“¡Vivan las diferencias!, pero en camino a la unidad”
Bariloche.-
La intendenta María Eugenia Martini acompaña a familiares y amigos ante la lamentable pérdida del Padre Juvenal Currulef, un referente religioso y social que caló su huella en la ciudad, especialmente en los sectores más vulnerables, que lo vieron liderar reivindicaciones por el acceso a la tierra, a la vivienda y a la educación.
Perseguido durante la dictadura por sus ideales, regresó a Bariloche a principios de los 80, y en la ciudad, optó por los más pobres, fundando la parroquia de Virgen Misionera y la primera escuelita del barrio, dando inicio al importante proyecto educativo.
El “Negro” también nos dejó un invaluable trabajo en el derecho al acceso a la tierra y la vivienda. Que Bariloche sea la primera ciudad en la provincia en ejecutar la Ley Pierri, que permite la regularización dominial de miles de familias, fue posible gracias al trabajo que desde hace décadas realiza el Padre junto a organizaciones del sector.
Martini recordó que tuvo la gracia de conocer a Currulef ejerciendo su profesión de trabajadora social. “Me enseñó a ponerme en el lugar del otro, a sentir el problema del otro”, agradeció. Siendo también, un consejero hasta la actualidad. Y es por eso que el Gobierno Municipal lo visitó en su hogar a fines del año pasado y lo reconoció el pasado 21 de febrero al comenzar a implementarse la Ley Pierri en Villa Llanquihue.
En esta última oportunidad, Currulef compartió las siguientes palabras, que reflejan su trayectoria y pensamientos, dejando también un importante legado para la comunidad:
“Hay una felicidad interior. Uno se emociona porque los vio crecer (al Barrio) y admira todo lo que se logró”, expresó Currulef. Y arengó: “¡Vivan las diferencias!, pero en camino a la unidad”. Al respecto felicitó a los vecinos: “Vi como, pese a las diferencias, se fueron juntando y logrando cosas maravillosas”.