Políticas erráticas ● ADN
El Ejecutivo provincial incorporó esta semana un nuevo tema controvertido: la modificación de la ley del Servicio Penitenciario Provincial. Un proyecto que evidencia la contradicción del gobierno en el tema, donde había definido una línea política de corte “progresista y participativo” y ahora viró hacia la derecha con un régimen policial verticalista y represivo.
Basta recordar cuando la defendida ex funcionaria de Seguridad Martha Arriola anunció que “en dos años se terminará de reemplazar a los agentes de policía que aún hoy prestan servicios en las cárceles por operadores civiles”, instalando una “nueva cultura interna de trabajo” y donde había “que diferenciar a los internos de acuerdo a los delitos y trabajar para su recuperación y reinserción”.
El gobierno con las nuevas modificaciones propuestas, no hace más que confirmar sus políticas erráticas en la materia. Weretilneck viene anunciando marchas y contramarchas desde que pidió la renuncia de Walter Puebla Morón, tras un motín en el Penal 5 de Cipolletti. Luego se sucedieron otros cuatro jefes y persistieron los amotinamientos y las fugas.
Cabe preguntarse si el proyecto originario no sirvió o el gobierno fue ineficiente en destinar los fondos necesarios, primero, para las obras en las cárceles y segundo para que el sistema funcione. Sin recursos de nada vale modificar el régimen penitenciario, porque seguirán los mismos problemas con más represión.
Vemos situaciones actuales: los médicos conviven con los internos que están alojados en el servicio y las oficinas que tienen baños se ocupan para los presos. A los penitenciarios les dictaron un precario curso para que sean «mediadores» y luego los ponen a trabajar de seguridad sin tener formación adecuada.
En Río Negro no sólo hubo presos que se escaparon en taxis, se bajaron de un patrullero en marcha y hasta con muletas y este año, incluso, se escapó un preso vestido de mujer.
El año pasado hubo profesionales del Servicio Penitenciario que los hacían trabajar 10 horas y nunca les pagaron horas extras. En esto basta recordar al director Orlando Crociatti, autodefinido ganador justicialista, que arengaba a trabajar “por la patria”.
Sin política y conducción, los policías actúan con discrecionalidad y la opinión recogida entre quienes trabajan en el Servicio, coinciden que con el nuevo proyecto nada va a cambiar y sólo habrá mayor arbitrariedad, como es el caso de los traslados que terminan siendo la causa de los motines.
Para empeorar la cosa, en el ministerio el nuevo titular del SPP, Hugo Cecchini está armando su equipo de trabajo con muchos policías: En el penal 3 de Bariloche asumió como director el oficial principal, Leandro Crespo, quien prestaba servicios en una comisaría de Bariloche, pero que anteriormente –cumplió funciones en la cárcel de Choele Chole, en la cual tuvo varias denuncias por apremios
El hermano de Leandro Crespo, Héctor, quedó en el área de judiciales y lamentablemente también posee denuncias por apremios, cuando estuvo trabajando en la cárcel de Viedma.
Todos estos nombramientos, cambios y propuestas, realizadas sin el más mínimo cuestionamientos de los referentes provinciales de DDHH, otrora grandes cuestionadotes de cualquier medida oficial.
Los que si se expresaron claramente fueron el Observatorio de Derechos Humanos de Río Negro y la Pastoral Penitenciaria de Bariloche que criticaron al gobierno provincial debido a que “no existen políticas claras de prevención del delito” y manifestaron que “el servicio penitenciario debe estar a cargo de civiles y no de personal policial”.
“Consideramos – dijeron – que la delincuencia no se combate con más muros, sino no con políticas de inclusión, y sobre todo con una gestión y control de la conflictividad y afirmaron que no es propicio quitarle derechos fundamentales a los trabajadores del servicio penitenciario, como el de afiliarse. No deben cambiarse las leyes, deben respetarse las existentes”.
Camino a las urnas
Antes del receso invernal legislativo podría ingresar a la Legislatura el proyecto de ley para implementar en la provincia las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Los tiempos están ajustados y una vez sancionada la norma la convocatoria a los comicios sería para fin de año, para votar en marzo y 75 días después llevar adelante las elecciones generales, a fines de mayo o en junio.
