cómo se define los costos operativos y a que responde el elevado monto del bono fijo.
Los 18,6 millones de dólares para desarrollo social se destinarán a la compra de equipos hospitalarios, ambulancias, patrulleros, video cámaras para el control de la seguridad, notebook para escuelas y equipamiento para los bomberos voluntarios. Representa unos 152 millones de pesos que se pagarán en tramos semestrales de unos 50 millones de pesos y concluirá junto con la finalización del mandato de Weretilneck.
Este aporte, el único propagandizado por el gobierno, también ofrece dudas. Trascendió que en el contrato la empresa sólo se compromete a los mejores esfuerzos para cumplir con estas compras, en una redacción poco clara que sorprendió a quienes tuvieron la oportunidad de leer las cláusulas.
Si bien son importantes estos aportes, el gobierno les debe a los rionegrinos información sobre cómo invertirá la renta petrolera.
La explotación de hidrocarburos genera importantes ingresos que bien invertidos redundan en beneficios y bienestar a la población, si por el contrario se computan al gasto, sin garantizar su diversificación económica, no hay proyecto de desarrollo.
Asimismo se cuestiona que tanto Weretilneck, como la empresa, les indiquen a los legisladores que el convenio no se puede cambiar, un imperativo que ha molestado a parlamentarios que ya piensan en modificaciones, como las sugeridas por el bloque Eva Perón.
De todas maneras el acta acuerdo ya sufrió modificaciones. Un tema que había llamado la atención estaba referido a que en el rubro inversiones el acta estaba firmada por el gerente técnico de Petrobrás, un hecho que le daba poca consistencia al compromiso. En tal sentido trascendió que ahora el citado ítems cuenta con la rúbrica del directorio de la empresa y así será tratado en el parlamento.
Que Río Negro ingrese al boom petrolero no garantiza el desarrollo económico y social. Se requieren políticas y estrategias orientadas a diversificar el aparato productivo.
¿Cómo llegaría el alivio a las arcas públicas? Los ministerios que reciban estos aportes verían modificados sus presupuestos, por decreto del gobernador -que permite la Ley de Presupuesto- y las partidas serían reducidas en su equivalente que ingresarían a rentas generales para pagar salarios y gastos corrientes, porque el gobierno necesita dinero líquido.
Petrobras Argentina posee el 22,4% de la producción total del petróleo de de Río Negro y el 7% del gas. Genera 700 puestos de trabajo y cuenta con 24 estaciones de servicios que representan el 21% del mercado de combustibles de la provincia.
También hay sospechas que una vez firmado el contrato la empresa podría transferir las concesiones y en esto llama la atención el elevado monto del bono fijo de 92 millones en dos años. La página digital iprofesional.com señala que Petrobras sigue con su plan de desinvertir en la Argentina y que podría transferir a Pan American Energy (PAE) -la segunda petrolera del país- el área Río Neuquén, que posee un gran potencial en cuanto a la explotación no convencional de hidrocarburos.
Weretilneck defiende este contrato como su tabla de salvación, sin desconocer que tiene un valor político estratégico hacia el futuro y con consecuencias electorales. No sólo el gobernador piensa de esta manera.
Mientras tanto participa con el resto de los gobernadores de la Ofephi del debate sobre el pacto fiscal petrolero, que se estima tendrá un rápido tratamiento en el Congreso de la Nación.
Sabe que en algún aspecto este tema lo diferencia de Miguel Pichetto. Se trata nada más y nada menos que de la propiedad y la renta de los hidrocarburos no convencionales.