Hagamos lugar para todos ● Claudia Beltramino
Río Negro tiene 203.013 km cuadrados de superficie para que vivan poco más de 630 mil habitantes. No es una cuenta difícil. Hay lugar para todos. Para todos menos para los críticos.
Río Negro tiene lugar para sus más de 600 mil habitantes siempre y cuando no cuestionen al gobierno. Es así. Si un medio cuestiona, primero hay un llamado para reconvenir y luego, quien sabe que pase luego.
En Río Negro cabemos todos los que somos. Excepto los que no tienen trabajo. Ni conocen a ningún político oficialista que los pueda hacer entrar en algún organismo nacional, provincial, municipal o ente autárquico o universidad, o…..la dependencia estatal que fuere.
En Río Negro cabemos todos los que figuramos en las encuestas. Salvo que tengamos alguna grave discapacidad. Como Marcela Quinteros que es prácticamente ciega y sin posibilidad laboral depende de un subsidio de 2 mil seiscientos pesos y debe pagar mil 400 de alquiler.
En Río Negro cabemos todos. Salvo nuestros hijos, los que se fueron a estudiar afuera y hoy no podrían trabajar en ninguna parte porque el poder político eligió para conducir la Comisión de Planificación, Asuntos Económicos y Turismo a Silvia Horne cuyo antecedente mas meneado es su pertenencia a un movimiento social. (Buscamos su CV en internet y también lo hicimos exhaustivamente en el sitio oficial de la Legislatura rionegrina pero no pudimos encontrar nada).
En Río Negro cabemos todos, salvo los jóvenes que en los barrios menos favorecidos, no tienen más chance que alguna modesta asistencia que les impide morir de hambre pero que no les permita comprar las mismas zapatillas que sueñan con usar. El narcomenudeo los encuentra de inmediato.
En Río Negro cabemos todos. Algunos conversan sobre la ampliación del quincho para poner un horno de barro y otros están a punto de perder el beneficio de un crédito PROCREAR porque no pueden acceder a un terreno que les permita construir la casa. (El Procrear fue más un anuncio de campaña que una estrategia concienzudamente pergeñada para favorecer a los ciudadanos)
En Río Negro cabemos todos. Algunos caben mas holgadamente, algunos caben más cómodos, calentitos, con acceso a una mejor educación, a un mejor servicio de salud, más seguros aunque estén enrejados y con alarmas que suenan a cada rato.
A veces me pregunto si efectivamente cabemos todos.
A veces me pregunto si algunos sobramos y como no es políticamente correcto anunciarlo, entonces entre dádivas y ofertas deficientes como la de una educación que no nos prepara para competir por los mejores trabajos; ni estas universidades modestas que no aspiran a un Nobel; ni esta salud más vinculada al negocio de los medicamentos o las prótesis que a la eficiencia en una optimización de los recursos; a veces me pregunto si para algunos hay una educación y una salud de 3º o 4º selección y para otros, en el peor de los casos, un viaje a Buenos Aires para ser atendido en el Fleni o en el Italiano o escueles y profesores particulares que garanticen el paso posterior que puede incluir becas en el exterior.
Es curioso. Pienso si cabemos todos en el exacto momento en el que la batalla por el poder hace explotar los primeros obuses. Río Negro se Libaniza. Viedma es una Beirut virtual.
Una legisladora le avisa a una de sus empleadas que quedaron en diferentes veredas por que la parlamentaria está alienada con el Gobernador que coquetea seriamente con Sergio Massa y la empleada, bueno, la empleada es peronista y ante tal situación la jefa le advierte que el contrato laboral de la trabajadora finaliza cuando termine el mes.
Me repito como una letanía, me repito como un mantra que en Río Negro cabemos todos. ¿Será que es cierto?
La semana arrancó con una audiencia pública en la que los ciudadanos expondrían sus opiniones en relación a la renovación del contrato con Petrobrás y aunque el Mundial de fútbol conspirase contra la atención que le debemos los ciudadanos a la cuestiones públicas, fueron muchas las voces que se hicieron oír.
Total que mucho de lo que se oyó o leyó en la previa, el lunes adquirió un carácter más dramático en ese solemne escenario.
De un modo u otro, también la casi totalidad de las expresiones políticas se sacaron chispas para hacer conocer su descontento. La excepción fue quizá la agrupación que conduce la senadora Magdalena Odarda que aquí representa el legislador Jorge Ocampos. Una vez cuantificado el descontento se subieron a la ola crítica.
