El gran acertijo ● ADN
En cercanías de Alberto Weretilneck hay rostros de alegría. Conjeturan que el gobernador sale airoso de la controversia que tiene con un sector del peronismo que responde a Miguel Pichetto y que logró instalar que el acuerdo con Petrobras es beneficioso para los rionegrinos, frente a los cuestionamientos internos y de la oposición, que también tienen sus razones.
Alentados además por encuestas sobre la imagen del mandatario, se generó en el entorno gubernamental una corriente cuentapropista respecto del Frente para la Victoria. Ya no interesa tanto estar o no dentro de la alianza con el peronismo, hay independencia de criterios, porque el propio Weretilneck piensa que no le renovarán la confianza en el interior del FpV.
Las diferencias siguen en torno a la aprobación del acuerdo con la empresa petrolera brasilera, donde el gobernador reiteró que no se pueden hacer cambios porque “los brasileros no quiere” y que, además, implicaría postergar todo por seis meses más.
Desde el gobierno se sostiene que para Río Negro este acuerdo petrolero es mejor que los firmados por otras provincias y más ventajoso que la ley de hidrocarburos que quiere sancionar el gobierno nacional, donde las provincias saldrán perjudicadas. Como ejemplo se cita que el texto de la ley nacional primero fue presentado a las empresas petroleras antes que a los gobernadores involucrados.
El goberandor reitera que cumplió con todo lo acordado y que llevó a Ariel Rivero a la presidencia de la Legislatura, incluso en desmedro de Pedro Pesatti, cuando los operadores cercanos al gobernador apostaron a una alianza con el senador. Insiste que el proyecto de ley de las PASO ingresó al parlamento el viernes previo al inicio del receso legislativo, como se había comprometido. Reclama de sus compañeros del Frente igual comportamiento.
Para Weretilneck, Miguel Pichetto no tenía confianza y creyó que “no cumpliríamos nuestro compromiso” con las PASO y por eso quedó “entrampado”.
En estos términos se encuentra la relación entre los dos principales referentes del Frente para la Victoria, y la locuacidad de Weretilneck en estos días alcanzó también para aclarar que las reuniones que la adjudican (con empresarios petroleros) son inventos del pichettismo y adelantó que ahora le “van a inventar otra con Das Neves”.
Alberto Weretilneck gasta a cuenta. Recorre la provincia con promesas de obras y aportes de fondos con recursos derivados del acuerdo petrolero, como llevar el gas natural a Playas Doradas, y procura afianzar su poder territorial, incluso fue casi desafiante su presencia en los actos del 109 aniversario de San Antonio Oeste, habiendo hecho pública su posición de municipalización de Las Grutas.
Cómo será la estrategia futura, nadie o pocos la conocen y dirigentes muy cercanos a veces se sorprenden de algunas jugadas políticas. Sin embargo trascendió que ahora espera que se apruebe el convenio con Petrobras, en base a lo que Weretilneck define como acuerdo previo, caso contrario actuará en consecuencia.
De no ser así se especula que podría enviar a la Legislatura el nombre del candidato a ocupar el cargo de vicegobernador, que sería el de Pedro Pesatti. Este procedimiento tendría la ayuda del Superior Tribunal de Justicia que ordenaría al Ejecutivo a dar cumplimiento al artículo 180 de la Constitución, y a la vez incorporar al parlamento al legislador peronista de Cinco Saltos Miguel Vidal. Este tema ya fue consultado en el STJ por un legislador albertista.
Tal como adelantáramos en este espacio el debate parlamentario del proyecto de ley de las elecciones primarias, abiertas y simultáneas enviado por el Ejecutivo también tendrá controversias, en dos puntos clave: la simultaneidad con las PASO nacionales y el sistema para la elección de los legisladores.
Bautista Mendioroz, jefe de la bancada radical, asegura que Weretilneck acordó con él – en una reunión con un legislador de testigo- que las PASO rionegrina serían en fecha distinta a las nacionales y que el sistema D´hondt era el más indicado para elegir legisladores. El dirigente radical es favorable además a que la fórmula sea abierta, a los efectos de facilitar alianzas entre sectores internos, luego de los comicios.
El gobernador conserva la potestad de convocar a las elecciones generales provinciales en fecha que puede ser coincidente o no con las nacionales.
Estos puntos también contaban con el acuerdo de Miguel Pichetto y en esas condiciones había consenso mayoritario para ser aprobado por la Legislatura.
El proyecto llegó al parlamento con una redacción alejada de estas coincidencias previas y Ariel Rivero conversó el tema con Bautista Mendioroz y Ricardo Ledo, para definir el tratamiento legislativo, previo contacto con Facundo López, legislador albertista.
El gobernador defendió este proyecto y sorprendió que dijera que “no todo el radicalismo quiere las PASO”, cuando el tema había sido conversado con Mendioroz y además fue aprobado por la Convención de la UCR. Aclaró además que propuso un sistema de mayoría y minoría para elegir a los legisladores, desechando el D´hondt, “para no fragmentar y cohesionar” a los sectores internos de los partidos.
También manifestó que en el justicialismo quieren las PASO para definir a los candidatos del peronismo, porque se van a presentar “Pichetto, Soria y Doñate…”.
No hay expresiones que lleven calma al temporal, incluso algunos ya especulan que en este contexto si la Legislatura sancionara la ley de las PASO, con modificaciones respecto al proyecto original del Ejecutivo, el gobernador Alberto Weretilneck podría vetarla (art. 181, inc. 8 de la CP) dentro de los 10 días de recibida (art. 144 CP). Luego del rechazo total o parcial sólo puede ser sancionada con los dos tercios de los votos (art. 145 CP) y caso contrario no podrá tratarse en las sesiones de este año.
Quienes conocen al gobernador arriesgan que Weretilneck no quiere apresurarse y toda su estrategia se asienta en esperar, sobre todo una definición nacional sobre los candidatos a presidente dentro del oficialismo.
En este sentido el senador Miguel Pichetto, brindó su apoyo a la precandidatura del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, alineamiento que también adoptó la senadora Silvina García Larraburu.
De esta manera Weretilneck podría apoyar a otros precandidatos, siempre que decida mantenerse dentro del encuadramiento del Frente para la Victoria, o caso contrario podría optar por otro compromiso, que se estima podría ser con Sergio Massa y el Frente Renovador. Para esto necesita estirar los tiempos y quiere tener la última palabra en esta controversia interna.
Mientras tanto el justicialismo deberá decidir qué hacer con el Frente para la Victoria y su alianza con Weretilneck, que parece cada día más alejado del frente electoral que lo llevó al gobierno.
Weretilneck sabe que tiene un plus a favor desde la titularidad del Poder Ejecutivo, con todo lo que ello implica. Recorre permanentemente la geografía provincial, promete a cuenta de lo que recibirá por el contrato petrolero y confía en seducir a dirigentes de un vario pinto político rionegrino, a la vez que no le otorga un futuro promisorio al acuerdo Miguel Pichetto-Martín Soria.