Día de la Independencia, por la liberación definitiva de nuestra Nación ● Silvina García Larraburu
En estos tiempos en los que las disputas por la libertad política y económica están más vigentes que nunca, es clave recordar la Independencia declarada en 1916. El 9 de julio de ese año fue en gran medida el punto de partida de nuestra historia contemporánea. ¿Acaso puede analizarse el conflicto que vivimos en estos días por nuestra soberanía económica, sin tener en cuenta las implicancias históricas que se desataron en los últimos dos siglos?
Los últimos 200 años, hemos atravesado un proceso necesario para ir despojándonos del colonialismo depredador y, para ello, debimos repensar cuál sería nuestro modo de generar riquezas. El debate de un país de economía extractiva o una economía productiva comenzó a gestarse con fuerza. La segunda línea mencionada estuvo siempre encausada por las masas populares, quienes comprendían que para ganar el plano cultural era necesario consagrar la independencia y liberación de nuestras maneras de ser y reproducir estructuras, que por muchos años se creyeron categóricas.
Sin duda conquistamos avances contundentes, pero también hemos vivido trágicos y planificados retrocesos que nos hicieron convencer sobre qué proyecto de país queríamos erigir. Hoy, las grandes mayorías se inclinan por la independencia en su esplendor. Sin embargo siguen existiendo intereses extraños que disputan nuestras riquezas, los polos de poder se ordenan en la búsqueda por el dominio hegemónico de la región, y se vuelve a hacer carne para acechar nuestra independencia. Por esto, tenemos que estar convencidos de no dar un paso atrás ni permitir que una vez más, las trasnacionales y el imperialismo, vuelvan a venir por nuestras reservas, desestabilizando los precios y poniendo en jaque a nuestra moneda.
No obstante, hoy debemos celebrar y ratificar que la hora del pueblo ha llegado para quedarse. Queremos defender y profundizar las conquistas sociales que hemos logrado y que serían imposibles sin una auténtica búsqueda de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social. Como decía Juan Domingo Perón, dichas conquistas “no serán posibles sin una liberación definitiva de los imperialismos”.
Los invito a que sigamos avanzando hacia la liberación definitiva de nuestra gran Nación. Feliz día de la Independencia!!!
Senadora Silvina García Larraburu
En estos tiempos en los que las disputas por la libertad política y económica están más vigentes que nunca, es clave recordar la Independencia declarada en 1916. El 9 de julio de ese año fue en gran medida el punto de partida de nuestra historia contemporánea. ¿Acaso puede analizarse el conflicto que vivimos en estos días por nuestra soberanía económica, sin tener en cuenta las implicancias históricas que se desataron en los últimos dos siglos?
Los últimos 200 años, hemos atravesado un proceso necesario para ir despojándonos del colonialismo depredador y, para ello, debimos repensar cuál sería nuestro modo de generar riquezas. El debate de un país de economía extractiva o una economía productiva comenzó a gestarse con fuerza. La segunda línea mencionada estuvo siempre encausada por las masas populares, quienes comprendían que para ganar el plano cultural era necesario consagrar la independencia y liberación de nuestras maneras de ser y reproducir estructuras, que por muchos años se creyeron categóricas.
Sin duda conquistamos avances contundentes, pero también hemos vivido trágicos y planificados retrocesos que nos hicieron convencer sobre qué proyecto de país queríamos erigir. Hoy, las grandes mayorías se inclinan por la independencia en su esplendor. Sin embargo siguen existiendo intereses extraños que disputan nuestras riquezas, los polos de poder se ordenan en la búsqueda por el dominio hegemónico de la región, y se vuelve a hacer carne para acechar nuestra independencia. Por esto, tenemos que estar convencidos de no dar un paso atrás ni permitir que una vez más, las trasnacionales y el imperialismo, vuelvan a venir por nuestras reservas, desestabilizando los precios y poniendo en jaque a nuestra moneda.
No obstante, hoy debemos celebrar y ratificar que la hora del pueblo ha llegado para quedarse. Queremos defender y profundizar las conquistas sociales que hemos logrado y que serían imposibles sin una auténtica búsqueda de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social. Como decía Juan Domingo Perón, dichas conquistas “no serán posibles sin una liberación definitiva de los imperialismos”.
Los invito a que sigamos avanzando hacia la liberación definitiva de nuestra gran Nación. Feliz día de la Independencia!!!
Senadora Silvina García Larraburu