Es difícil sustraerse de algunas especulaciones. Es difícil abstenerse de imaginar que hubiera ocurrido si el tiempo de esta renovación hubiera correspondido con el tiempo del romance Alberto Weretilneck Martín Soria, allá lejos cuando el apoyo orgánico del sorismo le permitió al vicegobernador asumir la conducción del ejecutivo luego de que una bala le tronchara la vida a Carlos Soria a 20 días de haber asumido.
Es difícil imaginar que hubiera ocurrido si esta renegociación petrolera se hubiera dado a mediados de 2012 cuando el pichetismo advirtió que la miraba de afuera y le fracturó el bloque mayoritario al gobernador Weretilneck.
Imposible olvidar al senador Pichetto, líder de la fractura legislativa, exponiendo a viva voz en el local de la Muocra en Viedma que la renovación de los contratos petroleros eran la piedra del escándalo que separaba a sus seguidores de aquellos peronistas que permanecían acompañando a Weretilneck.
“It’s the final countdown”, el oficialismo que es finalmente el FpV, se apresta para la batalla final, aunque parece que nada cambió.
Carlos Soria basó su exitosa campaña demonizando a Daniel “Fino” Sartor, un hombre cuyo mayor talento fue vender su inconmensurable audacia como un mérito muestra de habilidad política. Lo que tenía de temerario lo vendió como blasón de estadista.
Hoy Sartor convertido en una Mirta Legrand pueblerina reúne a ministros, jueces, camaristas, legisladores o ex gobernadores en el estudio grande (el comedor de su casa) o en el más discreto estudio chico (el comedor subsidiario también en el barrio Don Bosco) y allí mientras los seduce sigue operando sobre el destino de Río Negro.
Sobran motivos para que al peronismo rionegrino se le afloje el estómago y en el mejor de los casos lo mantengo en un estado de náusea permanente.
La oposición sigue esperando un milagro.
Los radicales seguramente hayan escuchado más de una vez esa broma del curita refugiado en el techo de la parroquia durante una inundación, pidiéndole a Dios alguna asistencia y que por fin, mientras sucumbía ahogándose, le reclamaba al todopoderoso por el abandono en el que lo había sumido. Y este le enumeró la enorme cantidad de oportunidades de salvación que le había acercado.
Como el curita, los radicales esperan que Dios les mande alguna solución para no tener que aparecer con Sartor en la foto porque los deja fuera de juego. Tatita Dios les dirá después: ‘M`hijitos, me cansé de intervenir para ayudarlos, pero ustedes no escucharon lo que les decía la gente común, que es con la que hablo’
El vértigo que nos caracteriza, y que por fin nos define en nuestra permanente irreflexión, a los argentinos en general y a los rionegrinos en particular, con la decisión del Juez Lijo quien en la noche del viernes informó que el Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou quedó procesado en una escandalosa causa de corrupción, abre un nuevo escenario local.
Diversas derivaciones tiene en Río Negro esta inédita situación de un vicepresidente que finalmente y después de que el kirchnerismo peleó como gato entre la leña para protegerlo, queda procesado por cohecho, o como nos gusta decir en casa, por ladri y coimero.
Un párrafo aparte merece señalar que cuesta creer que esta operación “Hagámonos de la chancha y de la máquina de hacer chorizos” que arrancó durante el gobierno de Néstor Kirchner, no puede haber sido ignorada por este. Agreguemos luego que Boudou se convirtió en vicepresidente en una solitaria decisión de Cristina Kirchner. Como diría Jelinek: “Lo dejo a tu criterio”
En principio será el titular del bloque de senadores, nuestro pre candidato a gobernador, Miguel Ángel Pichetto quien deba liderar la primera línea de protección al procesado, impidiendo que pierda sus fueros.
Indudablemente nuestro pre candidato a gobernador deberá enfrentar un delicado debate moral. Proteger a Boudou impidiendo que se le retiren los fueros para así quedar por encima de la ley a diferencia de cualquier otro mortal, o bien, definirse como un combatiente en contra de la corrupción y permitir que se le retiren los fueros.
A lo mejor el peronismo rionegrino, y no pocos radicales ni aristas, prefieran desvincularse de esta opción ética. A lo mejor prefieran escandalizarse con las tapas de los diarios del sábado. A lo mejor prefieran eludir el mandato ético que subyace detrás de lo ocurre con el Vicepresidente de la Nación.