Los principales temas del proceso electoral estarían acordados. Fórmula abierta y elección de legisladores por el sistema D’hondt, los más importantes.
El justicialismo tuvo la deferencia con el gobernador de respetar aquel acuerdo que llevó al triunfo a la fórmula Soria-Weretilneck, con el Frente para la Victoria, o sea que las PASO serán dentro de este espacio, precisamente para darle oportunidad al mandatario de presentar su pre candidatura.
La pelota está ahora del lado de la cancha de Weretilneck y tendrá que jugar y definir su proyecto futuro. Si desiste continuar en esa sociedad con el justicialismo, cuenta con un instrumento electoral que es el Frente Grande, de tal manera que podría incursionar en otros terrenos.
De esta manera se convierte en un jugador preponderante, más en una posible terna de candidatos donde los restantes son justicialistas. Su silencio y estilo sombrío ahora tendrá límites, porque los tiempos políticos estarán limitados por los plazos electorales que impongan las PASO.
El gobernador llegará a fin de año con las fechas de las primarias definidas. De ahí en más habrá un delicado equilibrio ya que Miguel Pichetto en su campaña proselitista tendrá que diferenciarse de la actual administración, marcar errores y presentarse con una propuesta superadora. En el caso de Martín Soria, en caso de presentarse, ya tiene marcado el camino crítico, con mucha acidez y virulencia.
Bautista Mendioroz lanzó su candidatura, en la alianza UNEN, que tendrá que formarse en la provincia como espejo de la coalición nacional.
Será principal protagonista la senadora Magdalena Odarda, que podría formalizar una alianza previa con algún dirigente radical o competir directamente con el resto de las candidaturas.
En el radicalismo faltan definiciones de otros candidatos. Algunos ya están como aquellos futbolistas veteranos que han perdido estado físico, cintura y llegan tarde a todas las jugadas.
Una vez aprobada la ley de las PASO habrá una febril actividad en los partidos políticos, porque quedarán pocos meses para llegar con los plazos de inscripciones de candidaturas y alianzas. No habrá tiempo para perder y en cada sector se irán definiendo los alineamientos y liderazgos.
Será una primera experiencia de internas primarias, instancia superadora y democratizadora de viejos entuertos y acuerdos copulares. Igual habrá un saldo a definir sobre los comportamientos en las urnas de quienes hayan perdidos en las internas. ¿El que pierde acompañará?, una especulación sólo posible de desentrañar pasado los comicios y analizando el comportamiento electoral en las localidades y circuitos con marcado predominio de sectores y dirigentes.
El escenario rionegrino será distinto a las últimas elecciones. Será difícil para el oficialismo mantener los votos obtenidos en la renovación legislativa nacional del año pasado.
Habrá nuevas experiencias como la alianza del ARI y el radicalismo con el Frente UNEN, la presentación de Unión PRO (Propuesta Republicana) de Mauricio Macri y una posible propuesta del Frente Renovador de Sergio Massa.
Una eventual dispersión del electorado ilusiona a aquellos candidatos que puedan sumar más del 30% de los votos. Tampoco será igual la conformación de la Legislatura de Río Negro donde las mayorías se tendrán que construir en alianzas y acuerdos futuros.
Las Grutas
Mientras tanto el gobernador hizo pública su posición de municipalizar el balneario Las Grutas, independizándolo de San Antonio Oeste. ¿Era necesario instalar ahora este debate?
Qué datos manejan los asesores de Weretilneck para ganarse el encono de los sanantonienses, conociendo la opinión contraria del intendente Javier Iud y del legislador Luis Esquivel. Ambos tienen una posición encontrada con el gobernador y muy cercana a Miguel Pichetto.
Pero además, ¿en qué escenario? El intendente Iud mide bien en las encuestas y su gestión está mejor vista que la provincial, a la vez que el senador Pichetto es el preferido electoralmente por los sanantonienses. El gobierno suma un conflicto que no tenía, innecesario e irritativo.