La corrupción es el peor de los males en una República. No se puede ser complaciente ni distraído. Del mismo modo que hoy, sostener “yo no sabía que pasaba esto” en los duros años de la dictadura, no releva a nadie de nada. Se peca por acción, también por omisión.
Luego, suponiendo que Boudou deba retirarse de la escena, asumiría un amigo de varios radicales rionegrinos.
Gerardo Zamora, ex gobernador santiagueño y quinta escencia del radicalismo kirchnerista debe estar en la agenda telefónica de varios dirigentes rionegrinos que podrían verse beneficiados con el avance de este expulsado de las filas de la UCR. Está claro que cuando aludimos a beneficios no lo hacemos en términos ideológicos.
La renegociación del contrato petrolero que en realidad no solo representa el urgente ingreso de dinero fresco para Weretilneck, jaqueado en sus arcas, con una economía manejada como si se tratara de un almacén de provincia en el siglo XIX, sino una salida desesperada para la Presidente Kirchner, con la variante “vicepresidente procesado” podría convertirse en una acción de oro para los gobernadores.
El PJ, máximo sostén del FpV rionegrino también será víctima del embate “Boudou procesado” porque deberá encolumnarse detrás de la defensa del procesado, la que en gran medida estará en manos del pre candidato a gobernador quien por otro lado es el gran decisor sobre las obras que pueden o no hacer los intendentes lo que por fin se traduce en poder territorial.
Si bien el gobernador Weretilneck les promete a los intendentes rionegrinos ambulancias, netbooks, móviles policiales, garitas para esperar a los colectivos y otras obras, el Senador les ofrece el plan Procrear (aunque no haya terrenos) o pavimento sobre rutas hechas hace decenas de años, o rotondas de ingreso, o ampliaciones de hospitales, y cada intendente sopesa en votos cada oferta, porque tanto el Gobernador como Miguel Pichetto esperan el agradecimiento en votos.
La lógica del pragmatismo, la lógica que enmarca nuestra ética nacional, es una elección que siempre favorece a unos pocos.
Pensar que una rotonda de ingreso, una salita, un SUM, una prótesis, beneficios sociales que gestiona la política son simplemente eso y desligarlos de los beneficios de particulares, vinculados a la política y no vinculados, que engordan sus bolsillos con nuestras necesidades no es solo una torpeza, es además un modo cómodo de complicidad.
No conozco al juez Igoldi. No se siquiera como es su tono de voz.
Imagino que al enterarse del procesamiento del Vicepresidente habrá pensado, bueno, que ahora me critiquen quienes encontraron razonable que se les pagara a los hijos el seguro de Carlos Soria, excluyendo a la madre aún antes de que se hiciera el juicio que la condenó.
O tal vez impregnada yo también de tanta mediocridad y tanta deshonra circundándome, imagine a Igoldi de un modo en que nunca estuvo, porque a lo mejor solo escuchó la noticia, dio las buenas noches a sus hijos y siguió trabajando. Como cualquier noche.
A veces aparece la esperanza y uno empieza a pensar que tal vez si haya lugar para todos en Río Negro. Que de nosotros depende hacer espacio.
Claudia Beltramino
Nota: Les dedico esta columna a L. Messi y Nicolás Wiñazky.
Ese chico que me dicen que es un genio jugando al fútbol pero que con tanta presión termina en algunos entretiempos haciendo arcadas, vomitando, con el cuerpo diciéndole que es mucho, que mejor se detenga. Pero el pibe se incorpora, se lava la cara y va por más, porque es su trabajo, porque hay otros que tienen expectativas sobre su actividad, porque están su hijito y su mujer mirándolo, finalmente, porque aun endiabladamente presionado por sus miedos, se atreve a enfrentarlos.
Ese otro chico desgarbado que a duras penas se pasa un peine, que con tenacidad investigó hasta desnudar a un Vicepresidente hiper protegido por el poder. Porque aunque estuviera detrás suyo el poderoso grupo Clarín, este David al que también en mas de una oportunidad le habrá dolido la panza, siguió adelante. Aunque siempre supiera que el mérito sería para otros, siguió investigando. Y porque nunca olvidó que podía usar su posición para favorecer a otros, a “los olvidados”.
Ojalá por fin en la Argentina amanezca una nueva generación de Messis y Wiñazkys que nos hagan más buenos, generosos, tolerantes, amigables, justos.